(Análisis) El equipo de San Francisco consiguió el récord de comenzar la temporada ganando los primeros 16 partidos, pero no es el mejor solo por eso. Su juego vistoso y la cantidad de variantes que presenta invitan al público a querer verlos. Ahora no se dormirán en los laureles: Buscarán destronar a los Bulls de las 72 victorias.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
La tensión estaba instalada, no era una noche más en el ORACLE Arena. La historia misma estaba al alcance de la mano, solo los Lakers se encontraban en el medio. Sin embargo, con la mayor tranquilidad y aplomo Golden State limpió cualquier elemento distorsivo que anduviera sobrevolando el aire.
Stephen Curry penetró por línea de fondo, dio un preciso pase hacia atrás en dirección al eje de cancha, donde estaba ubicado Draymond Green. El alero clavó un triple que puso primera a lo que terminaría siendo una paliza sobre el conjunto angelino. Así de fácil los Warriors se sacaron la mochila cargada con la presión de conseguir el récord de 16 victorias seguidas al inicio de una temporada, por lo que no sólo se dieron ese lujo, sino también el de poder disfrutar del partido.
Pero ésto no se termina aquí. Lógicamente, los Warriors buscarán estirar su racha la mayor cantidad de partidos posibles, no solo para alimentar su ego, sino también para seguir estableciendo una diferencia aún mayor con su más inmediato perseguidor, los San Antonio Spurs. Pero, además, ya con este récord en el bolsillo irán en busca de otro: las 72 victorias de los Bulls de la 95/96.
Aquel equipo con Phil Jackson a la cabeza ganaría el primero de su segunda trilogía de campeonatos (se consagraron en la 90/91, 91/92, 92/93, y luego en la 95/96, 96/97 y 97/98), lo que en la NBA se denomina el "Threepeat". La epopeya los dejó en un privilegiado lugar de la más rica historia de NBA como uno de los mejores equipos. No obstante, éstos jóvenes "irreverentes" desafían el bronce.
El equipo de Steve Kerr - interinamente dirigido por Luke Walton en este arranque de temporada - deslumbra desde los números, pero también con su estilo de juego. Poseen un “brillo efectivo”; da gusto ver jugar a los Warriors, quienes brindan un buen espectáculo para los espectadores al mismo tiempo que son avalados por las estadísticas, para aquellos que las necesitan.
Golden State encabeza el ránking de puntos (114.3 ppp), asistencias (29.6 app), porcentaje de cancha (48.7%), diferencia en victorias (+15.6) y asistencias por pérdidas de balón (1.9 a/p). Asimismo están segundos en cuanto al porcentaje de triples (41%) y dentro del top 10 en rebotes, con una media de 45.5 por juego (8º).
La mayor particularidad en cuanto al juego es la capacidad que tienen como equipo de involucrar a varios actores, al margen de tener al jugador del momento en Stephen Curry. Da la sensación que “todos hacen todo”, desde anotar, pasar el balón, hasta defender y tomar rebotes. Incluso intercambiar posiciones (por varios pasajes de las finales del año pasado jugaron sin internos).
Así es que cuatro jugadores están por encima de los doce puntos de promedio (Curry es el líder con 32.1); asimismo, ocho superan los 19 minutos por juego, al tiempo que seis se encuentran entre los cuatro y ocho rebotes de media. Sus ofensivas rápidas, dinámicas, con pases y cortes - simulando una trenza - en el perímetro es una marca registrada y alimenta la visión.
Los Golden State Warriors hoy son un equipo modelo en la NBA. Lograron hacer historia dándole a su gente una alegría luego de cuarenta años de sequía y ganando los primeros 16 partidos esta temporada. Pero su meta continúa alejándose, y eso los obliga a estar en movimiento constante. Ellos no se detendrán.