Walter Gutierrez se convirtió el martes, en el nuevo entrenador de Anzorena. Volverá a la Institución luego de cuatro años. Apunta a un proyecto a largo plazo y a volver a colocar al club en los primeros planos. El viernes dirigirá ante Rivadavia.
Volvió a su club. Ese que él más de una vez ha denominado como el patio de su casa. El lugar donde mejor se siente. Luego de cuatro años, regresa con la misma ilusión y ganas que la primera vez. Estamos hablando de Walter Gutierrez, el entrenador más ganador en la historia de la Asociación Deportiva Anzorena. ¡Cómo no serlo! Si le dio el ascenso a la ex Liga B y varias vueltas en el básquet doméstico. Sus pasos son lentos, por esas baldosas que recorrió infinidad de veces. Parece que no hubiera pasado el tiempo. Mira hacia la pared Sur, sigue estando ahí, el cartel con el nombre del estadio, el de su padre: Roberto Gutierrez. Saluda una y otra vez. Se emociona con cada abrazo. Las palabras cuestan y las emociones florecen. Una lágrima baja de su ojo izquierdo. Grabador en modo ON, y la entrevista empieza a dar rienda suelta. “Es como que volví a entrar y nunca me fui. Tantos años, tantas cosas vividas acá. Yo creo que ingresé a esa puerta nuevamente y que hubiera sido ayer que me fui”, comenzaría diciendo.
-¿Extrañabas el día a día? ¿La gente?
Una vez que pasé la puerta esa, era como que seguía entrenando. Extrañaba el día a día del club. Es bueno recibir el afecto y que te reciban bien en lugar que sentís como tuyo.
-Regresas al club en un momento difícil ¿Por eso regresaste?
El club en la parte deportiva está en una situación complicada por diversos factores. Son situaciones que se fueron dando. Creo que hay material. Como les dije a los jugadores, no es una situación de ahora sino que viene decantando. Para mí la tarea fundamental es devolverle a este club el hambre de ganar. Volví porque se la situación deportiva del club. Yo no vengo a salvar a nadie. Vengo a aportar trabajo y el sentimiento que yo tengo hacia el club. Si yo tenía una duda de dirigir o no dirigir, esto me terminó de despertar el apetito.
-¿Y qué hay que hacer que para volver a esas raíces? Fuiste el impulsor de esa levantada del club en su momento, nadie mejor que vos para regresar a eso.
Costó mucho en ese momento, sobre todo cambiarle la mentalidad. Y ayer (por el lunes) les decía a los dirigentes que todos pero absolutamente todos, se acostumbraron a perder. Hay que revertir eso. Todo el mundo tenemos que volver a creer en nosotros porque somos los más grandes de Mendoza. Nos podrán criticar pero nadie puede negar que somos los más grandes. Hay que recuperar eso que a veces se pecaba de excesivo y no éramos objetivos, que era el deseo de ganar siempre. Yo lo sufrí como entrenador porque la gente siempre me pedía ganar. Nosotros desde adentro de la cancha, tenemos que buscar que la gente nos vuelva a ver y se acerque nuevamente al club.
-Dijiste que hay que cambiar la mentalidad. ¿A qué te referís?
Hay que cambiar la mentalidad. En realidad no se si cambiarla, porque eso no se pierde, sino que la tenemos escondida en algún lugar de la cabeza. Cuando pierde tan seguido, se acostumbra a perder. De la misma forma que uno se acostumbra a ganar, se acostumbra a perder. Y eso trae que pierdas la confianza, las dudas. No con esto te digo que vayamos a jugar todos los partidos. Va a costar volver a lo de antes. Es muy fácil perderlo y muy difícil recuperarlo. Acá ha vuelto Anzorena.
-¿Qué sabes del plantel? Muchos de ellos ya los has tenido.
Los voy a ir conociendo. Si bien los conozco de forma individual pero hace mucho no los veo en conjunto. Además tengo varios jugadores que cuando me fui, eran juveniles o ni jugaban. Plantel hay. Nos vamos a ir viendo y adaptando. Yo también me tengo que ir adaptando a ellos y a la situación en la que estamos. De a poco lo vamos a ir logrando. Quiero terminar de lo mejor posible el Federal, llegar lo más lejano posible y en el Local, debemos meternos en la cabeza que hay que llegar hasta el último paso.
-¿Tenías ganas de dirigir nuevamente?
Si vos me decís si iba a dirigir, por ahí no tenía muchas ganas. Esta mañana (por el martes) le mostraba al presidente Aguilera, que me había llegado al viernes una propuesta de irme a Entre Ríos. Pero algo sucedió, que le dije a mi agente: "espérame, ya voy a ver. Lo veo después del fin de semana. Era una buena propuesta pero le dije, el lunes hablemos. Ahora, no”. Este fin de semana no vi una página de básquet. Cero básquet. Tuve compromisos con amigos y no hice nada. Así que cuando me llamó, no le podía decir que no.
Los dirigentes llegan para realizar su presentación ante los jugadores. Debemos cortar. Es que el capítulo 2017 de Walter Gutierrez, a punto de escribirse. ¡Bienvenido “Chocolate”!