Mucho ruido y pocas nueces

Salta Basket: Tuvo todo el aparato gubernamental a su favor. Muchísimo dinero en el armado del plantel, el magnífico Delmi para hacer las veces de local, micros y comida gratis para que la gente se acerque al estadio desde diferentes puntos de la ciudad y una atmósfera favorable cada vez que le tocó jugar en casa en lo referido a lo arbitral. Ganó 17 partidos seguidos y logró un nuevo récord en la categoría, pero fracasó en el momento más importante, el de los playoffs. Igualmente, está bien considerado y es gran candidato a ocupar un lugar en el próximo TNA, si es que finalmente tiene 28 equipos.

Nicolás Avellaneda (Santiago del Estero): Muy aceptable torneo del conjunto santiagueño, aunque con gusto a poco por la forma en la que terminó. Alternando su localía entre los estadios de Quimsa y de Olímpico, el equipo dirigido por José Small se nutrió de jugadores de categorías juveniles de los dos clubes de la provincia que militan en la Liga Nacional y se transformó en la segunda fuerza de la zona, aunque siempre muy por debajo de Salta. Ya en los playoffs, le ganó relativamente fácil a Central Argentino Olímpico de Ceres, pero perdió sus tres partidos de local ante Asociación Italiana y rifó sus chances de ascenso, aún habiendo ganado sus dos juegos en Charata.

San Martín (La Rioja): Viejo zorro del Torneo Federal y con pasado en la máxima categoría como entrenador de Andino, Picana Rodríguez armó un buen plantel y le sacó bastante jugo. Con nombres de dilatada trayectoria en el campeonato como Juan Meza y Mateo Rodríguez, el Tornado ganó partidos fundamentales como el que le rompió la racha ganadora a Salta Basket y logró su mejor posición en la historia del TFB, terminando sus sueños de TNA ni más ni menos que ante el ascendido Hindú. Como deuda, una vez más, quedará sus malos resultados en los clásicos ante Facundo.

Facundo (La Rioja): Luego de haber perdido la categoría en la edición anterior, el Caudillo fue invitado a disputar esta temporada del Torneo Federal y no defraudó. De la mano de un grupo de entusiastas dirigentes y colaboradores como el Gurí Cáceres y Rosita Mercado, el club riojano le otorgó la dirección técnica a Walter Gutiérrez que llegaba con buenos antecedentes desde Anzorena y no defraudó. Facundo volvió a sentar cabeza en la categoría, tuvo récord positivo en los clásicos contra San Martín y, si bien no logró meterse entre los tres mejores de su grupo, le hizo fuerza al luego campeón Parque Sur. Con algunas correcciones, puede ser candidato el próximo año.

Tucumán BB: Demasiado sabor a poco para un club que, por portación de nombre, es siempre candidato en el tercer escalón del básquet nacional. Con algunos jugadores interesantes y una zona que no fue de las más fuertes del certamen, los tucumanos alternaron alguna que otra victoria clave con derrotas ante los peores equipos del grupo, por lo que siempre estuvo lejos de las tres primeras posiciones. Para completarla, ya en los playoffs, cayó 3-1 ante Municipal Santa Rosa pese a tener la ventaja de la localía. Mucho a corregir a futuro.

Unión Orán: Histórico habitante de las posiciones bajas de la tabla, el conjunto del interior salteño siempre estuvo a la sombra del otro equipo de su provincia, pero las flojas campañas de Olimpia y Red Star le permitieron zafar del descenso sin mayores problemas. Ganó algún que otro partido resonante a lo largo de la serie regular y estiró su serie de playoffs a cinco juegos ante Central Argentino Olímpico de Ceres. Sin lugar a dudas, su mejor temporada desde que juega en el Torneo Federal.

Tiro y Deportes Río Grande: Al igual que Unión Orán, se vio favorecido por el mal torneo que hicieron los dos clubes catamarqueños. Luego de haber perdido la categoría el año anterior, fue invitado y se salvó del descenso casi sin querer este año ya que nunca peleó de lleno en el fondo de la tabla pese a tener una campaña bastante pobre. Como era de esperar, fue barrido en la primera serie de playoffs que disputó, pero al menos sentó bases en la categoría y ganó una experiencia que a futuro le puede servir.

Olimpia (Catamarca): Solo cinco victorias en 28 partidos hablan a las claras lo que fue la serie regular del elenco borravino. Rápidamente condenado a jugar el playoff por la permanencia, pese a tener hombres experimantados como José Juárez o Agustín Jure, el conjunto dirigido por Hugo López salvó su temporada ganándole 3-2 la serie ni más ni menos que a Red Star. La llave fue peleada, Olimpia llegó a perder la localía, pero se impuso fuera de casa y lo liquidó en el quinto juego con un Jure que entró a la historia olimpista al anotar la conversión que le permitió a su equipo mantener la categoría.

Red Star (Catamarca): "El que las hace las paga", reza una frase popular. Y nada mejor que esa sencilla oración para describir las dos últimas temporadas de Red Star ya que contrató a Román González el torneo anterior para salvarse del descenso y lo logró, pero a costa de una deuda enorme que lo hizo perder muchísimos puntos para esta campaña. Ese descuento hizo que jugara la serie ante Olimpia sin ventaja de localía, cuando ganó más partidos que su clásico rival, pero el destino le tenía reservado el peor final, aún cuando iba ganando 2-1. Cayó en los dos últimos juegos, en el quinto en el último segundo, y perdió la categoría. La justicia divina a veces tarda, pero siempre llega.

Foto: Prensa Facundo

Leonardo Chianese (@leodeflores) (leochianese@pickandroll.net)