Sin ascensos pero con un milagro

Platense: Cuando organizó un cuadrangular de pretemporada ante Boca, Obras y Ferro ya dio muestras de que iba a llegar lejos. Juntó muy buenos nombres para la categoría, aunque siempre pareció que dependía más de las individualidades que del juego en conjunto. Eso le alcanzó y le sobró en la fase regular, pero lo complicó en los playoffs donde ganó dos series en quinto partido (Unión Vecinal y Temperley) hasta que se cruzó con un Olimpo que le robó la localía en Vicente López y lo liquidó en Bahía Blanca. Podría haber dado un poco más, pero dejó en claro que tanto adentro como afuera de la cancha (gran trabajo en prensa por ejemplo) es una plaza tentadora para esta categoría o incluso para el TNA.

Gimnasia (La Plata): El básquet argentino necesitaba la vuelta del Lobo a los primeros planos. Gimnasia armó un equipo con gente de experiencia, fue contundente jugando en La Plata, ganó mucho afuera y siempre estuvo bien arriba en la tabla. Borró fácilmente a San Martín de Junín, pero el destino le jugó una mala pasada cruzándolo con Olimpo en las semifinales por el ascenso. Cayó de local y no pudo dar vuelta la cosa en Bahía, aunque se dio el gusto de volver al ámbito nacional, lo cual no es poco. Ahora, deberá ir por más, como lo exigen su historia y la numerosa cantidad de gente que lo acompañó a lo largo de toda la temporada.

Estudiantes (La Plata): Desde el country de City Bell se armó un equipo que estuvo a la altura de las circunstancias en todo momento. Apoyado en la experiencia de Sartorelli, el goleo de Fillol o Cejas y el aporte de Vallejos que ganó experiencia luego de su paso por las inferiores de Boca, el Pincha fue sólido, ganó más de lo que perdió y llegó lejos en los playoffs. Clasificó entre los seis mejores, eliminó a Rivadavia de Mendoza y Unión de Sunchale, pero no pudo en la final por el ascenso ante Atenas de Carmen de Patagones. Pese al obvio mal sabor de perder la final, se dio cuenta que pudo e irá por más el año entrante.

Pedro Echagüe: Con un histórico de la casa como Juan Pablo Boadaz a la cabeza, el club de la calle Portela sabe a lo que juega, conoce sus defectos y trata de explotar al máximo sus virtudes. Sufrió durante la temporada la baja de Podestá en la zona pintada, pero la llegada de Hilario Gutiérrez desde Obras le dio la posibilidad de crecer en la tabla de posiciones y en su juego. Clasificó directo a la segunda fase, aunque quedó rápidamente eliminado a manos de Temperley pese a la ventaja de localía. Ya aseguró a Mariano Franco para la próxima temporada, ganando así un nombre más que importante en su lucha por volver al Torneo Nacional de Ascenso.

Temperley: En el año quizás más importante de su historia deportiva, el Gasolero llegó a la máxima categoría de fútbol y a la tercera división en el básquet. Armó un equipo importante, se hizo muy fuerte jugando en Turdera siempre con muy buenos marcos de público y pudo eliminar a Pedro Echagüe sin ventaja de localía. Cayó 3-2 a manos de Platense en un choque especial por viejos duelos del ascenso futbolero, por lo que le quedó un poco de sabor amargo en el final, pero aprobó y con creces en su primera experiencia en la categoría. El presidente del club es un hombre de básquet, por lo que tiene todo dado para seguir creciendo a futuro.

San Lorenzo (Chivilcoy): Los de Chivilcoy cerraron el lote de seis equipos que clasificaron de manera directa a la segunda fase de los playoffs y lo lograron gracias a una buena fase regular. Pese a estar siempre a la sombra de las potencias de la zona, San Lorenzo armó un grupo compacto, que podía ganarle a cualquiera, pero al que el descuento de dos puntos lo relegó demasiado en la tabla. No pudo dar mucha pelea en los playoffs y el rápido 3-1 sufrido a manos de Bahiense del Norte lo eliminó de la competencia cuando se pensaba que podía dar más. Aprobó, pero se suponía que podría haber llegado un poco más lejos debido a los apellidos que tenía.

River: Saldo neutro. No es un deporte que termina de ser importante para el club y ni siquiera usa camiseta Adidas. Da la sensación que tiene un gran potencial pero que no lo termina de usar en este deporte, seguramente por cuestiones propias de un club de semejante importancia. La serie regular no fue mala, pero quedó rápidamente eliminado a manos de un limitado Independiente de Neuquén, incluso teniendo una ventaja de localía que no supo aprovechar luego de perder el segundo partiro de la serie en Núñez. Puede mejorar de cara a la próxima temporada, pero deberá poner manos a la obra si es que desea hacerlo.

Sarmiento (Junín): Muy digna temporada presentación en la categoría y sobresale todavía más si se tiene en cuenta que es un club históricamente vinculado al fútbol. Armó un equipo con algunos jugadores de buen pasado en otros clubes de la zona, le dio pelea a todos en la fase regular y llegó combatir de igual a igual en los playoffs, donde eliminó a Ferrocarril de Concordia en una serie muy áspera y tuvo contra las cuerdas al ascendido Olimpo que precisó de cinco partidos para eliminar al Verde. El balance deja una gran sonrisa y la posibilidad de seguir desarrollándose a futuro dentro del tercer escalón del básquet nacional.

