Los Warriors barrieron su serie en la final de conferencia sobre los Spurs por 129 a 115. Curry guió a los suyos con 36 puntos a la decimosegunda alegría de forma consecutiva en playoffs. Igualmente la gran ovación fue para Manu Ginóbili que hizo poner a todo su público de pie en los últimos minutos del partido.
Autor:Flavio Ibarra (@Flaviorocambole en Twitter e Instagram)
Stephen Curry anotó 36 puntos y los Warriors de Golden State barrieron la Conferencia Oeste contra los Spurs 129-115 que se fue desintegrando debido a las lesiones.
Con este resultado se convirtió en el primer equipo en la historia de la liga en comenzar los playoffs 12 -0 (barriendo todas las fases). Kevin Durant, de gran partido nuevamente terminó con una planilla que tuvo 29 puntos y 12 rebotes.
Los Warriors comenzaron dominando el partido desde los primeros minutos, su fortaleza ofensiva era evidente y sacaban ventaja desde el primer cuarto que terminaba 31 x 19 a favor de los Dubs.
La efectiva defensa de Golden State tenía al margen a los Spurs durante toda la primera mitad, dominándolos en los rebotes 33 x 23, manteniendo a San Antonio en 34% en tiros de campo 20 de 58. Mientras tanto Curry y compañía embocaban 27 de 45 para un impresionante 60%.
Golden State llegó a tener 22 puntos de diferencia y dominó a los locales que lucharon pero no pudieron nunca sentirse cómodo durante los 48 minutos. Los guerreros esperan un posible tercer duelo de campeonato consecutivo con Cleveland, que está arriba sobre Boston 2-1 en las finales del Este.
La única ventaja de San Antonio fue en la posesión de apertura cuando Manu Ginobili intervino con un lanzamiento al canasto. Los Spurs terminaron el juego ovacionando a Ginóbili con un apasionado "Manu-Manu" en lo que podría haber sido su último partido con el equipo. Aunque el escolta de 39-años de edad, declaró que va a reflexionar sobre si retirarse o volver a ponerse los cortos.
Ginóbili esta noche terminó con 15 puntos en 32 minutos, situación que lo llevó a sumarse a una corta lista de jugadores que han anotado 3.000 o más puntos en la historia de los playoffs de la NBA.
Kyle Anderson anotó 20 puntos para los Texanos, que no contaron con Kawhi Leonard, Tony Parker y David Lee. Una enfermería que le pasó factura.
Golden State terminó con un 56 por ciento en tiros de cancha y culminó con 14 de 39 en triples. Green culminó con 16 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias para los Warriors.
Son 12 triunfos en 12 partidos (27 en los últimos 28) con un margen de victoria de 16.3 puntos por noche. Hay varias razones que explican semejante dominio. La principal, tener una de las mayores colecciones de talento del baloncesto moderno. El resto, las han ido encontrando por el camino: la diferencia con los Blazers era prohibitiva; los Utah Jazz, tocados y demasiado jóvenes, no fueron rival; y los Spurs, que prometieron batalla a pesar de llegar sin Tony Parker, perdieron la guerra en cuanto cayó Kawhi Leonard.
Y nada de todo eso debe restar altura al mérito de estos Warriors, que siguen sin poder contar sin su entrenador, Steve Kerr, por culpa de las complicaciones de una operación de espalda. Golden State vuelve a las Finales por tercer año consecutivo con hambre de resarcirse de la derrota de 2016, cuando fueron el primer equipo que dejó escapar una ventaja de 3-1 en la pelea por el anillo. Por eso cuando les preguntan a quién quieren de rival contestan que los Cleveland Cavaliers. Ése es su punto de partida.