Philadelphia Sixers ratificó su buen momento tras imponerse ante San Antonio 97-78 con un gran juego de Ben Simmons, quien marcó 21 tantos, cinco rebotes y siete asistencias. Manu Ginóbili no jugó en el conjunto de Greg Popovich. LaMarcus Aldridge fue el goleador de los tejanos con 18 puntos y tres rebotes.
Autor:Ignacio Miranda (@nachomiranda14)
San Antonio Spurs fue derrotado en el AT&Center ante Philadelphia Sixers. Un inspirado Ben Simmons, autor de 21 puntos y un reparto equitativo del goleo fueron las claves para los vencedores. LaMarcus Aldridge aportó 18 tanto a la causa de los de Greg Popovich. Manu Ginóbili no formó parte del equipo por descanso.
El partido en el AT&T Center empezó con Philadelphia imponiendo su ritmo a partir de las penetraciones de Ben Simmons y la puntería de Joel Embiid y Dario Saric para meter un parcial de 20-9 en los primeros ocho minutos del primer cuarto. San Antonio, por su parte, dependió mucho de lo que Dejounte Murray podía crear con el pick and roll en ofensiva y no supo contener a su rival en defensa, permitiendo a los de Collins cerrar con supremacía el reglamentario (25-13).
En el segundo cuarto los de Greg Popovich intentaron con Patty Mills y Murray en cancha eliminar las pérdidas, pero otra vez la defensa de Philadelphia rompió con el esquema, robó balones (cuatro) y supo correr el contragolpe con Anderson, Covington y McCollen, logrando sacar una nueva máxima en el marcador con 24 por jugar (50-31).
La defensa de los Sixers fue clave en la victoria
Con Simmons haciéndose dueño del rectángulo de juego y Embiid y Saric anotando desde la tercera dimensión (un triple cada uno), los Sixers mantuvieron en la sombra a sus rivales y San Antonio poco pudo hacer ante las múltiples vías de gol de los visitantes (81-61).
Con Murray tratando de hacer jugar al equipo y LaMarcus Aldridge transformándose nuevamente en protagonista de la ofensiva, los tejanos se las ingeniaron para colocarse a 15 en el electrónico con 8 minutos restantes por jugar. Pese al envión, Philadelphia resolvió el partido con la paciencia de Ben Simmons, quien manejó los hilos del equipo y desgastó el tiempo hasta que sonó la chicharra, permitiendo que los Sixers se lleven un valioso triunfo a domicilio (97-78).