Huracán (San Justo): Digna campaña del club de San Justo. Sin experiencia en la categoría, el Globo sufrió varias lesiones que complicaron su temporada en el comienzo, por lo que terminó dependiendo en demasía de los perimetrales Manzanares y Paciotti. Siempre tuvo claro que el objetivo era mantener la categoría, cosa que logró gracias a un triunfo clave sobre Villa Mitre y el bajón de Independiente sobre el final. Los playoffs fueron la consencuencia lógica de haber logrado el objetivo y la ventaja de localía casi un regalo del cielo, pero cayó rotundamente 3-0 ante Peñarol del Tala. Pese a ese mal final, el objetivo ya estaba cumplido.

Belgrano (San Nicolás): Luego de perder la categoría el año anterior, Belgrano fue invitado a participar de la edición 2014/2015 y apostó por la experiencia de algunos jugadores con pasado en la máxima categoría como Gabini, Calvo o Ferrero. Nunca se hizo fuerte en San Nicolás y ganó poco afuera, dibujando una serie regular floja que completó con la derrota ante San Martín de Junín en la primera fase de playoffs con ventaja deportiva. Volvió a sentar bases en la categoría pero podría haber hecho más de lo que hizo ya que su historia es muy importante para estar en este torneo sin siquiera pelear en lo más alto de la tabla de posiciones.

San Martín (Junín): Siempre aparece como posible candidato en la previa por el respeto que imponen los juninenses jugando de local y la presencia de algunos ex jugadores de Liga Nacional que en esta categoría marcan la diferencia. Sin embargo, nunca terminó de arrancar en la serie regular y sufrió el descuento de un punto que lo hizo perder varias posiciones de cara a los playoffs. Sin embargo, ya en la etapa clave del torneo, eliminó a Belgrano de San Nicolás con desventaja de localía y se regaló una sonrisa de fin de temporada pese a perder sin atenuantes ante Gimnasia de La Plata en la fase siguiente. Aprobó, pero tiene potencial para más.

Unión Vecinal (La Plata): Con una base histórica que se mantiene a lo largo de los años aunque con algunas bajas puntuales para esta edición, el conjunto de la capital bonaerense dio pelea hasta donde pudo. En la serie regular alternó buenas con malas pero siempre fuera de la zona de descenso gracias al bajón de Independiente y a todas las derrotas de José Hernández. Salvó su temporada derrotando sin ventaja de localía a Pérfora en la primera fase de los playoffs y luego tuvo contra las cuerdas a un Platense que precisó cinco partidos para derrotar a los de La Plata. Aprobó, pero con algunas falencias en la fase regular.

Villa Mitre: Armó un equipo con intenciones de dar pelea por el medio de la tabla, ni siendo candidato a ascenso ni tampoco para pelear el descenso. El 0-7 con el que arrancó la temporada lo condenó a estar toda la fase regular en el grupo de abajo aunque algunas victorias puntuales ante rivales directos, y el bajón de Independiente de Tandil, lo hicieron evitar el playoff por el descenso. Ya en la reclasificación, cayó 0-3 ante Rivadavia de Mendoza y cerró la temporada con gusto a poco, pero con la tranquilidad de haber mantenido la categoría y la posibilidad de seguir dando batalla en el tercer escalón del básquet nacional.

Independiente (Tandil): De entrada nomás quedó en evidencia que los tandilenses ya no eran los de temporadas anteriores. Se les fue la base histórica (Portillo, Picarelli, Castiñeira) y armaron un equipo con la intención de mantener la categoría y ver hasta donde se podía llegar. No arrancó del todo mal, pero cayó mucho sobre el final y debió jugar un playoff por la permanencia, a todas luces impensado poco antes. Ganó los dos primeros juegos, pero cayó en tres seguidos y perdió la categoría. Si no es invitado, deberá empezar de nuevo desde el duro ámbito federativo de la Provincia de Buenos Aires.

José Hernández: En la bajada de esta nota explica en pocas palabras lo que fue la temporada del club de Mataderos. Con nula experiencia en el básquet nacional y con una fuerte corriente dentro de la institución de gente que se negaba a participar de un certamen tan oneroso, José Hernández armó un equipo con gente del club y otros con pasado en distintas instituciones porteñas. Nunca funcionó, apenas ganó dos partidos de los 28 de la serie regular pero marcó precedente dándole batalla a Independiente de Tandil a poco del final. Ya en la serie definitoria, obviamente con desventaja deportiva, perdió los dos primeros choques en Tandil, pero ganó tres al hilo y consumó el milagro. ¿Participará del próximo Federal?. No se sabe, pero en el mientras tanto no queda otra que aplaudir a un grupo que soportó todo y mantuvo la categoría.

Foto: Prensa Platense

Leonardo Chianese (@leodeflores) (leochianese@pickandroll.net)