Los Golden State Warriors luego de conocerse la lesión de Stephen Curry se presentaron ante su público y con un gran juego de equipo suplieron su gran estrella anotadora y pasaron de fase tras derrotar a los Rockets por 114-81. Thompson con 27 puntos fue el máximo anotador, mientras que en los Rockets Harden estuvo muy solo.
Autor:Flavio Ibarra (Fibarra@pickandroll.net)
Klay Thompson sabía Golden State necesitaba de cada jugador necesita para terminar de cerrar la serie, sobre todo porque su mega estrella Stephen Curry iba a estar en el banquillo vestido como civil.
Es por eso que con un gran juego de equipo, los campeones sortearon a los molestos Rockets y liquidaron el pleito 4-1, tras derrotarlos 114-81.
Tras la lesión de Steph lo único que necesitaba Steve Kerr era un día para planear lo que iba a ser un quinto juego emocional y de demostración como plantel.
Thompson la pareja ideal de Curry anotó 27 puntos cumpliendo un rol que el momento le pedía, Draymond Green agregó 15 puntos, nueve rebotes y ocho asistencias para los Warriors, que se enfrentará al ganador de la serie Clippers-Trail Blazers. Portland conduce 3-2.
Thompson se convirtió en el primer jugador en la historia de la NBA en anotar al menos siete triples en partidos de playoffs consecutivos, mientras que Shaun Livingston anotó 16 puntos para su tercer incremento de doble dígito en tres partidos.
Curry, con una chaqueta deportiva de color marrón en el banco y mostrando su rodilla derecha que finalmente fue un esguince, enfáticamente asintió con la cabeza, dio una palmada y se inclinó a Thompson durante las presentaciones de arranque. Incluso trabajó junto a los asistentes durante un tiempo muerto, e hizo un gesto con las señales de mano para celebrar grandes jugadas.
James Harden anotó 25 de los 37 puntos de su equipo en la primera mitad, para luego terminar con 35 puntos totales, pero los Rockets no tenía ninguna posibilidad con un espectáculo de un solo hombre contra los campeones defensores.
James Harden fue eficiente, pero fue uno de los eslabones débiles en una defensa que se derrumbó totalmente.
En la ofensiva, Houston era un equipo de un solo hombre, totalmente dependiente de la barba. En marcado contraste, los guerreros compartían la pelota, con contribuciones de una variedad de jugadores que hicieron olvidar la ausencia de Stephen Curry.
Dwight Howard tapó su serie horrible con ocho puntos sobre 3-de-13 y 21 rebotes, demostrando que estaba más afuera que adentro de esta lucha por defender los colores texanos.
Un día después de Kerr fue elegido como Mejor Entrenador del Año, su equipo dio el primer paso hacia un título que busca repetición en donde llevan ganados 77 encuentros y solamente 10 caídas.