En un partido clave de cara a la clasificación, Venezuela derrotó con inteligencia y paciencia a Puerto Rico por 74 a 63. Los dirigidos por Nestor el "Che" García fueron de menor a mayor en el encuentro y dominaron a los boricuas que dependen mucho de la dupla Barea - Balkman.
Autor:Flavio Ibarra (Fibarra@pickandroll.net)
En el segundo partido que disputa la selección de Venezuela en el Preolímpico 2015 de México, los dirigidos por Nestor el "Che" García no ganaron solo un partido, sino que para la vinotinto enfrentarse a Puerto Rico históricamente es una espina muy grande. Por eso no sorprende la actuación en equipo de Venezuela para vencer a Puerto Rico por 74 a 63.
El primer cuarto fue muy parejo, ambos equipos destinaron todas las energías al ataque y dieron lo minímo en defensa, lo más parecido a un all star game donde los jugadores pueden tomar lanzamientos sin ningún tipo de oposición. Puerto Rico corriendo con Barea (6)Balkman (6) y Vasallo (6) desde 6,75 anotaban, mientras que la respuesta de Venezuela llegaba por parte de José Vargas (8) y Nestor Colmenares (8). En ese golpe por golpe los dirigidos por Richard Pitino terminó ganando 22 a 20.
En el segundo periodo Venezuela ajustó en el tema defensivo y Puerto Rico empezó a mostrar su peor cara, cuatro pérdidas consecutivas le dieron la posibilidad a los del "Che" a pasar al frente con un parcial de 6/0 (26 - 22). Este mal comienzo de cuarto obligó a Pitino a solicitar minuto para reordenar a su equipo. En el regreso la figura de Balkman y Barea fue fundamental para que Puerto Rico empareje el resultado tomando a contrapíe a un balance defensivo Venezolano con muchos inconvenientes, los últimos cinco minutos no contaban con un dueño absoluto de los ritmos, pero fueron los vinotintos quienes tomaron mejores decisiones en ofensiva de la mano de Graterol y Colmenares para cerrar arriba 43 a 37 .
Luego del descanso largo, Puerto Rico fue el que mejor se sintió en el rectángulo de juego y eso le permitió acercarse en el tanteador, pero la paciencia de Venezuela después de dos pérdidas consecutivas encontró el gol nuevamente y volvió a tomar la ventaja de 6 con la que se fue a los vestuarios promediando los cinco minutos de juego (49 - 43). Esto volvió a quemar los papeles de un conjunto boricua que volvía a caer en la laguna de las pelotas perdidas, la mala toma de decisiones y no poder correr, esto sumado a que Pitino debió darle minutos de descanso a la dupla Barea - Balkman y Venezuela se fue al último cuarto con una diferencia máxima de 13 (62 -49).
Para que el golpe sea aún más fuerte, las primeras dos ofensivas de Venezuela fueron una daga en el pecho ya que José Vargas a media distancia convirtió y siguió estirando la distancia entre las dos selecciones y encima en la ofensiva siguiente de Puerto Rico, Richard Chaney en una penetración cayó fuerte sobre su humanidad y debió ser retirado del campo de juego. En cuanto a lo deportivo el resultado ya estaba pintado de vinotinto y pese a algunos manotazos de ahogado de los boricuas Venezuela se quedó con el duelo por 74 a 63. La figura de los ganadores estuvo en el equipo que se repartió el puntaje y defendió en momentos claves para desencajar la propuesta de los de Pitino.
El cotejo mostró a una Venezuela inteligente que fue creciendo de menor a mayor, mientras que Puerto Rico como en su encuentro ante Argentina se fue despitando con el pasar de los minutos y demostró que depende 100% de lo que realicen Balkman y Barea, necesitando mucho más de sus actores secundarios.
Puerto Rico no aprende más. Siguen jugando al basquet individualista y vago al que jugaban cuando tenían a Piculín Ortíz, Mincy o Carlos Arroyo, con la diferencia de que ahora no los tienen (ni tampoco jugadores equivalentes, con todo respeto). Siempre jugaron a correr desordenadamente, con mínimo juego colectivo; o peor, cuando no pueden contraatacar, tira el que tiene la pelota o se la juega uno contra uno aunque la situación no sea favorable. No juegan rápido, juegan apurados que no es lo mismo; y ni hablar de la defensa a media máquina que ya es marca de la casa. Si Puerto Rico no cambia su forma de jugar (y de concebir) el basquet, se van a transformar definitivamente en una selección de segundo orden. Es mi opinión y por supuesto puedo estar equivocado, pero creo que es así. Saludos.