Argentina define con Egipto su posición final

Corea impuso el ritmo desde el arranque, y a la Argentina le tocó correr desde atrás. El juego frenético de posesiones cortas dejó a las asiáticas mejor paradas, disparándose por seis al llegar al promedio del primer cuarto (3-9).

El ingreso de Giustiniani puso a nuestras chicas más activas, y con poco, le quitaron las riendas del match a su rival. Las coreanas se mostraron propensas a las pérdidas cada vez que la celeste y blanca las presionó, y en el otro cilindro, con una mejor rotación de balón, se llegó a la anotación o a la recepción de infracciones.

El elenco oriental no se salió de su libreto y mantuvo la defensa zonal, pese a que el rompimiento de primera línea se hizo cada vez más frecuente, y con este, la posterior descarga y la apertura del tiro de tres puntos, que de la mano de Giustiniani dejó a las nuestras a sólo dos (13-15) al momento de empezar el segundo cuarto; con un parcial de 10-1 en los últimos tres minutos.

La virtud de Corea pasó por pegar siempre primero en el inicio de cada cuarto. Con puertas de atrás como arma, recuperó los diez de luz en poco más de tres minutos (13-23), afectando el trámite a través de su resguardo.

Argentina dejó de pasarse el balón, y al tener el rompimiento de primera línea cada vez más accesible, encaró el canasto chocando contra las grandes de su rival, sin leer que estas no saltaban en ayuda de las perimetrales, por lo que el tiro a cuatro metros era una opción viable que no se buscó.

La escuadra nacional buscó dar el golpe de timón a través de una zona (14-23, 3:30), pero esta no logró su cometido. La brecha no se achicó, y con diez puntos de diferencia se metieron al descanso largo (20-30).

El retorno de vestuarios entregó el segmento más deslucido de nuestras chicas. Perdidas en defensa, con saltos en ayuda tardíos y sin correr el remplazo de posiciones, Corea volvió a lastimar con su efectividad.

Este decaimiento en el terreno propio, se trasladó al ajeno, y contaminó lo bueno que se fue gestando en el primer tiempo. Argentina no gravitó, y con meros arrestos individuales logró mantenerse a flote, llegando al acto final con una brecha de 11 puntos en contra (34-45).

Con mayor actitud, las criollas buscaron torcer la historia, con un buen pasaje de Armesto que supo liderar al equipo, para quedar a seis unidades (41-47). De igual forma, y apoyándose en su velocidad para romper la presión, el elenco asiático se volvió a disparar, y con una ráfaga de 9-0, plantó la máxima de 15 (41-56) al llegar al promedio del cuarto.

Un tiempo muerto solicitado por Hernán Amaya sirvió para reordenar el esquema, y a través de un trabajado parcial de 10-2 en dos minutos y medio, Argentina volvió a ponerse en partido (51-58) y la llama de la ilusión incrementó su poder.

La distancia continuó recortándose, entendiendo que el reloj también comenzaba a jugar su partido. Un triple a la carrera de Armesto dejó el tanteador 57-59 con sólo 7.9 por disputarse; y si bien las coreanas no fueron infalibles desde la línea, les alcanzó para cerrar el match a su favor.

Ahora nuestras chicas se medirán en la última jornada ante Egipto (04:00 de nuestro país), para definir su posición final en este torneo.

Síntesis

Argentina (57): Magalí Armesto 9, Sabrina Rodighero 2, Agustina Leiva 2, Victoria Llorente 15 y Agustina García 5 (inicial); Emilia Giustiniani 10, Julieta Albuerne 9, María Sol Laviero 3, Aldana Arture 0, Victoria Lara 0 y Julieta Mungo 2. DT: Hernán Amaya.

Corea (63): Lee 16, Kim 7, Lee 13, Park 11 y Jin 14(inicial); Kim 0, Cha 0 y Eom 2. DT: Mi Ra Jung.

Parciales: 13-15 / 20-30 / 34-45.
Árbitros: Fritz – Al-Kuwari – Davydov.
Estadio: Vidnoe Arena.

Emanuel Niel
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