Pepe Sánchez: “Cuando dejé la Selección, sabía que quedaba en iguales o mejores manos”
La decisión de Pablo Prigioni de ponerle punto final a su carrera profesional fue motivo y lugar de emociones y expresiones varias. Pepe Sánchez habló en Pick and Roll radio: “Pablo rompió paradigmas y alcanzó a ser su mejor versión. Es para pocos”. Aquí, el repaso de la nota.
Autor:Martin Pellegrinet (especial para www.pickandroll.com.ar)
La carrera del deportista profesional, como todo en la vida, tiene un final. El tema es qué y cómo hace cada uno con ella. Pablo Prigioni elevó la suya a niveles superiores. Y lo hizo como construcción diaria. El cordobés cerró ayer al jugador de básquet que maravilló más por cómo lo hizo que a los lugares que alcanzó. En diálogo con Pablo Tosal y Martín Pellegrinet en Pick and Roll radio, que se emite de lunes a viernes de 19 a 20:30, Juan Ignacio “Pepe” Sánchez se tomó un tiempo para reflexionar sobre la envergadura de jugador que dice adiós, pero también sobre la figura de Prigioni como hombre que se propuso a llegar a su mejor versión.
Además, el bahiense anhela a que ejemplos como el del cordobés sean los que guíen tanto a los jóvenes como a las futuras generaciones.
“Se retiró uno de los mejores de la historia, sin duda. No sólo en la posición de base, sino uno de los mejores jugadores de básquet de la historia de nuestro país. Yo tengo mucha admiración por Pablo, además de una muy linda amistad con él. Habíamos hablado hace unos días y algo me había dejado entrever de que no se sentía como él quería para poder rendir. Eso habla también del nivel de profesionalismo que fue adquiriendo, porque si hay una virtud que Pablo tuvo respecto de los jugadores de ese nivel, es que dejó sembrado a los más jóvenes el ejemplo de que el básquet no se acaba a los 19 o 20 años. Él tuvo su pico de carrera llegando al final de los 20 y lo mantuvo hasta el final de los 30. Es un caso raro, obviamente, pero me parece que les abre la puerta a jugadores que a veces tienen 23, 24 o 25 años y que sienten que ya son el jugador que podrían ser, su mejor versión. Pablo es una inspiración en ese sentido para que entiendan que no, que uno puede tener su mejor versión si sigue trabajando, si se sigue esforzando”, analiza Pepe Sánchez con la claridad de conceptos que lo acompaña.
Para el ex base campeón olímpico, la virtud mayor de Prigioni fue que “él fue modelando su juego. de ser un base súper anotador, agresivo y hasta calentón cuando era joven, a ser un base cerebral, de lo mejor que ha visto el mundo FIBA en los últimos 20 años. Esa transformación a mí me genera muchísima admiración, porque requiere de fortaleza mental. También los cuidados en cuanto a la alimentación, la vida personal. Llegar a la NBA a los 35 años está al alcance de pocos”.
El retiro paulatino de los basquetbolistas que dieron a Argentina más de una década en el primerísimo primer plano internacional fue siempre tema de preocupación, aunque Pepe Sánchez reconoce que “cuando Alejandro (Montecchia) y yo fuimos dejando la Selección, la tranquilidad que tenía era que la dejaba en las mismas manos o mejores, y me parece que Pablo lo demostró jugando increíble y manteniendo a Argentina en un nivel muy alto. Eso también es una muestra muy grande de personalidad”.
Pepe Sánchez hace una valoración personal sobre la ida de Prigioni: “se retira un crack, un gran tipo, un gran amigo, quizás El Base de la última década. Tengo admiración hacia un ex compañero, aunque compartimos poco tiempo, pero sí un colega de posición”.
El ejemplo de Pablo Prigioni como paradigma para Sánchez es supremo, porque “rompe con muchos paradigmas. A mí me causa admiración la gente que es capaz de salirse de lo lineal, del camino que está trazado, y sorprenderte. Me parece que esos son los diferentes. No tengo nada contra los genios que de por sí son genios y lo terminan siendo. Pero me llaman mucho la atención las personas que son capaces de romper con lo que todo el mundo asume de ellos y se transforman. Lo gracioso es que a veces después de ese camino de transformación, muchos dicen ‘claro, ¿viste? Yo lo veía’. Y en realidad no lo veía nadie. Lo que pasa es que una vez que la transformación está hecha y el producto terminado todo el mundo se olvida de lo anterior.
Yo jugué contra Pablo mi primer torneo a los 15 o 16 años (nota del redactor: tanto Pepe Sánchez como Pablo Prigioni son categoría 1977, ambos nacidos en mayo, sólo se llevan 9 días de diferencia de edad), era un campeonato argentino en Comodoro. Y Pablo, si bien ahí jugaba de base, fue corriéndose hacia la posición de escolta, para luego volver a la de base, convirtiéndose en un “uno” anotador, y finalmente ser lo que fue. O sea: nadie podría decir hoy que Pablo Prigioni fue en algún momento de su carrera un base que pensaba en él, o que era un tremendo defensor, como lo terminó siendo. Me parece que ahí, en esas transformaciones, está su arte. Es más, ni siquiera creo que era un gran pasador, y terminó siendo uno exquisito. Ese mejoramiento, ese refinamiento del deportista profesional, es digno de la mayor de las admiraciones porque es la más difícil. Con el talento o con la genética uno puede llegar a determinados lugares. Pero llevar tu potencial al lugar más alto es para pocos. Esto es lo que uno ahora predica con los jugadores más jóvenes, por eso es tan importante el ejemplo de Pablo. Uno le dice a un joven ‘tratá de ser la mejor versión tuya que puedas’, y él te pregunta ‘¿dónde lo encuentro eso?’. En el ejemplo de Pablo lo encontrás muy claramente, y llevado al extremo, porque ya en el final de su carrera, el nivel de detalle que tenía, como Manu (Ginóbili) o como Luis Scola, es de una precisión increíble. Trasciende hasta el mismo deporte. Saben más ellos de su profesión que todos los asistentes que los rodean, que son especialistas cada uno en su tema. Eso es increíble”.
