Sin sorpresas se cerró el Grupo C en Rosario. El elenco canadiense tuvo que trabajar para vencer cómodamente a Nueva Zelanda 97 - 61 en un formidable cuarto final. Lo mejor sucedió luego, donde Montenegro sacó de la galera un fantástico partido ante Egipto 77 - 67 en suplementario.
Autor:José Fiebig (especial para www.pickandroll.com.ar)
El arranque fue parejo y sumamente defensivo. Nueva Zelanda hizo un buen trabajo atrás, obligó a malos lanzamientos Canadá, y sobrecargó el cristal ajeno. El elenco norteamericano necesitó trabajar sus ofensivas, aunque McNeilly con un bombazo abrió el marcador para su elenco. Nueva Zelanda se mantuvo concentrado, aplicó dos triples para comenzar a encarrilar su ofensiva. Los oceánicos defendieron en una zona extendida, aunque Canadá emergió en ambos costados. Encontró solidez en el poste, pudo cortar balones, y empezar a acelerar. Completó 3-5t3, pasó bien la bola, y capitalizó un enorme parcial de 15 – 3 para colocarse +12 en unos instantes. Nueva Zelanda perdió las riendas, no tuvo gol externo (28% de campo con 2-8t3), le costó armar juego, y Canadá comenzó a inclinar la cancha. Tuvo goleo repartido, fuerte en los cristales, la banca dio respuestas, y en velocidad fue indetenible. De esa forma. Canadá cerró sin problemas 26 – 12 al frente.
La situación no varió demasiado. Nueva Zelanda defendiendo en zona, pero de a poco más desajustado atrás. Canadá tuvo mucha potencia para buscar el rebote ofensivo, y colectivamente trabajó muy bien en general. Los grandes comenzaron a anotar, y con un buen parcial de 6-0, el conjunto norteamericano estiró a +20 la diferencia. Nueva Zelanda a pura potencia trató de reaccionar, se impuso en la pintura, y complicó la segunda guardia del tipo canadiense. Broughton clavó un triple más falta, y Canadá sintió por momentos el impacto. Tuvo poca claridad, le costó llegar al aro y Nueva Zelanda se puso en partido. Un parcial de 12 – 4 (36 – 25) para tomar envión de cara al cierre. Canadá tuvo 1-4t1 para colmo y cortado todos sus receptores. El partido siguió sumamente duro, y Nueva Zelanda desperdició algunos triples abiertos (5-19t3) para seguir bajando el score. Canadá trabajó mucho en su tablero, se necesitó esforzar adelante, ya que no tuvo espacios para atacar con facilidad. El equipo de Schepp mostró fiereza en el cierre, pudo encarar mejor, y terminar con mucho más aire el partido. Nueva Zelanda pagó caro su poca efectividad y no poder correr en velocidad. De esa forma, Canadá quedó 44 – 28.
Canadá salió muy agresivo a terminar con el partido. Tuvo mucha sobrecarga al rebote ofensivo, defendió duro la primera línea, y adelante encontró descargas claras en el poste bajo. Bediako emergió en ese aspecto, los perimetrales estuvieron rápidos mentalmente para pasar la bola y descolocar la defensa rival. Nueva Zelanda con muchas dudas en defensa, y fuera de foco en los primeros minutos. Un parcial demoledor 10-2 para situarse con contundencia 54 – 30 en solo tres minutos del periodo. Los dos elencos con una presión alta para defender, y Canadá de a poco inclinando por completo la cancha. Tuvo libertades para ir hacia el aro, Nueva Zelanda bajó su intensidad atrás, y las ventajas se mantuvieron casi sin problemas. De todas formas, los oceánicos pelearon, acortaron con dos bombazos para al menos mantenerse en competencia. Canadá pasó menos la bola, por momentos se enredó, aunque las limitaciones ofensivas del rival (36% y 8-24t3) lo tranquilizaron. Cerró 66 – 49 el periodo.
El juego continuó de la misma forma. Nuevamente Canadá repitió sus arranques de periodo. Un parcial inicial de 5-0 dominando los tableros, y haciendo pie con su velocidad le dieron la máxima nuevamente. Nueva Zelanda no renunció al juego, siempre peleó cerca del poste, con poco gol y claridad, pero mucha potencia para no dejar libre a Canada dentro del partido. El partido se abrió prácticamente por completo, intercambiaron gol a gol, aunque pasajes de Rathan Mayes y Mcneilly fueron determinantes. Nueva Zelanda perdió las riendas en defensa, dejó correr a Canadá, y recibió duros golpes en cada posesión. El conjunto norteamericano aceleró en todo momento, elevó su confianza al máximo, no dio oportunidades. Generó pérdidas masivas en los oceánicos, e hizo estragos hasta el final. Hubo un parcial de 21-5 que dejó a los canadienses con total comodidad hasta los instantes finales.