El escolta de los Raptors tuvo el partido de su vida. Sumó 42 puntos para darle la victoria a Toronto sobre los Houston Rockets por 99 a 96. Pablo Prigioni mostró un muy buen rendimiento pero McHale no contó con él para cerrar el juego. Los texanos volvieron al tercer puesto del Oeste tras la victoria de Memphis ante Sacramento.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
El día comenzó y terminó mal para los Rockets. Luego de conocer la noticia que su base titular, Patrick Beverly, se operará de su muñeca lesionada y no volverá a jugar por lo que resta de la temporada, Houston cayó ante los Toronto Raptors por 99 a 96 y cedieron el segundo puesto del Oeste, obtenido apenas un día atrás.
La gran figura de la noche fue DeMar DeRozan, autor de 42 puntos – récord personal -. El escolta de los Raptors terminó batiéndose a duelo ante James Harden (31) en lo que fue un gran partido.
Pablo Prigioni estuvo en un alto nivel. El base argentino rindió cada vez que le tocó pisar el rectángulo y cerró su planilla con 3 puntos (1/1 en triples), 7 asistencias y 2 rebotes en 23 minutos. Al margen de los números, fue responsable de los mejores momentos basquetbolísticos de unos Rockets que, por varios pasajes del encuentro, se sumergió en el individualismo.
Si habríi habra que apuntar a alguno de los dos equipos un escalón por encima del otro, ese es Houston, que rápidamente se escapó por nueve puntos en el primer cuarto y llegó a gozar de una ventaja de 11 (42-31) promediando el segundo.
Sin embargo la visita no mostraba su mejor cara y pecaría de la dependencia de James Harden. Cuando “La Barba” estaba encendido Houston dominada, pero luego se apagó (1/4 en el segundo cuarto) y los Raptors crecieron de la mano de DeRozan, autor de 12 puntos en el segundo cuarto de los 17 que anotó en la primera mitad. Así la ventaja sería solo de uno.
No obstante, con el reingreso de Trevor Ariza los Rockets encontraron la brújula. El polifuncional alero tomó las riendas de la ofensiva, encaró el aro y sacó faltas. Un triple previo de Harden había bajado las pulsaciones de los canadienses, y así el primer tiempo sería para Houston por 52 a 48.
Esa mínima diferencia que los Rockets demostraron durante la primera mitad se desvaneció en el tercer cuarto, quizás el peor momento de los de Prigioni en el partido. Si bien durante los dos cuartos iniciales lejos estuvieron de ser excelente, los Rockets pusieron su peor cara en el tercer período, tanto en ataque como en defensa.
Totalmente estático y a la expectativa de alguna respuesta individual, los de Kevin McHale poco a poco fueron perdiendo terrero, debido a que tampoco podían sostener los malos ataques en su propio aro; la defensa dejó mucho que desear durante el período, ésto permitió que DeRozan se adueñara del espectáculo (13) y le diera la primera ventaja de la noche a su equipo (59-57) a 7:35. El liderazgo del escolta, más la defensa y la diferencia en los rebotes (15-7) fueron los argumentos para que los de Dwyane Casey le cambiaran la cara al partido.
La máxima distancia que establecerían los canadiense sería de cinco puntos en un par de oportunidades, hasta que los Rockets recuperaron la memoria de la mano de Prigioni. Con el ingreso del argentino el equipo texano fue otro, ya que le dio sentido a la ofensiva generando espacios y asistiendo. Luego volvería al juego Harden, quien sumó otros 15 puntos para darle nuevamente la ventaja a Houston (75-74) de cara a los últimos doce minutos de acción.
Toronto no perdió la línea pese a verse nuevamente debajo en el marcador con todo lo que le había costado tomar la delantera. El último cuarto fue, quizás, el más parejo, lo que derivó en un cierre emotivo. Comenzó a ser un duelo de escoltas entre DeRozan y Harden; no se daban ventajas, y ambos dieron un espectáculo digno de la NBA.
La jugada de la noche estuvo en las manos del de los Raptors. Con su equipo abajo por uno clavó los frenos y, en la cara de Harden, metió un doble a media distancia que le dio la ventaja a Toronto 97-96 a 1:27 del cierre. Luego fallaría dos tiros libres que le dieron vida a los Rockets.
No obstante, en la última jugada del partido Trevor Ariza tuvo dos chances de mandar el juego a suplementario, pero sus triples se negaron a entrar. Ahora los Rockets vuelven a tercer puesto, tras la victoria de Memphis ante Sacramento, con récord de 50-24.