James Harden apareció justo a tiempo para darle la victoria los Houston Rockets por 115 a 109. La Barba terminó la noche con 32 puntos de los cuales anotó 16 en el último cuarto. Pablo Prigioni sumó 5 tantos y 4 asistencias en 20 minutos. La serie se trasladará a Los Angeles a partir de mañana.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
La noche pintaba problemática para los Houston Rockets, que se encontraban 0-1 en la serie y sin rumbo en el partido. Sin embargo apareció James Harden en el último cuarto para salvar a su equipo y mantenerlo con vida en la serie, porque viajar a Los Angeles sin victorias hubiese sido muy complicado.
La Barba venía jugando en un nivel bajo, pero en los doce minutos finales sacó la cara para los Rockets y les dio el triunfo por 115 a 109 con el que igualaron la serie 1-1 para ir mañana al Staples Center con más esperanza. Harden terminó con la noche con 32 puntos, de los cuales 16 los hizo en el período final, cuando la pelota pesa el doble. Pero hasta ese momento la velada le era esquiva, y Houston no encontraba el rumbo.
La primera mitad dejó una imagen preocupante del local, sobre todo en el segundo cuarto, que se pareció a una prolongación de lo que había sido la segunda mitad del juego uno.
De la mano de su defensa, los Rockets dominaban el partido en el inicio; Si bien Griffin anotaba (14) lograron que el resto no hiciera daño, al tiempo que Howard (10) dominaba en la pintura. Así, el primer chico se irían 35-24.
Sin embargo en el segundo cuarto llegaría la debacle para Houston. Griffin se adueñó del show y contagió a sus compañeros para maniatar a unos Rockets que lucían apáticos, carentes de ideas y de reacción. El ala pivot se floreaba anotando desde todos lados. Se mostró imparable y finalizó la primera parte con 26 puntos. Lideró un parcial de 12-0 con el que los Clippers dieron vuelta el marcador (43-41) y tomaron las riendas del trámite.
Con un DeAndre Jordan que estaba haciendo un partido perfecto, los de Doc Rivers también dominaban en la pintura. Pablo Prigioni saltó a la cancha para darle orden a los Rockets, pero McHale volvió a mostrar falta de confianza para con el cordobés, que terminó la noche con 5 puntos y 4 rebotes en 20 minutos de juego. Pese al lapidario 41-21 del segundo período, los Rockets se vieron abajo solo por nueve, 65-56.
El semblante del equipo de McHale no hacía pensar en una reacción inmediata, no obstante lo lograron con la particularidad que fue cuando James Harden se sentó con problemas de faltas. El local pareció cambiar la mentalidad, ajustó notablemente su defensa (permitió un 28% de cancha) y mediante algunos actores de reparto (Terry, Jones y Brewer) pudo achicar el margen a 83-85 para entrar al último cuarto.
Y porque los grandes jugadores están hechos para los grandes momento, Harden se sintió confiado de poder revertir la situación pese a no estar en un buen nivel (3/9 TdC); anotó en el último cuarto la misma cantidad de puntos (16) que había sumado en los anteriores tres. Así, los Houston Rockets salvaron la ropa y pueden ir con un poco más de tranquilidad al Staples Center para tratar de recuperar la ventaja de localía.