En una nueva jornada de la NBA, los Chicago Bulls (23-15) derrotaron a los Philadelphia Sixers (4-37) por 115-111 en un juego histórico para Jimmy Butler. Es que el escolta la descoció: 53 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias y 3 robos.
Autor:David Herrera (Especial para www.pickandroll.com.ar)
La noche de los Bulls comenzó mal desde el inicio. Es que los dirigidos por Fred Hoiberg no contarían con Derrick Rose ni con Pau Gasol, el base fuera por un dolor en la rodilla y el catalán por descanso. La visita a Philadephia suponía un partido fácil, ya que es la franquicia con peor record de la liga, aunque no fue así.
Los locales comenzaron a full, moviendo muy bien la pelota en la ofensiva ante una floja defensa Bull, por lo que los Sixers encontraron tiros claros y lograron ponerse en ventaja rápidamente. Para colmo, los de Chicago perdieron muchas bolas en la ofensiva, que los locales se encargaron de intercambiar por puntos a través de una gran intensidad y buenas corridas en el contragolpe.
Merodeando el segundo cuarto, el partido se transformó en una paliza Sixer, dado que sacaron 24 puntos de ventaja. Jimmy Butler era quien daba la cara por los Bulls, tomaba la mayoría de los tiros en ofensiva, aunque el problema seguía atrás.
Al regreso del entretiempo, los de Hoiberg despertaron, aumentaron la intensidad en la defensa y lograron ponerse en partido rápidamente. El tramo del juego continuó gol a gol, siempre con Jimmy Butler a la cabeza, intentando darle la victoria a su equipo y evitar una derrota ante una de las peores franquicias de la NBA. Cerca del final del encuentro, Butler, quien se vistió de Jordan en sus mejores épocas, estaba intratable y continuaba anotando, mientras que Ish Smith lo hacía por los Sixers, que buscaban bajar a los Bulls en casa.
Cuando un jugador está en su noche, que mete absolutamente todo, es imposible, y esto lo padecieron los Sixers. Es que el escolta que lleva la 21 en los Bulls anotó ni más ni menos que 53 puntos, acompañados de 10 rebotes, 6 asistencias y 3 robos. Fue el líder de los de Hoiberg, y salvó a los de Chicago de ser derrotados por el peor equipo de la liga. De esta manera, en una noche histórica para Butler, los Bulls sumaron su victoria 23, número un poco conocido en esa franquicia por ser el dorsal de un jugador que marcó 53 o más puntos varias veces en su carrera.