Todo comenzó bailando

Con Estados Unidos poco certero y con China apretando con defensas hombre a hombre arrancó el primer cuarto, donde los asiáticos jugaron de igual a igual en los minutos iniciales. Luego, los americanos comenzaron a apretar en defensa, provocaron pérdidas a su rival y lograron convertir desde afuera y desde adentro para meter un parcial de 9-0 y escaparse 13-4 en el marcador. El ingreso desde el banco de Jimmy Buttler y Paul George le terminaron de dar forma a la defensa y corriendo en contraataque cerraron los primeros diez 30-10.

En el segundo período, Estados Unidos comenzó poniendo las cosas donde las dejó y gracias a las defensas asfixiantes y cambiando en todas las cortinas, supieron correr la cancha para colocarse 40-15 en los primeros tres minutos. En China, Yi Jianlian puso la cara por los suyos con penetraciones y aprovechando su altura frente a internos bajos para mantener el margen en el score.

La pasividad de los americanos se terminó con el ingreso de Kevin Durant que entró encendido y clavó tres triples seguidos, mientras que los chinos siguieron con su plan de juego priorizando mandar a la línea a su rival (principalmente a DeAndre Jordan), aunque sin mucho éxito. Con un par de volcadas de Harrison Barnes y Jordan, los de Mike Kryzewski se fueron cómodamente al descanso largo venciendo 59-30.

Con un gran marco de público, en el que se mezclaron aficionados chinos, norteamericanos y brasileros, inició el tercer cuarto. Buscando la canasta y con un tiro desde larga distancia, China comenzó ganando el parcial del cuarto (5-4) ante el quinteto plagado de suplentes con el que arrancó Estados Unidos. Después, el ingreso de Kyrie Irving oliendo sangre y clavando tres triples provocaron un parcial de 14-0 para cerrar el tercer reglamentario 91-47 a favor de los americanos.

En los últimos diez restantes y con el partido ya liquidado, Kevin Durant siguió anotando con facilidad desde la tercera dimensión y ambos equipos empezaron a poner a los jugadores del fondo de la banca. Después, en el final, Harrison Barnes aprovechó los minutos que le tocaron y Estados Unidos venció a China con solidez 119-72.

Ignacio Miranda

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