San Antonio Spurs no deja de sorprendernos y con un básquet perfecto batió a los Houston Rockets en la noche de jueves 114 a 72 y se quedó con la serie semifinal de conferencia Oeste. Sin Leonard, que se sumó a la baja de Parker los dirigidos por Popovich se agrandaron ante la adversidad y jugaron su mejor partido de estos playoffs.
Autor:Flavio Ibarra (@Flaviorocambole en Twitter e Instagram)
Tras la gran velada del pasado martes donde Ginóbili se vistió de héroe, la noche del jueves recibía al sexto juego teniendo en cuenta la estadística que marca que un equipo en el 95% de las veces que ha ganado el quinto punto se quedará con la serie, ejerciendo esto como presión para los dirigidos por Mike D'Antoni.
Ya con la noticia que Kawhi Leonard, máximo emblema de San Antonio no sería de la partida, los Spurs traían un record de 7-1 sin Kawhi Leonard esta temporada (derrota vs Memphis).
El primer tiempo de los Spurs no pudo haber sido mejor, y hay que hacer foco en los 24 minutos debido a que fue uno de los mejores sino el mejor inicio de partido de estos Spurs que no solamente dominaron en ofensiva y estuvieron muy enchufados. También lo hicieron atrás, intimidando a los máximos anotadores de los locales Harden cinco puntos y cinco pérdidas, Gordon 0 y Beverley cinco. Una lección defensiva de los de Popovich que salieron muy agresivos y saltaron al rectángulo de juego con la premisa de hacerse dueños del juego físico.
Ariza y Capela fueron los únicos que mantuvieron a su equipo con nueve para el alero y 13 para el pivote, un veneno que quizás Popovich deseaba tomar a cambio de la baja efectividad de los otros actores.
Los 61 puntos anotados en el primer tiempo, se dividieron casi de forma perfecta en 31 y 30 conversiones, contra los 24 y 28 de los Rockets. Las 18 asistencias denotan una de las claves que se dividen en paciencia y extra pase que no perdieron nunca las riendas y los ritmos del juego donde Aldridge fue el más beneficiado con 16 tantos.
Párrafo aparte para la gran labor de Simmons que fue el encargado de secar al barbudo, pero también brindó su aporte en el costado ofensivo con 13.
Los Spurs solo habían dejado escapar una ventaja así (+19) al descanso en una sola ocasión: 122-126 vs. Warriors en 1988 (Primer tiempo 79-57).
El inicio del tercer cuarto sirvió para que los visitantes rápido se queden con la máxima hasta el momento del partido (71-43) para continuar frustrando a unos anfitriones que no le encontraban respuestas. Pese a algún encontronazo donde Ariza intentó sacar de juego a Green (técnica para cada lado) y un par de triples, la gran noche de los dirigidos por Popovich continuaba por esa senda sin nombres, con equipo y eso quedó reflejado en un robo de Murray que terminó con una volcada de Anderson (equipo suplente en cancha).
Mientras que del otro lado la imagen era distinta, el uno contra uno y el lanzamiento externo eran las únicas vías exploradas por Houston, haciendo mucho más fácil todo para unos Spurs que parecían tener el mapa que indicaba cada movimiento del contrincante.
Encaminado y afianzado hacía el objetivo, el final del tercer cuarto fue 87 a 64 para las Espuelas. Aldridge ya llegando al doble – doble (28 puntos y 11 rebotes) y Gasol (10 tantos y 9 reb), junto con Murray (seis puntos y siete rebotes) los mejores del tercer segmento. Harden solamente sumó cinco anotaciones más para llegar a 10, muy poco para una noche tan importante.
En los primeros dos minutos del último segmento, San Antonio volvió a tocar la máxima diferencia de 28 (92 – 64). Pero, debemos decir que lejos de conformarse fue por más y sacó 30 ante un Toyota Center mudo que permanecía en sus asientos como anonadados y hasta a veces le brindaba aplausos a la ilustración de un básquet perfecto.
Nuevamente quedó demostrado que el equipo prevalece ante la individualidad, y hago hincapié en ello ya que la serie se inició con un triunfo de los Rockets por 27 y una noche caliente desde 7,25. No es casualidad que el dominio en los tableros, en asistencias y en menor cantidad de pelotas perdidas sea para los Spurs. Es por eso que más allá de los 34 puntos y 12 rebotes de Aldridge, la figura fue el equipo. Popovich utilizó nueve jugadores en su rotación cuando era partido, (convirtieron al menos 2 o más puntos) ya que los últimos cinco minutos fue para los jugadores más jóvenes en el famoso tiempo basura que decretó el 114 a 75 final.
Manu en 17 minutos fue parte de los que anotaron dos puntos (Lee fue el otro) y capturó cuatro rebotes.
Para Houston finalizó una temporada que empezó de manera incierta y terminó de pie superando expectativas y que sintió la salida de Nené Hilario temprana.
Los Spurs tiraron para un 53% desde el campo, por un muy pobre 29% los Rockets, que además perdieron ampliamente la batalla rebotera (60 a 34) y cometieron 13 pérdidas de balón.
Este domingo será el momento del inicio de la final entre el número uno y el dos Golden State y San Antonio Spurs y donde se deberá esperar por la evolución de Kawhi Leonard.