Sigue vivo con personalidad y juego

Después de un doble inicial de Aguada, con una gran presión sobre el balón en defensa, Quilmes sacó ventajas rápido para meter un parcial 8-0 y llevar la primera preocupación al técnico uruguayo que lo sacó a Kyle Lamonte (que salió de base) para que entre el habitual base titular Federico Babosi pero otro doble de contraataque decidió al “Hechicero” Fernando Cabrera a frenar el juego con un minuto (10-2)

Al regreso un triple de Enzo Ruiz llevó la distancia al máximo de 11 puntos (13-2). Desde allí los dobles largos de Curtis ayudaron a Aguada a poder recortar la distancia (13-6) y poder emparejar desde el juego un poco el desarrollo. De todos modos, Quilmes siempre tuvo el control, con un juego de pases rápidos, ya sea interior para Basualdo (excelente 10 pts) como exterior (2/4 en triples).

El primer cuarto se lo llevó el equipo marplatense por una máxima de 14 puntos (24-10) aprovechando con su presión las 10 pérdidas en el segmento del equipo rival.

En el segundo cuarto, la rotación desde el banco de Quilmes no le cambió la cara al cervecero, por el contrario, estiró las diferencias hasta trepar a los 20 puntos (32-12), ante el desconcierto del local.

Aguada, desde su orgullo y su localía salió a luchar el partido, porque no lo podía jugar y Quilmes se lo bancó muy bien con Maciel, Cantón y Basabe como estandartes en la lucha. Cuando Aguada quiso descontar desde un mucho más activo Kyle Lamonte apareció Nicolás Ferreyra con dos triples seguidos para volver a sepultar la reacción del local (39-17) para que Cabrera vuelva a pedir minuto.

Quilmes gobernó la ventaja hasta 23 puntos (42-19) hasta el cierre del primer tiempo donde Aguada intentó un acercamiento con puntos de Lamonte y Barriola desde la línea de libres, pero una gran jugada de Nicolás Ferreyra, que se comió el primer tiempo (13 puntos y 5 asistencias) terminó dándole 19 puntos de ventaja a cierre 45-26.

El conjunto local si bien nunca tuvo el dominio del juego erró también todo los tiros francos al canasto (0/9 en triples) y hasta algunas situaciones de 2 y 3 por 1 de contraataque. Quilmes con prolijidad (tres bases diferentes), intensidad, la idea clara de por dónde ir más 7/18 en dobles y 4/8 en triples dio un primer golpe decisivo.

En el tercer cuarto Aguada tuvo la chance de poder empezar a meter los triples que se le habían negado en el primer tiempo (4 seguidos) para recortar la diferencia (57-41). Quilmes mantenía la distancia con dos triples de Ricky Sanchez pero un par de equivocaciones en ataque (dos pérdidas) y la aparición de Smith en el poste bajo le permitió llevar la diferencia a 13 (57-44).

Bianchelli tuvo que pedir minuto para poder encarrilar la situación y volvieron a jugar con Basualdo en el poste bajo, la defensa presionante de mitad de campo y un triple de Flor para volver a sacar 16 (60-44).

La defensa de Aguada cerró todo lo que pudo su juego interior en la defensa y metió todas las pelotas que pudo a Jeremy Smith en el poste bajo, que en dupla con el pivote Curtis, llevaron todos los problemas a la defensa de Quilmes (63-51). Pero Flor se iluminó en la última del tercer cuarto con un gran doble con falta y la distancia para entrar al último cuarto fue de 15 (66-51).

Aguada ganó el tercer segmento 25-21 y logró descontar ventajas, pero Quilmes logró aguantar el envión local con gol. Pero sin poder establecer la defensa del primer tiempo se le hizo difícil soportar la diferencia.

El conjunto uruguayo fue muy bien dos por uno al hombre con balón para recuperar dos pelotas seguidas y una terrible volcada de Smith, más una bandeja de Lamonte llevó la diferencia a 11 (68-57) con 8 minutos por jugar.

Todo fue acción y reacción porque tras un doble y falta de Cantón vino una aparición estelar de Demian Álvarez que volvió a poner con dos dobles el juego en 10 puntos (71-61).

Y allí el partido se hizo un infierno de gol y gol en altísima tensión para ambos. Un oportunísimo triple de Ruiz llegó como agua fresca (74-61)… y reacción: aparición de Lamonte (triple y doble) para empujar una vez más a los suyos (76-66) a falta de 4:50.

No obstante Nicolás Ferreyra (el mejor del partido) siguió manejando bien los hilos y además aportó gol vital, para acompañarlo a Eric Flor en ataque ante la salida de cinco faltas de Enzo Ruiz, fueron ellos los que se hicieron cargo de todo en el cierre. Mientras que Basualdo fue el complemento ideal de un equipo que tuvo alto vuelo casi todo el partido.

El envión anímico que se da Quilmes con esta victoria es muy importante, porque no solo dominó y aguantó con personalidad nada menos que a Aguada en su casa, sino que se mentaliza para el mano a mano con Osorno (mañana) buscando el pasaje para la siguiente instancia.

Crónica: Pablo Tosal @pablotosal
fotos: FIBA.com