En un partido ciclotímico donde los Minnesota vencían por 30 puntos en el primer tiempo a Atlanta como visitante, los Hawks despertaron pero no le alcanzó debido al gran trabajo realizado por la dupla Rubio - Wiggins para terminar ganando 117 a 107.
Autor:Flavio Ibarra (Fibarra@pickandroll.net)
Con Ricky Rubio conduciendo a su equipo, Minnesota fue el claro dominador de los primeros minutos del partido. El base español, anotó, asistió y manejó los ritmos para irse rápidamente al frente en el tanteador 10 - 2. Esto obligó al entrenador de los Hawks a solicitar minuto para tratar de encontrarle una salida a ese mal comienzo de su equipo, pero en el regreso Rubio parecía estar en su casa y siguió dominando a sus rivales, además de marcarles el rumbo a sus compañeros, entre ellos Andrew Wiggins que entendió todo a la perfección.
Con Schroder, Sefolosha y Splitter en cancha, Atlanta emparejó un poco la situación en los últimos minutos y la diferencia se achicó en unos 12 minutos, donde Minnesota se fue ganando 30 19 con 52% en lanzamientos de tiros de cancha y una combinación entre Rubio y Wiggins de 14 puntos entre los dos.
En el segundo segmento, Minnesota con la rotación del banco habitual siguió dominando a los Hawks que no encontraban reacción en su propia cancha y ante su gente. Con un parcial en los primeros tres minutos la visita sacó la máxima de 16 (44 - 28) que llevó a su head coach Mike Budenholzer a pedir dos minutos en el transcurso de dos posesiones.
Lejos de que la situación para los locales mejore, Minnesota siguió con la misma iniciativa y con puntos de todos los colores, se fue al descanso largo ganando por una diferencia de 30 puntos (72 - 42).
Con la mente puesta en cambiar la imagen, Atlanta salió a devorarse a su rival. Con buenas defensas y en ofensiva con un candente Jeff Teague fue bajando la diferencia que había entre uno y otro. Ya los ataques con penetraciones de Minnesota que tanto le dieron de comer en el primer tiempo, no dependía del uno contra uno, ya que la defensa de los Hawks dividoó y ayudó en todos los cortes de los vestidos de azul. Así, con lanzamientos de cerca y larga distancia y un juego colectivo donde no había jugadores buscando la heróica sino que trataron de jugar lo más sencillo posible para cerrar el cuarto solamente a nueve puntos (93 - 84), en lo que fue un parcial de 12 minutos donde Atlanta anotó 42 y los Wolves 21.
En el último cuarto, Atlanta finalmente sacó todo lo que tenía y continuando con la premisa de defender y tomar la mejor decisión en ataque, faltando 4:25 para el final empató un partido en las manos de Millsap. Un resultado si uno se pone a pensar lo que fueron los primeros 24 minuto de juego y dominio de los Wolves.
Los 3:00 que restaban para definir el pleito, fueron a puro vértigo, los dos equipos ya en tablas se combinaron y se sumergieron en un cotejo totalmente parejo. Un doble con faja incluída de Millsap puso el estadio colmado en llamas, porque los Hawks pasaron al frente por primera vez en el match (106 - 107), pero la respuesta de Wiggins fue con una jugada aún mejor, la penetración del alero canadiense tuvo además una falta y Minnesota tomó el comando nuevamente por dos puntos, esto hizo efecto en el Phillips Arena que volvió a tener a ese público eufórico sentados en sus butacas.
Como en el primer cuarto donde a Ricky Rubio le tocó abrir el telón del partido, en los últimos minutos fue a ser el amo y señor del cotejo y con la conducción que gozó en los 24 minutos iniciales y que no lo pudo seguir realizando en el tercer cuarto y parte del último, si llegó con energías para hacerlo al final y darle un triunfo importante a su franquicia por 117 a 107, obviamente que el español que anotó 10 puntos y repartió ocho asistencias, no estuvo solo y fue bien acompañado por un Wiggins que crece día a día y terminó con 33 puntos anotados.