En el momento que se definieron los cruces, ninguno de los dos equipos pensaron que esta serie iba a ser de las más fáciles. En la tarde del domingo, los Boston Celtics tuvieron que trabajar mucho como equipo para vencer a los Atlanta en tiempo suplementario 104-95. Los Hawks o mejor dicho Millsap fue el gran dolor de cabeza para los locales tras anotar 45 puntos.
Autor:Flavio Ibarra (Fibarra@pickandroll.net)
En la tarde de domingo los Boston Celtics demostraron carácter como para soportar el monstruoso juego de Paul Millsap para igualar la serie con una victoria por 104-95 en suplementario.
En la previa se habló y mucho de lo que podía dar Paul Millsap en el costado ofensivo de Atlanta. Y el cuarto juego fue el día, el ala pivote desplegó todo su talento, pero no logró batir a unos locales que se presentaron como equipo para festejar.
La serie está ahora empatado a dos juegos cada uno y desplaza a Atlanta para el Juego 5 y luego de vuelta a Boston, donde uno de estos dos equipos tendrán la oportunidad de pasar a la segunda ronda.
Millsap, quien tuvo problemas en los primeros tres partidos anotando el balón, era imparable casi toda la noche y terminó con un partido con 45 puntos.
Pero Boston se hizo grande de la mano del joven Jonas Jerebko en el tercer cuarto para llevar a los Celtics a liderar en el tanteador, después de haber estado 16 abajo.
En el cuarto segmento, la capa y el espectáculo estuvo a cargo de Marcus Smart que aportó 20 puntos, además de hacer el mejor trabajo de cualquier Celtic en la limitación de Millsap en la recta final. Después de un tiempo de muerto de los Celtics, Isaiah Thomas condujo a su equipo y logró el empate con 15 segundos por jugar, que resultó ser los puntos finales de la regulación. Thomas tenía un equipo con 28 puntos junto con seis asistencias y cuatro rebotes.
En el tiempo extra los Celtics consiguieron congeniar grandes jugadas, sobre todo por parte de Amir Johnson que fue el último peso que le faltaba a la balanza del encuentro para definir de que lado se quedaba que por cierto se pintó de tréboles y mucho verde en el cuarto cotejo.