Scola tuvo una gran noche en otra victoria de Toronto
Los Raptors hicieron historia al ganarle a Dallas por 102-91 y comenzar con récord de 4-0 por primera vez en su historia. Para ello contaron con un Luifa determinante, autor de 19 puntos y 12 rebotes en 31 minutos. Los canadienses terminaron inclinando la balanza con un parcial de 12-0 en el último cuarto.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Poco a poco Luis Scola se está metiendo a Canadá en el bolsillo. El Luifa tuvo su mejor partido desde su arribo a Toronto; fue autor de 19 puntos y 12 rebotes en lo que terminó siendo victoria de los Raptors sobre los Dallas Mavericks por 102 a 91 que, además, tuvo un sabor especial ya que con ella alcanzaron un récord de 4-0, algo que nunca habían podido lograr en la historia de la franquicia.
El primer tiempo contó con un dueño en cada cuarto. El primero perteneció a los Raptors, al tiempo que los segundos doce minutos de acción favorecieron a los Mavs, pero no solo desde el resultado sino también desde el desarrollo.
El equipo de Dwane Casey comenzó dominando en ambos costados de la cancha. Con una ofensiva muy aceitada en la que se involucraban todos, sacó una primera ventaja de 18-11 con Kyle Lowry castigando a larga distancia (3/3 triples), más la figura de DeRozan (4 puntos y 1 asistencia) y un Luis Scola inspirado; El Luifa sumó 8 tantos (4/5), 3 rebotes y una muy buena defensa sobre Nowitzki . Toronto Abastecía a Valanciunas en la pintura, lo que le permitía contraer la defensa local y generar espacios para los perimetrales.
En defensa los Raptors también imponían las reglas, ya que no dejó jugar cómodo a Deron Williams, y Nowitzki no entraba tanto en juego. Fue Chandler Parsons - con 8 puntos - el que sostuvo a los Mavs durante el primer cuarto, que terminó 31-25 a favor de los canadienses.
Sin embargo el partido cambió radicalmente desde el inicio mismo del segundo chico. Con un muy buen aporte del banco de suplentes, sobre todo ante el ingreso de Dwight Powell (10 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias), Dallas comenzó a ganar confianza y, desde ella, a dominar el ritmo del juego.
Así fue que metió un parcial de 9-0 desde el arranque con el que pasó al frente por primera vez en el partido, 34-31. Más tarde, esa ráfaga se amplió a 14-2 y sacó una máxima de seis puntos (39-33) con 7:20 en el reloj.
Los Raptors perdieron frescura en ataque (solo anotaron 6 de sus 20 lanzamientos) al tiempo que en el costado defensivo se sumergieron en la velocidad de su rival, que recibía puntos de su media cancha (5 de Williams, 6 de Devin Harris y 2 de Matthews). Así se fueron a los vestuarios abajo 49-51.
El complemento comenzó a puro gol. Ambos intercambiaban puntos como si se tratara de un entrenamiento sin defensas. DeRozan (6) había recuperado el nivel del primer cuarto, mientras que Lowry (4) también hería la defensa texana. Del otro lado, Matthews comenzaba derecho y Williams distribuía con criterio.
El ex Portland anotó 6 de sus 8 puntos en el período para comandar la ofensiva de unos Mavericks que no lograban meter de lleno a Nowitzki en juego. Si bien el alemán terminó con 18 puntos y 6/10 de cancha, sus apariciones fueron esporádicas. Al otro lado, entre Lowry y DeRozan anotaron 18 puntos en lo que fue el cuarto más parejo, que dejó nuevamente a los Raptors en la delantera (74-73) para entrar al último cuarto.
El encuentro tuvo un punto de quiebre en la mitad del período final. Scola llegó tarde a marcar a Nowitzki tras un pick and roll y el alemán hundió sus únicos tres puntos (1/4) para darle la ventaja a los Mavs de 86-82 con 6:63 por jugarse. A partir de ese momento fue todo de los Raptors, que jugaron una gran defensiva y establecieron un parcial de 12-0 que resultó lapidario. Pasaron al frente 94-86, y nunca más miraron a Dallas desde abajo.
La figura de DeRozan volvió a ser vital con 9 de sus 20 tantos convertidos en los 12 minutos finales. Los canadienses retomaron la buena circulación de balón y generaron muchas faltas, lo que los mandó a la línea para anotar 13 de 14 lanzamientos libres. Rick Carlisle, por su parte, apostó a una media cancha baja (Williams, Barea y Matthews) que no le dio rédito.
Devin Harris, de buen partido con 9 puntos y 6 rebotes desde el banco, cortó la sequía con un doble y falta, pero pareció demasiado tarde. Los Raptors nunca perdieron la línea ni la confianza, a tal punto que Scola clavó un triplazo desde la esquina derecha.
Continúa la buena racha de Toronto en lo que fue su primera vista al Oeste tras uno de los cuatro partidos seguidos que tendrá fuera de Canadá esta semana. Su próximo rival serán nada menos que el Thunder de Durant y Westbrook (mañana), una gran medida para estos Raptors que piensan en grande.