Con la dupla Randolph y Gasol que reinó en la pintura y con un Udrih que entró encendido y jugó un partidazo, los de Memphis se quedaron con el primer juego de la serie ante Portland Trail Blazers tras ganarle por 100-86.
Autor:Lucas Barreña (@LucasBarrena)
La Conferencia del Oeste es, sin lugar a dudas, la más dura y pareja de las dos, pero, en el centro de los ocho clasificados, los dos que se miden (cuarto y quinto) son los que, en teoría, menos ventaja se sacan. Sin embargo, este domingo por la noche, en el FedEx Forum, los Grizzlies mostraron ser sumamente superior a su rival y se adelantaron en la contienda, aunque recién empieza.
Con la visita ganando la posesión desde el salto inicial, quien se aventajó en el marcador fue el local, que mostró, desde la primera jugada, a qué se iba a dedicar: Zach Randolph pivoteó ante Aldridge y puso una bandeja para comenzar el encuentro con el pie derecho.
Y así empezó la base de Memphis; sumado con Gasol, los dos hombres más altos de los Grizzlies aprovecharon los centímetros y la buena mano con tiros de larga distancia para sacar ventaja ante un Portland que tenía Lillard como conductor, pero sufría de la ineficacia y de la presión de la defensa local.
Cuanto más pasaba el tiempo, más mejoraba Memphis. Lee y Conley se le sumaron al buen juego desde el perímetro. Mientras que, en la vereda de en frente, Aldridge se convertía en el centro de atención, aunque también tenía problemas para enfrentar a sus adversarios bajo el poste.
Y por si era poco: Udrih entró al cierre del primer cuarto y terminó de desequilibrar la balaza; en apenas tres minutos, anotó ocho unidades (4/4) para bajar el telón con un resultado a favor de 15-25.
En la reanudación, el esloveno demostraba que si estaba encendido no era casualidad, y empezó el segundo período con un triple para seguir con su 100% de efectividad. Asistía, reboteaba, aprovechaba las cortinas y utilizaba el pick and roll, con ayuda de la defensa visitante que le daba los espacios para todo.
En la base opuesta, Damian Lillard seguía imparejo. Apenas convertía sus primeros cuatro puntos y no demostraba que su eficacia cambie. La entrada del alemán Kaman mejoró la pintura de Portland, en defensa y ataque, que hasta haría un alley-oop con Aldridge, en una sintésis que mostraba a los dos mejores de los Blazers.
La primera mitad se iría con un 39-58 a favor del local, con un buen cierre de sus armadores, que iban creciendo de a poco.
El tercer cuarto tuvo un arranque fenomenal, con grandes porcentajes de tiro para ambos lados, y con un Batum que concentraba una ráfaga de canastas, aunque solo duraría no más que un puñado de minutos. Pero el resultado, aunque faltase mucho, casi estaba sentenciado, lo que logró que la intensidad no sea la misma que la de la primera mitad.
Conley continúo su camino de menor a mayor, con penetraciones que lo subrayaban del encuentro. El reingreso de Udrih también siguió por su camino, al igual que el nivel de Aldridge (que a esta altura era la única arma ofensiva de Portland) y la mala efectividad de Lillard, que terminaba el período con 4/17 intentos.
86-62 fue el resultado final del que terminó el tercer cuarto, con el moño de un tapón de Koufos ante Aldridge.
Para el último período, el marcador, con los factores basquetbolísticos y anímicos incluídos, sería irreversible. El juego se achacó, los jugadores estuvieron más liberados y sin tanto armado y con mayores contragolpes, que hasta permitía volcadas como las de Green.
Aldridge siguió anotando, como el máximo goleador del partido, pero a falta de tres minutos, el coach decidió sacar a todos los titulares, que se dio cuenta que sería irreversible.
Memphis ganó el primer encuentro de la serie, con Udrih como goleador del vencedor (20 puntos, en un 64.3% de efectividad), escoltado por Randolph y Conley (ambos con 16) y Gasol (15), que también fue lider asistidor, con 7. Sin embargo, el máximo artillero del encuentro estuvo de la vereda contraria: Aldridge, con 32 unidades, seguido por Batum, con 15.
Compacto de la victoria de Memphis ante Portland por 100-86