Tiempo de cambios

El mundo del deporte profesional es un terreno cambiante por diferentes razones, que muchas veces se emparentan con cómo se ve afectado por el mundo que lo rodea. Desde cuestiones físicas aplicadas al juego propiamente dicho, hasta la enorme injerencia que comenzó a tener en la vida de las personas, pasando por el desembarco en lugares que jamás se habría podido pensar que llegaría.

La NBA no solo es parte de esta lógica sino que, más que eso, se trata de un fiel exponente. Década tras década, la mejor liga de básquetbol del mundo ha experimentado transformaciones que la convirtieron en una de las principales industrias del planeta, ya no solamente referidas al deporte.

Las miradas van cambiando, y así también los objetivos; esto tarde o temprano repercute en los protagonistas. Hoy un caso a analizar es el de los entrenadores, quienes ya no parecen tener asegurado su puesto por mucho tiempo, y para mantenerlo no les alcanza con preocuparte por el rumbo de un equipo.

Los equipo de la NBA comienzan a tener cada vez menos paciencia para con sus técnicos ¿Será por razones exitistas? Puede ser; sin embargo el hecho de no alcanzar un objetivo aparentemente no es el único motivo por el cual los nombres giran y recaen en diferentes franquicias.

Con las confirmaciones de Mike D’Antoni en Houston y de David Fizdale en Memphis, son once los equipos que comenzarán la 2016/2017 con una cara nueva en el banco de suplentes. El resto serán Orlando Magic (Frank Vogel), Minnesota Timberwolves (Tom Thibodeau), Sacramento Kings (David Joerger), Brooklyn Nets (Kenny Atkinson), Indiana Pacers (Nate McMillan), L.A Lakers (Luke Walton), Phoenix Suns (Earl Watson), Washington Wizards (Scott Brooks) y los New York Knicks (Jeff Hornacek).

Más de un tercio de los entrenadores alrededor de la NBA – el 36.6%, precisamente – se renovará cuando la 2016/2017 se ponga en marcha. El número parece elevado, sobre todo teniendo en cuenta que previo a la 2015/16 que todavía se está disputando otros 10 entrenadores habían perdido su puesto.

¿De dónde surge esta tendencia? Mucho explica que salvo Memphis, quienes al mando de Joerger redondearon una buena campaña pese a los grandes problemas de lesiones, y Washington (despidieron a Randy Wittman luego de un paso en falso tras un ciclo exitoso), el resto no parece encontrar la manera de encausar su proyecto, salir de bache y pasar a ser un equipo con aspiraciones.

Quizás también comience a ser factor la visión que hoy en día los equipos de la NBA poseen de un entrenador, del que no solo se espera que conduzca - con éxito - al equipo dentro de la cancha, sino que fuera de ella su trabajo continúe como miembro vital de la organización y uno de los máximos referentes de lo que puede verse como la “cultura” de una franquicia.

Los equipos empiezan a convertirse en una gran familia, en la que todos deben sentirse involucrados, hablar el mismo idioma y enfocarse en un solo objetivo dentro del rol que les corresponda. Así, los técnicos no solo dirigen y desarrollan a sus jugadores, sino también son el nexo entre éstos y los directivos (mánager y dueños), como así también una de las principales caras de la organización ante la prensa.

Previo a la 2015/16 solo siete entrenadores se mantenían en sus cargos por más de tres años (sin contar los 20 que lleva Popovich en San Antonio), al tiempo que otro reducido grupo de seis alcanzó las tres temporadas.

Los apuros y nuevas exigencias con parte de la NBA, tan espectacular como globalizada. Los entrenadores deberán adaptarse a los tiempos que corren, tiempos de cambios.

Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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