Mataderos Oilers es el nuevo campeón de la Súper Liga Porteña "A" y nada puede decirse. Ganó sus últimos cuatro partidos sin problemas, en la final derrotó a Sangre Fría por 64 a 44 con un último cuarto descomunal. Nehuen Martignoni fue el MVP con 13 puntos y 11 rebotes.
Autor:Flavio Ibarra (@Flaviorocambole en Twitter )
Los primeros minutos en el Club Pinocho dejaron en claro las posturas de ambos equipos. Sangre Fría salió en busca de hacerse de los ritmos del juego y apostó a abrir la cancha con sus tiros externos, que complicaron en varias ocasiones a la defensa de los Oilers. En tanto que Mataderos, observó cómo los sangrientos se hacían del dominio y esperó tranquila su oportunidad para explotar la velocidad de sus atacantes en algún contraataque.
Esa pasividad, disfrazada de paciencia, tuvo sus réditos ya que los multicampeones se fueron al descanso largo 36 a 27.
Y esa parecía ser la manera en la que se desarrollaría el juego, en los terceros diez minutos Sangre Fría emparejó las acciones pero no pudo descontar, si bien era merecida, poder haber terminado más cerca en el tanteador el tercero culminó empatado en 12 (48 a 39).
Pero ya en el último periodo, se comprobó nuevamente que las finales no respetan merecimientos y así los tangueros encontraron en su efectividad y con una defensa dejando en solamente 5, terminaron de liquidar el cotejo y así volver a las fuentes de aquellas vueltas olímpicas y corte de redes tradicional.
Esta vez no fue la capacidad anotadora sinigual de Nicora ni la fortaleza en la pintura de Guillamondegui. Sino que apareció Nehuen Martignoni con 13 anotaciones y 13 rebotes. Y en este apartado tiene un destaque especial Ignacio Puertolas que fue fundamental en las claves para depositar con altura sus puntos debajo del canasto (Fue el goleador del campeón con 17).
Mataderos ganó con sus armas: la pelota pinchada en momentos de desorden, el contraataque. Sangre Fría perdió con las suyas: goleo repartido y nunca bajar los brazos.
LiforBásquet tiene un nuevo-viejo campeón y merecido. Se llevó el trofeo, pero los aplausos fueron, son y serán para los dos rivales más importante de la élite del básquet social.