Duro de matar

Gonzalo Alvarez, del vencedor, fue la figura descollante del partido, autor de 31 puntos y 12 rebotes; en los del oeste el protagonismo fue más repartido, con Kevin Jerez Pilotti como máximo anotador con 19 puntos, 15 llegados por la conversión de cinco triples. Un millar de personas sufrieron y festejaron de manera alternada lo que resultó un gran encuentro de básquet.

El Rancho salió decidido a liquidar la serie, y apenas transcurridos 3: 23 se escapó 9-2, merced a una fuerte defensa y anticipo a los movimientos académicos, que le llevó a recuperar balones y salir rápido, además de un Pilotti encendido y cómodo en su rol de villano para rivales y tribuna contraria. Luego del tiempo muerto solicitado por Germán Intonio, nada cambió en la tendencia del juego: Julián Aprea perdía en la lucha rebotera contra Eduardo Vasirani, tanto Matías Fioretti como Gonzalo Castaño no lograban hacer pie y Maxi Bertolino perdía en el mano a mano contra el base oponente. Solo Alvarez apareció como única vía para la conversión, pero la versatilidad de Ramos fue demasiado en ese segmento, y el 24-10 semejó lapidario. Cuatro puntos de Aprea maquillaron el resultado en ese primer cuarto.

Con el arranque del segundo, la Academia estableció una zona 2-3 pero rápidamente fue desarticulada por Ramos, dentro de un contexto nervioso y áspero. El codazo sancionado de Pilotti a Bertolino obligó a Andrés García llevarlo a la banca por el resto de la primera etapa. Allí esbozó una reacción Racing y tras una asistencia de Alvarez con volcada de Aprea, el tablero marcó el 32-25; devolución de gentilezas, con asistencia del pivot y triple del alero. Ese 10-0 levantó a la hinchada académica pero en la reanudación, el Rancho pone también un 10-0 con las bombas de los hermanos Cuello y el 42-28 nuevamente trajo sensación de buenos vientos a los del oeste, porque encima Intonio debió sentar a los dos jugadores mencionados por tres faltas personales. Fue el momento donde emergió Matías Fioretti, quien adosó un plus de energía anímica para contrarrestar el dominio contrario, quien usufructuó el extra pase con el propósito de hallar al compañero mejor ubicado y lanzar desde atrás de lo 6,75. El Mono comandó la reacción con triple incluido sobre la chicharra y se fueron al descanso largo 45-40 arriba Ramos.

El segundo tiempo inició con dos bombas de Bertolino y por primera vez Racing quedó al frente por la mínima, y durante la mitad de ese parcial se lastimaron desde esa vía. Dos consecutivos de Maximiliano Segon obligó a Racing pedir minuto. El resto del cuarto bajó la intensidad anotadora, con un Ramos que supo conservar la ventaja, aunque apenas por cuatro (60-56). Y en lo diez minutos decisivos se le abrió el aro a Castaño, con el regreso de Alvarez y la lucha de Aprea en la pintura contra Vasirani y Tabieres, tomó seis de ventaja (65-71). Una algarabía rápidamente contenida, porque el pivot cometió la quinta y fue a la banca con cuatro minutos exactos por jugar. Una penetración por la línea de fondo de Fioretti, la pelota ingresó con suspenso y García obligado al tiempo muerto ante la inminencia de un cotejo que se iba; al regreso, una ráfaga de Locura Cuello los pone a solo una posesión y de allí al final, la emoción por una resolución sin dueño específico. Jerez Pilotti empata con un demoledor triple luego de una conversión lujosa por parte de Bertolino.

En la reposición, Vasirani robó la pelota, recibe falta y convierte los dos; pero inmediatamente en la ofensiva contraria, comete la quinta a Alvarez. El goleador no falla y con la última posesión a cargo de Ramos, el tiro de su base quedó corto y fueron a la prórroga.

Allí, Matías Cuello mete libres y un triple muy festejado, porque el 84-80 pareció asunto liquidado, pero allí asomó Alvarez en todo su esplendor, ocho puntos consecutivos, coronados con tres libres tras recibir falta cuando lanzó de larga distancia. El orgullo y jerarquía del oponente intentó torcer la historia pero no le alcanzó. Racing se quedó con el segundo punto, un premio a no darse por vencido cuando la mano mostró lo contrario y con el coraje adosado como ingrediente vital para poder doblegar a un enorme rival. Ambos produjeron un espectáculo de altísimo nivel y este viernes, seguro con otro marco multitudinario, irán por el cotejo cumbre: de allí sale el campeón del Prefederal 2016.

Ramos Mejía (86): K. Jerez Pilotti (19), Martín Cuello (15), Matías Cuello (18), M. Segón (16), E. Vasirani (5) F.I. M. Tabieres (11), I. Davico (2), G. López (0). DT: Andrés García.

Racing (89): M. Bertolino (9), G. Castaño (11), G. Alvarez (31), M. Fioretti (17), J. Aprea (11) F.I. L. Fabiano (8), N. González (0), M. Nuñez (2). DT: Germán Intonio

Parciales: 26-16, 45-40, 60-56, 77-77.

Árbitros: Pablo Estevez, Daniel Rodrigo y Oscar Britez.

Estadio: Vélez Sársfield.

Fuente: Prensa Ramos Mejía.