Los Golden State Warriors son campeones de la NBA después de cuarenta años. Lo lograron luego de derrotar a los batalladores Cavaliers por 105-97 y cerrar la serie 4-2. El equipo californiano hizo una gran segunda mitad y respondió con mucho aplomo cuando Cleveland pretendió acercarse. Andre Iguodala fue el MVP.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
La sequía terminó. Ya no habrá más que recordar, sino festejar. Los Golden State Warriors son campeones de la NBA nuevamente, como en 1975, cuando vencieron en la final a los Washington Bullets. Otra época, otra liga.
Estos Warriors, liderados desde el banco por un Steve Kerr novato en el menester de la dirección técnica, dominaron la temporada de principio a fin y se llevaron más que merecidamente una serie final ante un equipo como Cleveland con el que hay que sacarse el sombrero, porque con dos estrellas menos (Igudala y Love, aunque no habría que olvidarse de Varejao) luchó como pocos y mostró que en ningún momento se los podía dar por vencidos.
Golden State fue un aluvión durante el primer cuarto. El equipo de Steve Kerr logró establecer una ventaja de 28-13 al cabo de los primeros doce minutos de acción marcando diferencias tanto en defensa como en ataque, donde tiró para un 55% de cancha y encontró gol en cada uno de los jugadores que estuvo en cancha.
La contracara eran los Cavs, erráticos (40% TdC) y con LeBron James y Tristan Thompson (3/3) acaparando 15 de esos 18 puntos. Los dirigidos por David Blatt cometieron muchísimo errores de balón - cerraron el primer período con 9 pérdidas –y lo pagaron muy caro. Curry lideraba con 9 puntos a los Warriors, que metieron un parcial de 11-3 para irse al primer descanso.
En el segundo chico las cosas cambiaron bastante en ambos lados. Cleveland volvió al juego porque pudo ordenarse en defensa y LeBron comenzó a funcionar. El Rey había tirado 2/6 en el primer cuarto; sin embargo empezó a ir hacia el aro y a ser más preciso (4/8). Poco a poco se adueñó del ritmo del juego y cerraría la primera mitad con 15 tantos, 8 rebotes y 3 asistencias.
Mientras tanto los Warriors tuvieron el aro cerrado. Anotaron apenas 6/22 de cancha (27.3%) dejando crecer a los Cavs, quienes se llevaron el cuarto 28-17 para terminar el primer tiempo abajo solo 43-45.
Pero esa imagen que habían dejado los de Blatt en el segundo cuarto quedaría muy atrás y a lo lejos en el tercero; a medida que éste fue progresando, los Warriors se asentaron cada vez más, poco a poco fueron tomando confianza y se afianzaron en su juego.
Fue una verdadera muestra de la visita acerca de quiénes llevaban las de ganar en estas finales, al menos desde que Irving dejó de estar disponible. Cleveland volvió a caer en los problemas de manejo de balón (4 pérdidas, 16 en total) y Golden State no se lo perdonó; de la mano de Curry en su faceta de armador todos tocaban la pelota y quedaban el posición de anotar. El más beneficiado fue Festus Ezeli, quien sorpresivamente explotó con 8 puntos desde el banco.
Los Warriors jugaban el pick directo a la bola bien alto, y Curry castigaba con sus pases al corazón de la pintura, que quedaba vacía. Así fueron edificando una ventaja que llegó a ser de 15 (73-58). Cleveland tuvo su momento en el período. Fue cuando pasó al frente 47-45, pero a partir de ese momento los de Oakland establecieron un parcial de 16-4 y entraron a los doce minutos finales arriba 73-61.
En el último cuarto Golden State jamás dio lugar a una reacción de los Cavs. LeBron James (32 puntos, 18 rebotes y 9 asistencias) fue por la heroica, lanzó 12 tiros y convirtió 10 puntos, pero los Warriors estaban en llamas. Curry metió dos triples seguidos, luego cayeron los de Iguodala (2) y otro de Thompson para escaparse 94-79 a 5 minutos del final.
Cleveland estaba golpeado; su semblante en la cancha se trasladó a un público que fue silenciándose a medida que el reloj corría. Solo Smith encendió los corazones de los hinchas con tres triples en los últimos dos minutos. Los Cavs lucharon hasta el final, estuvieron a cuatro puntos (101-97) con 32 segundos por delante, pero no les alcanzó.
De los Rick Barry, Butch Beard, Jamal Wilkes y Clifford Ray a los Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala hubo una brecha de cuarenta años. La NBA tiene un nuevo campeón, y esos son los Golden State Warriors.