No es casualidad

“La verdad es que el número uno es una gran logro, estamos felices, pero no significa absolutamente nada más que la ventaja de localía. Ahora empezamos 0 a 0”. Éstas eran las palabras de Emanuel Ginóbili una vez finalizada la fase regular de la temporada pasada, cuando terminarían siendo campeones y dando espectáculo.

¿Es una frase hecha? Para nada, sobre todo viniendo de la boca de un competidor nato. Los San Antonio Spurs jugarán en postemporada por decimoséptima temporada consecutiva, y al menos desde que Manu forma parte de la organización las palabras siempre tuvieron el mismo tono de cautela ante el conocimiento de todo lo que hay en juego.

Por eso siempre fue moneda corriente escuchar tanto al bahiense como a cualquier otro miembro del Big Three, y hasta al propio Gregg Popovich, desviar el tema o bajarle los decibeles a los elogios del mundo exterior – ajeno al bunker texano –, avisando que si bien era un objetivo llegar lo más arriba posible, lo que realmente les importaba era alcanzarlo en óptimas condiciones, físicas y basquetbolísticas.

Esta 2014/2015 no fue de las más fáciles, sin lugar a dudas. Aquel juego aceitado que deslumbró durante todo el año pasado, sobre todo en playoff y en las finales ante Miami Heat, apareció por momentos, así también los resultados. Salvo la racha comprendida entre el 27 de febrero y el 10 de marzo (6 victorias seguidas) la irregularidad marcaba al equipo. Pero dicha ráfaga fue el comienzo de algo.

El triunfo en Sacramento (107-96) sobre el final del mes de febrero sentó las bases de una reacción que deja a los Spurs como uno de los equipos del momento con tan solo tres partidos restantes en la fase regular; y no es casualidad.

Que la irregularidad haya sido una constante en San Antonio, el hecho de estar clasificados a la postemporada habiendo ganado 19 de los últimos 22 partidos no es una simple racha. Se trata de una manera de administrarse, de conocerse como equipo y tener el objetivo claro.

Esto no indica que la primera parte de la temporada no haya sido tomada con seriedad, ni mucho menos; los Spurs encontraron varios problemas de funcionamiento y bajos rendimientos individuales. No obstante, la llegada del momento más candente del año los sitúa en un lugar diferente, y eso lo saben. La filosofía y experiencia que Popovich baja hacia su plantel como cabeza de grupo ha provocado durante todo este tiempo que los actores conozcan el libreto a la perfección y, sobre todo, que confíen plenamente en el mismo.

Hoy el mapa de los playoff obliga a los Spurs a enfrentarse en primera ronda ante los Houston Rockets, quienes entre sus filas cuentan - además de Prigioni - con uno de los máximos candidatos a ser el MVP de la temporada, James Harden. Sus vecinos texanos fueron uno de los equipos de la temporada, y además recuperaron a Dwight Howard en la recta final de la fase regular. Sin embargo, ni Houston ni ningún otro quiere a los Spurs en playoff. La sensación de encontrarse con un grupo de semejante jerarquía los sitúa en una posición de incertidumbre más que de expectativas por bajar al campeón defensor.

Rudy Tomjanovich, entrenador bicampeón con los Houston Rockets, dijo alguna vez que “nunca hay que subestimar el corazón de un campeón”, mucho menos si éstos son los San Antonio Spurs podría agregarse. Con los playoff cada vez más cerca, el equipo de Manu está en su mejor momento. No es casualidad.

Sebastián Ciano
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