El base estrella abandona a los Clippers luego de seis temporadas para formar dupla con James Harden y reforzar a unos Rockets que fueron de los equipos más fuertes la temporada pasada. A cambio los californianos reciben siete jugadores y una futura selección de draft.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
El ciclo de Chris Paul con la camiseta de los Clippers acaba de terminarse, también lo que hasta ahora es el mejor momento en la historia de la franquicia de Los Ángeles. El base era una de los nombres más buscados en la agencia de jugadores libres de este año, y ya tiene destino: Se muda a Houston.
Luego de seis temporadas vistiendo la camiseta de los Clippers, Paul le dice adiós a un equipo al que ayudó a ser uno de los más competitivos de toda la liga. De hecho, los mejores porcentajes de victorias en la historia de la franquicia son los de 2014, 2013, 2015, 2016, 2017 y 2012, todas con “CP3” en la base.
Finalmente Paul cumplirá su deseo de jugar para los Rockets y formar dupla nada menos que con James Harden, uno de los mejores jugadores de la 2016/2017. A cambio, el equipo texano envió a Los Ángeles a Patrick Beverly, Lou Williams, Sam Dekker, Montrezl Harrell, más los contratos no garantidos de DeAndre Liggins, Tim Quarterman, Ryan Kelly y una selección de primera ronda de 2018.
Para que los Clippers pudieran recibir algo a cambio, el nueve veces All-Star optó por quedarse dentro del último año de su contrato los Clippers. Ahora Paul podrá firmar una extensión con Houston por un máximo de cinco años y 205 millones de dólares.
Paul formó una de las duplas más dominantes de la NBA junto a Blake Griffin, sin embargo no lograron llegar hasta las finales. La dirigencia angelina decidió dejar de despilfarrar millones y cambiar de rumbo, aunque eso significara ponerle fin a su historia más rica. En 12 temporadas en la NBA (seis con Clippers y 6 con New Orleans), el ex Wake Forest cosechó una media de 18.7 puntos, 9.9 asistencias, 4.4 rebotes y 2.3 robos en 35.5 minutos.