Egipto comenzó sin fisuras

El partido fue deslucido y con poco goleo. Egipto generalmente estuvo al frente, ambos rebotearon mucho en su cristal ajeno, pero con poca efectividad. El conjunto africano sacó diferencias desde su defensa zonal, pudo correr mejor la cancha, y por momentos ser el dominador del encuentro. Apenas se colocó 8-4 en los primeros cinco minutos, mostrando los inconvenientes de ambos para atacar. Egipto tuvo gran cantidad de segundas opciones (9), aunque la mayoría con poco éxito. Así y todo, se disparó 12 - 7 en los instantes finales. Nueva Zelanda con el aro completamente cerrado (1-7t2, 1-8t3) chocando constantemente, sin ideas ni claridad para emparejar. Así y todo, pudo achicar y solo quedar abajo 14 - 11.

Egipto no sacó el pie del acelerador. Siguió firme en defensa, pudo recuperar, se amigó con el aro, y encontró otras variantes para adueñarse del partido. Mahmoud (6) fue importante, sumado a la enorme capacidad para tener segundas opciones, y defender a un rival muy limitado en técnica y táctica. Se disparó sin problemas 25 - 15 primero, y luego estiró las cifras con facilidad. Nueva Zelanda mostró potencia, energía, pero muy poco básquet. Totalmente desenfocado con el aro (16% de campo con 1-16t3), y debajo en el marcador. Sus perimetrales no funcionaron, le costó crear juego, y el rival pudo extender sin problemas lo conseguido. Llegó a estar +16 en el marcador, aunque Lepou tras un doble y falta cortó la inspiración de los egipcios. En el cierre, Egipto bajó su intensidad, y solamente quedó 33 - 19 al frente.

Por momentos Nueva Zelanda comenzó a responder. Su defensa interior fue muy productiva, y a pesar de no anotar de tres puntos, supo como resolver ciertas cuestiones. Pudo pasar mejor la bola, generar sus espacios y arrimarse muy peligrosamente en el marcador. Rissetto y Broughton en la pintura fueron determinantes, y de buenas a primeras los oceánicos quedaron simplemente abajo 37 - 31. Egipto se sostuvo, trató de no perder el foco y llegar mejor al aro. Hanafi y Khalifa fueron el dúo clave para contener al rival, aunque Nueva Zelanda siguió acortando el vínculo entre ambos. El partido fue errático, con muchas pérdidas, pero tensión por lo ocurrido con Nueva Zelanda. En el peor momento de los egipcios, Hanafi anotó un doble y falta determinante en el cierre del periodo. Los oceánicos nuevamente con muchos errores, malogrando a larga distancia, pero con vida tras quedar simplemente 46 - 40 abajo.

El final fue todo del vencedor. Egipto se recuperó en defensa, tuvo otra agresividad, le generó muchas pérdidas al rival, y no dio oportunidades. Se escapó 55 - 45 en un par de minutos, donde Hassan (7) fue la llave de la victoria. Nueva Zelanda totalmente anulado, siguió con el aro enemistado (24% de campo, 3-28t3), lo cual le hizo imposible competir en los instantes finales. Egipto estuvo muy firme atrás, presionó arriba, pudo imponerse en los tableros, y frustrar por completo a Nueva Zelanda. Lució atrás, impuso respeto y con fortalezas de juego sentenció la historia. Parcial de 8-0 dejando a su rival sin puntos en los tres minutos finales del match.

José Fiebig

@Josefiebig