Oro en polvo

Ganar un partido así es un placer. Se sufrió, se disfrutó, se volvió a sufrir. Una montaña rusa de emociones en un juego durísimo para la selección que logró sacar adelante con una nota especial: Imponiendo personalidad tanto de los jóvenes como de los viejos.

Argentina jugó un primer tiempo irregular, con un primer cuarto decididamente flojo y un segundo segmento mucho mejor. Salió apurado, confundiendo los cambios defensivos, no pudiendo anticipar nada y corriendo detrás de todas las intenciones croatas.

Esa misma vorágine la llevó al costado ofensivo donde se pasó de revoluciones y de manera muy extraña, casi inédita, Manu Ginóbili y Chapu Nocioni fueron quienes peor la pasaron, no haciendo pie en un juego que se puso cuesta arriba (2-7 primero y luego 5-11).

Pero estaba Luis Scola y de sus manos salieron todas las respuestas posibles para que Argentina siguiera con vida. Empezó a convertir en giro y contra giro, de frente, de tres, de espaldas. Fueron 13 puntos para sacar a su equipo de todas las urgencias y disimular la floja labor del bloque defensivo.

Campazzo fue otro que no pudo meterse de lleno en el juego y su velocidad para atacar la defensa rival no encontró espacios, tampoco pudo armar sus propios tiros y Croacia con un criterioso Ukic y del goleo de Simon lastimó de manera constante. No obstante Garino sostuvo la estructura, se anotó en el gol y colaboró en todos los sectores para que Argentino empate en 22 el primer cuarto.

La llegada de Laprovíttola a la conducción en el segundo cuarto fue un soplo de aire fresco, porque ya con Deck asentado en cancha supliendo de manera maravillosa a Nocioni y Delfino a Manu, el equipo tuvo otro vuelo. Se buscó primero con Delia de pivote pero luego Sergio Hernández mandó otra vez a Luifa de pivote y lo puso a Deck de 4 con Garino de 3. Ese fue el mejor momento de la selección.

Porque defensivamente anticipó los movimientos del rival y aunque no pudo contenerle mucho el gol lo llevó a Bogdanovic a abusar de su individualidad y del uno contra uno. El partido entró definitivamente en un cono de paridad pero Laprovíttola aportó dos triples para darle por primera vez un poco de ventaja en el tanteador (39-31).

Croacia tuvo la virtud de seguir buscando con Babic (un triple) y con Milan (doble) para descontar y cerrar un poco el resultado llevando al primer tiempo a una ventaja de 6 (46-40) gentileza de un doble delicioso de Carlos Delfino.

Para el segundo tiempo el “Oveja” Hernández decidió salir con Acuña de pivote y correrlo a Scola a una posición más cómoda como ala pivote natural. Allí apareció rápido Facu Campazzo con un doble luego un libre de Manu y un Triple de Campazzo para un parcial veloz de 6-0.

Croacia no encontró mejor reacción que la protesta y recibió dos técnicos por parte de los árbitros en menos de dos minutos. Se desorientó un momento y Argentina no lo perdonó. La defensa argentina se hizo cada vez más sólida con un Nocioni gigante controlando el juego aéreo mientras Scola y Acuña se fajaban en el poste bajo.

La distancia se abrió a 20 puntos (66-46) con Garino jugando de escolta (por Manu), Nocioni de alero, Scola y Acuña. Fue la formación que más le rindió hasta que Sergio Hernández relevó al pivote por Delfino para que se gane una gran ovación. El tercer cuarto cerró 73-54.

Para el último cuarto se produjo el regreso de Manu Ginóbili y el segmento llegó sucio y con muchos problemas con Croacia apretando todo el campo y recuperando balones o provocando errores. Así llegó a achicar a diez puntos (75-65) después de un resbalón de Laprovittola ante el suelo mojado que le dio dos puntos fáciles a Croacia.

Pero el equipo europeo estaba lanzado, también bajo los centímetros, puso cuatro tiradores y un jugador en el poste y empezó a ir muy fuerte para el canasto. Volvió Manu Ginóbili y con un libre y un triple nos dio respiro (81-70) pero fue un espejismo, porque lo que menos iba a pasar era disfrutar el cierre.

Sergio Hernandez mandó la presión todo el campo para tratar de contestar con la misma moneda pero un pase delicioso de Dario Saric a Bogdanovic rompió la presión con un doble (81-72 a falta de 3:40)

Allí la Argentina se dio cuenta que solo podría llegar al final jugando a lo que podía y no a lo que debía. Delfino empezó a jugar aclarados por el eje, lo mismo que Ginóbili y se rompió el juego de pases.

Entro Laprovíttola para jugar con Campazzo la doble base, Ginóbili de alero, Nocioni y Scola. Había que quebrar la presión como sea. Croacia echó el resto y un rebote ofensivo con gol de Saric los pone a 4 (85-81). Pero Simon erró un triple y Scola aseguró el rebote defensivo del partido que levantó protestas del entrenador croata que se fue expulsado, Luego un técnico a Babic y de los cuatro tiros libres se convirtieron tres (88-81) decretando el ganador y cerrando un juego que Argentina llegó a dominar hasta por 20 puntos.

Sufrido, intenso, bien jugado, con muy buenas producciones de Gabriel Deck, Patricio Garino y Roberto Acuña que se acoplaron a los dos bases y los 4 veteranos del plantel. Un paso más en esta larga carrera de sueño olímpico.

Síntesis
Argentina (90): Facundo Campazzo 10, Emanuel Ginóbili 13, Patricio Garino 5, Andrés Nocioni 11 y Luis Scola 23 (FI) Carlos Delfino 7, Marcos Delia 2, Nicolás Laprovíttola 13, Roberto Acuña 2, Gabriel Deck 4. DT Sergio Hernández

Croacia (82): Roko Ukic 2, Krunoslav Simon 8, Bojan Bogdanovic 18, Dario Saric 19, Miro Bilan 4 (FI) Darko Planinic 7, Luka Babic 8, Rok Stipcevic 0, Mario Hezonja 16 y Seljko Sakic 5. DT Aleksandar Petrovic

Parciales: 22-22, 46-40 y 73-54.
Árbitros: Christodoulou (GRE) – Anderson (USA) y Reyes (Mex)
Estadio: Carioca 1

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Foto: FIBA

Pablo Tosal
@pablotosal