Gimnasia: mala fortuna y plantel corto

El Lobo platense tuvo un año complicado en cuanto a resultados. Comenzó bien la temporada, haciendo una localía fuerte y haciendo planteos inteligentes en la ruta. Pero en el receso por fiestas César Adriani decidió dejar el equipo por probelmas personales. Dejar la banca tras mucho tiempo habrá sido un golpe dificil de asimilar para la directiva, que igualmente se movió rápido y contrató a Héctor Santini como su reemplazante.

PRIMERA FASE

Como marcamos anteriormente, la primera fase fue muy buena a tal punto que terminó con record 8-6 y el arrastre dio como resultado 11,0 puntos. Tenía todas las de ganar. Tras perder en el debut en Junín, superó a Temperley, Rocamora y el propio Ciclista en La Plata (en forma consecutiva), fue a Colón y también venció. Tras perder con Temperley, volvió a la ciudad de las diagonales y superó a La Unión el 13 de noviembre por 96-89, para marcar un comienzo más que favorable.

SEGUNDA FASE: LESIONES Y DERROTAS

El ciclo de Héctor Santini no comenzó para nada bien. Wilkerson decidía dejar el equipo y se llevaba sus 14 puntos por juego (ya había sido dirigido por el DT en Ciclista Juninense en el 2008, en ese entonces fue cortado por "Tito). Llegaba al equipo Willy Kuoassi. El interno no cumplió con las expectativas. Para colmo, el mejor jugador del Lobo, Leo Labella, se lesionaba en el encuentro ante Rocamora como visitante. Estuvo casi un mes afuera por un desgarro y en ese lapso, el Lobo perdió gran cantidad de partidos.

A la lesión de Labella, se le sumó la de Lisandro Villa, otro referente del plantel. Y así se hizo todo cuesta arriba. Cuando volvió el base, Gimnasia hizo su localía fuerte de nuevo, pero como visitante se mostraba endeble. Para la recta final, Kuoassi fue cortado y llegó Ricardo Glenn, que jugó en Peñarol. El extranjero estaba en muy mal estado físico y no pudo sacar diferencias en ningún partido.

Gimnasia perdió en Petrolero 80-60, ganó un encuentro de local, pero en la anteúltima fecha pierde un juego increible en su estadio ante La Unión de Colón y en la última se jugaba la permanencia ante Ciclista, en Junín. Jugó muy mal y perdió. Estaba condenado a jugar el Play-out.

RENDIMIENTOS

Labella fue nuevamente el amo y señor del equipo. Sin él, el equipo no fluyó y perdió varios encuentros. Desde su pickandroll y penetración hizo mucho daño y fue el responsable en muchos de los partidos ganados del equipo. Aparte de su visión de juego, le agregó gol (fue el segundo goleador del equipo).

El que mostró una interesante regularidad en el juego fue Brandon Nazione. El foraneo fue muy importante como alapivot, demostrando un más que correcto tiro y gran capacidad para rebotear. Fue el goleador del equipo.

Dos de los históricos del plantel, Lisandro Villa y Esteban Rusconi, completaron una temporada más. El primero, de innegable calidad, sufrió muchas lesiones y por eso nunca pudo encontrar ritmo de juego. Cuando se lo propuso fue importante en el goleo. Por su parte, el base, no tuvo tanta intervención como en otros años. A tal punto que busco más el pase que su tiro exterior.

Párrafo aparte para Matías Sesto. Buena temporada. El tirador (buena talla), no estaba en el radar de nadie para esta Liga Argentina y contó con buena efectividad y buen entendimiento del juego. Acierto dirigencial.

Por último, los jóvenes Juan Pablo Lancieri y Rafael Rosende, que suelen ser explosivos, tampoco tuvieron fortuna con el tema de las lesiones. De hecho el primero se perdió 5 encuentros y el zurdo, 12. Es mucho. Sin entrar en un ritmo de juego ideal, tuvieron que adaptarse a un equipo con serias necesidades.