-¿Por qué creés que decidió poner un fin ahora y no cuando terminara la temporada? Hasta a los propios españoles tomó por sorpresa la decisión de hacerlo ahora.
“No voy a hablar por Pablo, pero interpreto que me pedís que me ponga en su cabeza, según cómo él piensa. Yo creo que pasa por una cuestión de sentir que si no está dándole al club que él siente como propio (Baskonia), y a la dirigencia que lo respalda en su regreso y a la cual él cree que le debe mucho, y si él no puede dar la mejor versión de lo que él debería ser a los 39 años, no le va a dar nada. Lo linkeo al no especular. Esto es el atleta en la más pura definición: hago lo que hago porque amo este deporte, y mientras pueda darlo lo voy a dar, y en ningún especular con poder seguir para cumplir este contrato o por una cuestión económica.
Eso no se compra. Lo sos o no. No hay vueltas que darle. No tiene que ver con la cantidad de dinero que hayas ganado, o con perder un prestigio. Tiene que ver con la honestidad hacia la profesión. Muchas veces en nuestro medio se cree que detrás de algún acontecimiento hay una verdad solapada, que no se quiere decir. Pero lo que muchos no entienden, es que todos los que hemos sido parte de esta generación, es que no tenemos esa forma de pensar. No hay un formateo donde ‘digo esto, pero en verdad quiero decir lo otro’. Y en este ejemplo se ve reflejado. Ojalá que los jugadores jóvenes puedan quedarse con esto y que luego se lo transmitan a las futuras generaciones”.
-Cuando vos te retiraste, dijiste que si te ponías a pensar, no te llamaba la atención que donde mejor rendiste y más disfrutaste haya sido en donde no jugaste por dinero, tanto en la universidad de Temple como en la Selección Argentina. Se puede hacer una relación entre este pensamiento y lo que decías recién, de jugar por cuestiones que son más altas que un estricto contrato…
Esto vos lo hacés porque amás lo que hacés en el más profundo sentido del término. Y ojo que muchas veces el jugador tiene un montón de desencuentros con el juego. Hay momentos que lo amás y otros en que lo odiás, pero al final del día te mantiene ligado la pasión por la que lo hacés. Si Pablo llegó a jugar hasta los 39 años no era por una cuestión económica, sino por tener pasión por lo que hace. Me parece que el día de mañana va a seguir trasladando esa pasión que tiene en algún otro lugar dentro del básquet.
-Va a ser entrenador, sí
Seguramente, y sino va a estar ligado. Yo insisto con lo mismo, y tomo el momento de Pablo para transmitir esto: lo más importante es el básquet, todo lo demás es ruido. Yo creo que vivimos en un medio donde hay mucho ruido y no demasiado básquet. El básquet es levantarte a la mañana y lo que vas a meterte en la boca en el desayuno lo pienses como energía para el entrenamiento que vas a hacer. Y el entrenamiento que vas a hacer esa mañana es el más importante del mundo, y después volver a comer y a descansar porque tenés que volver a entrenar, que vuelve a ser el más importante del mundo.
Esto requiere de una preparación diaria, que requiere convivir con el dolor, con las frustraciones, con estar compenetrado pensando en esto, con las resignaciones, y eso después se ve reflejado en el juego. No hay una receta mágica para ‘ser Pablo Prigioni’. Esto es lo que hacía todos los días Pablo Prigioni para ser lo que es. Y es lo que ojalá entiendan los jugadores jóvenes, porque son los que tienen que continuar con el legado de jugadores como Pablo. Esto es más importante que repasar su carrera y encontrarlo como uno de los mejores bases que hubo en el mundo FIBA en las últimas dos décadas.
Vaulet y su experiencia en Brooklyn
Sobre el final de la charla, hubo tiempo para que un ex NBA como Pepe Sánchez, contara cómo asimiló Juan Pablo Vaulet el viaje y los días que pasó con la franquicia de la liga más poderosa del mundo que tiene sus derechos: “Lo más positivo de todo fueron los dos o tres días que pasó con Luis Scola, y volvemos a hablar de lo mismo: volvió con un máster en básquetbol y en cuidado y profesionalismo, y esto fue lo que más lo impactó. Estuvo Néstor García allá también, otra persona a la que yo admiro muchísimo y fue fantástico porque también le habló. Además vio toda la parafernalia de la NBA que te motiva mucho. Pero lo más importante fueron las charlas que tuvo con Luis y con Néstor allá, fuera del contexto nuestro, y que volvió con las ideas mucho más claras sobre qué cosas tiene que mejorar él como jugador en los próximos meses y qué pasos tiene que dar para convertirse en un jugador de ese nivel”.
El programa se emite de lunes a viernes de 19 a 20.30 horas por
www.pickandroll.com.ar www.radiodelaazotea.com.ar En Tunein: nos buscan como Radio de la Azotea En Mar del Plata: FM 88.7 Radio de la Azotea
»Heavy Metal11/01/2017 15:56
Excelente.
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»Benjaolav11/01/2017 16:38
Que bueno leer este tipo de declaraciones en la que hay cero envidia. Por eso le fue tan bien a la Generación Dorada, los tipos no estaban viendo quién era mejor o peor, se admiraban, se respetaban y se potenciaban mutuamente.