Lejos de su mejor nivel los Spurs derrotaron a los Knicks por 94 a 84 y consiguieron su tercera victoria consecutiva. La defensa fue el arma principal de los texanos, que secaron a su rival en el último cuarto permitiéndole solo un gol de campo en los últimos siete minutos. Ginóbili metió un triple determinante y terminó con 7 puntos y 3 asistencias. Duncan continúa batiendo récords.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Los Spurs venían de vencer a los Boston Celtics en un partido que estuvo marcado por el récord del Big Three con más victorias en la historia de la NBA. Esta noche, Tim Duncan volvió a quedar en los libros de las estadísticas de la mejor liga de básquetbol del mundo. San Antonio venció a los New York Knicks por 94 a 84 en el Madison Square Garden, por lo que el ala pivot se convirtió en el jugador con más triunfos con un mismo equipo al conseguir la número 954 vestido de negro y plateado.
Pero para quebrar este nuevo registro tanto Duncan como sus compañeros tuvieron que luchar en una noche que no les fue para nada cómoda. Las razones para explicar la tercera victoria seguida de los texanos se encuentran en la defensa, de Kawhi Leonard sobre Carmelo Anthony en primera instancia, y la grupal durante el cuarto período, en el que dejaron a los Knicks en 19 puntos con solo un gol de campo en los últimos siete minutos de acción.
Dentro de un comienzo errático, los Knicks habían sacado la primera ventaja luego de los 12 minutos iniciales por 21 a 18. Sin embargo los Spurs reaccionarían en el segundo con su mejor cuarto de la noche, sobre todo en el costado defensivo, donde le provocó 6 pérdidas a los de la Gran Manzana. Asimismo, del otro lado LaMarcus Aldridge comenzó a gravitar (7) y así San Antonio se fue al primer descanso arriba 47-35.
El segundo cuarto había dejado la sensación de control por parte de la visita, sin embargo en el inicio del complemento New York comenzó a imprimirle una intensidad diferente, algo que de a poco fue dándole réditos. Cargando al rebote ofensivo (4) y atacando el canasto, los dirigidos por Derek Fisher le complicaron la noche a los Spurs, quienes se sostenían desde las manos de Aldridge en ataque (10 en el cuarto) pero se los notaba muy incómodos.
El buen ingreso de los suplentes, sobre todo del rookie Jeriant Grant (6), más las intervenciones de Porzingis y los puntos que sumó Anthony desde la línea (7) los Knicks se pusieron a 5 en el tercer cuarto (70-65) cuando los Spurs habían sacado la máxima de 57-44.
San Antonio entró con muchas dudas al cuarto final debido a las concesiones en defensa y por la falta de juego en ataque (5 pérdidas). Pero de a poco se fueron disipando cuando se fue solidificando en su propio canasto. Los suplentes de New York continuaron sosteniendo al equipo, sin embargo la defensa de los Spurs hizo lo propio, mientras que en ataque apareció Ginóbili para comenzar a definir la historia.
A 9:22 del final, sin un buen juego por parte de San Antonio, Ginóbili clavó un triple muy importante que le dio aire a su equipo (80-73) en un pasaje en el que les costaba encontrar buenos tiros. Más adelante, cuando New York se había acercado nuevamente a cinco (79-84) fue Boris Diaw el que sacó un conejo de la galera con otra bomba, que dejó el marcador 87-79 con 6:43 en el marcador.
La defensa se encargó del resto, ya que los Knicks solo convirtieron un solo gol de campo en los últimos siete minutos de juego, y fue recién cuando solo restaban cinco segundos para el final del partido. En ese momento el encuentro ya era historia.
Con este nuevo triunfo, los San Antonio Spurs quedaron con registro de 3 victorias y 1 derrota para mantenerse cuartos en el Oeste, detrás de los todavía invictos Thunder, Clippers y Warriors. Mañana, en Washington, volverá a ser el turno de verlos en acción.