El elenco de Santiago del Estero se quedó con el primer torneo del 2018 de la Liga Femenina. En tiempo suplementario doblegó a Obras por 75-74. Natalia Ríos fue la MVP de la final.
Autor:Emanuel Niel (eniel@pickandroll.net)
El cotejo inició a pedir de Quimsa. El cuadro santiagueño fue duro en el aro propio y fino en el ajeno, obteniendo de movida un cuatro de cuatro en tiros de campo, que lo catapultó 9-0 en los primeros pasajes.
En total la racha fue de 11-0 hasta que Obras logró responder, dentro de un cuarto donde no pudo hacer pie, mostró letargo en su resguardo, y a base de arrestos individuales, principalmente de Andrea Boquete (10 tantos en ese periodo), se mantuvo a flote.
La fusión terminó los primeros 10 minutos con un 10/15 de campo, que se capitalizó en el 24-15 con el cual ingresó al segundo “chico”; más allá de una defensa que no mostró grandes fisuras.
El trámite mutó relativamente en ese segundo acto. El “tachero” buscó mejorar en su campo, para potenciar la producción en el otro; y en parte lo logró. Ornella Pag contuvo a Natalia Ríos, una de las principales vías de juego de su adversario, y corriendo más que generando volumen de acción, se acercó en el tanteador.
Sin embargo el recambio le sentó bien a las dirigidas por Mauricio Pedemonte, dado que el ingreso del tándem Lasso-Corrales le brindó un cambio de aire necesario; que conjugado con la efectividad de Ivaney Márquez, le devolvió una brecha de 13 (33-20), con cuatro minutos por delante.
Pese a los pedidos de Francisco Pirani, sus dirigidas obviaron el juego al poste, y reduciendo todo al perímetro, se repitieron en intentos fallidos, que las depositaron en el descanso largo abajo por nueve, 33-24.
El retorno de zona de vestuarios invirtió los roles y fue Quimsa el dormido desde el comienzo. Con más corazón que básquet el dueño de casa fue limando la diferencia, con la guía de Salaman y un planteamiento 4-1, e incluso de a ratos 5-0, que terminó de suprimir por completo el juego interior.
Obligando a mover las grandes de la fusión para defender sobre el perímetro, Sabater terminó de inclinar la balanza, llevando a la suyas a ponerse a solo tres (44-41), con 1:30 por delante.
Del otro lado, las chicas de Mauricio Pedemonte entre la oposición, las lagunas propias y los problemas para colgar el balón en la pintura, fueron perdiendo la brújula, y solo en el final, con puntos de Adams y Vega consiguieron reacomodar las piezas, aunque sin recuperar la ventaja vista anteriormente.
Con un Obras en alza, el último acto inició con las santiagueñas arriba, 48-43. De igual forma, la diferencia duró poco, ya que con un gran pasaje de Andrea Boquete, las capitalinas igualaron en 51 al llegar a los primeros 3:30, y a partir de allí, el trámite cambió.
En poco más de tres minutos, las huéspedes establecieron un parcial de 8-2 (59-53), el cual fue contrarrestado por un 6-0 en el siguiente minuto, que equiparó las acciones en 59 con 2:50 por delante.
Cuando parecía que el “tachero” se lo llevaba con un doble de Boquete (64-61), un triple clave de Márquez igualó el marcador en 64 con 13 segundos para que todo acabe.
Las locales tuvieron la última, pero Boquete fue bien defendida, y en un mar de manos, el balón no terminó siendo de nadie, y por consiguiente, fue necesario un tiempo extra.
El suplementario comenzó mejor para las de Capital Federal, que con el dueto Pag-Salaman picaron en punta 68-64. Sin embargo Quimsa no claudicó, y con un triple, desde el mismo sector donde antes había castigado Márquez, pero en este caso vía Victoria Lara, pasó al frente 73-72 con 34 segundos por delante.
Desde la línea, Boquete le devolvió el liderazgo a las suyas (74-73, a 30 segundos), aunque al match le quedaría una jugada más por sorprender.
Con oficio, Márquez parada en calle derecha del ataque, pidió cortina a Adams, para de esa forma tomar el eje de cancha. Cuando esta se perfilaba para bloquear, Ivaney le indicó que se fuera, y que quién la realizara fuese Vega. Con el tiempo corriendo, y la defensa cambiando constantemente por miedo a quedar engancha en esas cortinas, la venezolana mostró oficio.
Con el carril hacia el canasto liberado sobre 45 grados, ya que todas leyeron la cortina al eje, solo necesito de un par de piques, y en bandeja, depositó el doble del campeonato para el conjunto de Santiago del Estero.
Festejo más que merecido, para el número uno de la fase regular, y ahora, monarca del primer torneo del 2018. Obras, a base de sacrificio, estuvo a segundos de dar el batacazo, pero primó el poder colectivo, y por ese aspecto, fue la fusión quien terminó levantando la copa.