Un equipo, en el sentido más amplio de la palabra equipo. Un entrenador, una pizarra y un conjunto de piezas que se han complementado a la perfección para hacer del Iberostar Tenerife el equipo revelación de la temporada y llevarlo hasta el título de la Basketball Champions League.
Autor:Daniel Mérida (@baloncestero)
Hace 15 años el por entonces CB Canarias estaba en la liga EBA, la cuarta división del baloncesto español, y hoy 15 años después disputaban un torneo continental. Jugar en casa, en San Cristóbal de la Laguna, con su público... poco más se podía pedir. El viernes el Santiago Martín ya fue el sexto hombre del equipo aurinegro para eliminar al Venezia y ahora toca el partido a vida o muerte, el todo o la nada para levantar el título de la Basketball Champions League y ser el primer campeón de esta joven competición de clubes creada por la FIBA.
El rival, el Banvit turco, el equipo del MVP Jordan Theodore, un base todoterreno que lo mismo anota que asiste y que venía siendo una de las grandes sensaciones del torneo, más la solidez interior de Damian Kulig y Gasper Vidmar y el talento exterior de la promesa turca Furkan Korkmaz.
Jordan Theodore empezó frío y Tenerife lo aprovechó para tomar la primera ventaja desde el juego exterior y se llevaron el primer parcial por 16-12 en un inicio de baja anotación. Fran Vázquez y Tariq Kirksay apuntaban desde la experiencia y estiraban la diferencia hasta el 23-14, pero el MVP respondía con un parcial de 0-7 para acercar al Banvit y colocarlo de nuevo en el partido. Sin embargo, los de Vidorreta seguían moviendo el balón y encontrando triples cómodos y terminaron la primera parte arriba 34-31.
El juego siguió igualado tras el descanso y llegó el momento de Petit Niang, el pívot senegalés de 23 años, con rebotes ofensivos y puntos en la pintura para impulsar a los locales hasta el 49-40. Theodore sostenía a Banvit en el encuentro pero la diferencia aurinegra seguía siendo de 4-5 puntos. Los nervios aparecieron en los tinerfeños y el empaque de Damian Kulig ponía el 58-57 a dos minutos del final. Se dice que los momentos decisivos son para los valientes y ahí apareció una vez más Davin White con dos tiros libres y un espectacular triple que puso a su equipo 63-57 y daba casi la puntilla al Banvit. Orelik anotaba y ninguno de los dos volvía a ver el balón entrar en el aro, con dos rebotes claves de Aaron Doornekamp.
El videomarcador reflejaba el 0.0 y el resultado de 63-59. El desafío había llegado a su fin y el sueño era una realidad. El Santiago Martín era una fiesta, un fortín amarillo y negro. Ahora llegaba el momento de Nico Richotti, el capitán tenía que levantar el título después de haber disputado apenas siete segundos de juego en la final. La celebración de Tenerife, las lágrimas de Richotti celebrando con su pareja y los saltos de Txus Vidorreta celebrando con la afición...
Marius Grigonis fue nombrado MVP de la final y terminó con 18 puntos, 3 rebotes y 4/7 en triples, seguido de los 14 puntos y 5 asistencias de Davin White, mientras que el equipo de Sasa Obradovic tuvo a Jordan Theodore con 17 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias y a Gediminas Orelik y Damian Kulig con 13.
"Lo tenemos. Lo soñamos en junio y sabíamos que teníamos la oportunidad de ganar esta primera edición de la BCL", explicó el entrenador Txus Vidorreta. "Sólo dos equipos llegamos a la final y empezamos 40, pero ambos equipos podíamos ganar el título y nosotros nos lo llevamos"
Además del MVP de Jordan Theodore y el premio al mejor joven para Furkan Korkmaz, el equipo aurinegro tuvo dos miembros en el quinteto ideal del torneo, donde Georgios Bogris y Aaron Doornekamp compartieron con Jordan Theodore, Zach Wright (Mónaco) y Melvin Ejim (Venezia).
Muchas jornadas como puntero de la ACB, la clasificación para la Copa del Rey y ahora el título de la BCL. El siguiente paso será intentar asegurarse la cabeza de serie para los playoffs y meses más tarde disputarse la Copa Intercontinental ante un Guaros de Lara que repitió entorchado de la Liga de las Américas y querrá repetir el máximo título de clubes de la FIBA.
Por Daniel Mérida (@baloncestero) Especial para www.pickandroll.com.ar