Con un partido épico de LeBron los Cleveland Cavaliers derrotaron a los Golden State Warriors por 95 a 93 en suplementario e igualaron la serie a un juego por bando. El alero terminó con una triple decena producto de 39 puntos, 16 rebotes y 11 asistencias. Fue la primera victoria en la historia de los Cavs en finales. Klay Thompson tuvo una gran performance con 34 tantos ante el flojo partido de Curry, muy bien marcado por Dellavedova.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Quedaban pocos segundos en el reloj. Stephen Curry llevaba la bola de costa a costa para ganar el juego; parecía que lograría su cometido, como momentos atrás lo había hecho para mandar el juego a suplementario con la facilidad y naturalidad con la que cualquiera se lava los dientes.
Pero allí estaba él, que no es otro que LeBron James. Como en toda la noche, el Rey hizo algo positivo; se interpuso en el camino del MVP, se quedó con el balón, el último de la noche, y el parido se diluyó con éste en sus manos. En ese momento explotó en un gritó de un león herido, con el que expresó toda su furia y descargó los nervios tras haber luchado tanto por un objetivo. La victoria era una realidad.
Los Cleveland Cavaliers obtuvieron el primer triunfo en finales de su historia al batir a los Golden State Warriors por 95 a 93 en el segundo partido de una serie que ahora viajará a Ohio nivelada 1 a 1.
James fue la gran figura de la noche estableciendo su quinto triple doble en finales, producto de 39 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias en 50 minutos de acción. Pero, lo que es aún más impresionante, es que anotó o asistió en 22 de los 29 goles de campo de su equipo (75.9%). Descomunal.
Párrafo aparte para Mathew Dellavedova. El australiano, reemplazante del lesionado Irving en la formación inicial, tuvo un rendimiento impecable en defensa desactivando la figura de Stephen Curry (17 pts, 5/23), con lo que se convirtió en factor clave en la noche. La gran actuación de Klay Thompson, autor de 34 puntos y 14/28 de cancha, no fue suficiente para los Warriors.
El primer tiempo fue muy parejo y se vio a ambos equipos lejos de su mejor forma, algo que quizás le juegue a favor más a los Cavaliers. Ninguno de los dos encontraba porcentajes, sin embargo eran los dueños de casa los que obtuvieron la primera ventaja importante de la noche.
De la mano de un inspiradísimo Klay Thomson (9) los Warriors lograron establecer una máxima de 20-12 a 3:12 del final del primer cuarto. Shumpert era su marca asignada, mientras que Dellavedova estaba con Curry, ante quien estaba haciendo un muy buen trabajo.
Pero nadie podía con Thompson, aunque tampoco era culpa del propio Shumpert. El escolta tiró a media, larga y corta distancia con mucha efectividad a través de jugadas individuales, ya que su equipo no estaba fin en ataque y le costaba encontrar tiros cómodos.
Del otro lado los Cavs mostraban su peor cara. Al igual que en el primer partid, David Blatt comenzó con el uno contra uno de LeBron ante el mundo, y no le estaba funcionando al principio. No obstante, cerró el período con parcial de 8-0 para irse igualados en 20.
En el segundo cuarto los Cavs cambiaron la cara, sobre todo por la inclusión de más variantes a su ofensiva. Si bien James seguía siendo su guía (20 pts, 7/13), no solo lo era desde el goleo, sino también creando juego. Así fue que se sumaron James Jones (8) y Timofey Mozgov, de muy buena primera mitad (11 y 6 reb). El ruso fue muy inteligente para ofrecerse como otra opción de gol, cortando hacia el aro.
El aro se veía muy chico desde la perspectiva de los Warriors, que solo tiraron para un 45% de cancha. A excepción de Thompson, Golden State tiró 12/25, incluido 2/12 en triples. Cleveland sacó máxima de 40-33 promediando el segundo cuarto, pero los Warriors contestaron con un par de apariciones de un apagado Curry y se fueron al entretiempo 47-45 para la visita.
En el tercer cuarto los Cavaliers llevaron por completo el partido al terreno que más les conviene; pocos puntos (15-14 a favor), provocando 11 pérdidas a los Warriors, sacando de ritmo a Thompson (4) y sin permitirle a Curry que se meta en el juego. Así, el equipo de Steve Kerr tiró 5/16 de cancha, pero los Cavs no lograron calentar motores (4/21, 19%). Así mantuvieron una diferencia en el orden de los 6 puntos, y entraron al cuarto período arriba 62-59.
Los doce minutos finales del tiempo regular fue pura tensión. Curry, completamente desaparecido, metió la cuchara cuando su equipo más lo necesitaba, digno del gran jugador que es. Cleveland ganaba por 11 (79-68), pero el MVP clavó cinco puntos, y Kerr mandó a llevar a cabo el “Hack a Tristan”, mandando a la línea a Thompson. Así los Warriors se pusieron a solo 5, y se vieron 85-87 a 1:23 del cierre.
Curry entró en bandeja fácilmente ante la mitad de toda la defensa de los Cavs, y el partido viajaba nuevamente al suplementario.
En la prórroga no hubo lugar ara Curry. Dellavedova fue un perro de presa, lo dejó 0/4 de cancha y lo anuló por completo. De hecho, ninguno de los 17 puntos anotados por Curry fueron ante el australiano.
Pero J.R Smith cometió otro error defensivo enviando a Curry a la línea a falta de 29 segundo y éste puso el partido 93-92. Al otro lado Draymond Green le metió una tapa mpresionanta a James, quien luego falló un triple; pero apareció la figura de Dellavedova para robarse el ofensivo y la noche. Le hicieron falta, fue a la líena, y conviritió los ds para poner a Cleveland uno arriba.
La serie tomó otro rumbo ante la lesión de Kyrie Irving, pero los Cavs volvieron a encarrilarla. Robaron uno de Oracle Arena, algo que solo sucedió cuatro veces en todo el año (llevaban un récord de 47-3), y ahora van a casa con la ventaja de localía en el bolso.