Mad Max

En un terreno donde casi todos andan al ras del piso el jugador diferente, el que se lo ve “volar” de aro a aro es quien marcó las diferencias decisivas para determinar un ganador. El único extranjero que hubo en la cancha: Du'vaughn Maxwell.

El ala pivote foráneo hizo todo cuánto tenía en las manos para ganar. Con puntos (25), rebotes (4), asistencias (2) recuperos (3) tapas (4) y recibiendo 9 faltas de sus rivales. Una tarea que la terminó coronando con los 4 puntos finales de un juego con resultado incierto hasta el final.

Quilmes tuvo su oportunidad para ganar en el tiempo regular pero Cantón erró el tiro abierto. Corrió todo el partido de atrás, debió sobreponerse a un mal comienzo (llegó a perder por 16) y tuvo a casi todo su personal complicado con faltas. Pero no dejó de luchar nunca y fue muy obstinado con el deseo de ganar. Sus errores y la diferencia de Maxwell lo dejaron con las manos vacías.

Los primeros 5 minutos fueron muy intensos, con paridad (10-10) y goleadores perimetrales. Por el local aparecieron Lucas Arn (8) y Maxwell (2) que empezaba a mostrar sus cualidades y la visita atacaba vía Ortíz (5), Bolivar (3) y Morales (2) quienes tiraban del carro ofensivo.

De todos modos el partido entró en su tónica dominante: las faltas. En solo tres minutos Sebastián Morales se cargó con tres faltas. La primera señal de alerta fue resuelta con cambio y tuvo que entrar tempranamente Maxi Maciel.

Ya para la segunda mitad del primer cuarto aparecieron los internos de cada equipo y cuando el partido estaba en tablas en 14 ingresaron los bases de relevo: Valinotti por Peñarol y Fernández por Quilmes. El partido cambió de viento porque Quilmes perdió el orden por completo, con varios jugadores molestos por la proporción de faltas (9-3). El entrenador de Peñarol movió inteligentemente el banco y sacó ventajas.

Quilmes perdió la línea en ataque, se frustró y su retroceso fue muy malo. Peñarol aceleró con un solo pase para sacar ventaja y Maxwell explotó los espacios para aplicar un parcial de 8-0 y cerrar el primer cuarto 22-14. Maxwell (8) y Arn (8) tenían más puntos que todo el cervecero.

El comienzo del segundo parcial fue muy favorable a Peñarol con una buena doble marca al poste bajo contra Cantón y sobre todo muy fuerte la defensa de la primera línea para quitar el armado de juego de Quilmes.

Con cinco puntos seguidos de Nicolás Lauría (triple y dos libres) Peñarol tomó la máxima de 12 (29-17). Quilmes subió entonces su defensa y Peñarol por primera vez se fue de foco perdiendo 4 balones casi consecutivos. Cuando el local sumó su sexta pérdida en cuatro minutos Quilmes recortó la distancia a la mitad (29-23).

Pero rápidamente el “milrayitas” volvió a dominar el juego con la aparición ofensiva de Bruno Barovero y Tintorelli mientras Quilmes sumó faltas en ataques en ofensivas consecutivas. Con Maxwell atacando la zona pintada con decisión el local sacó 15 (38-23) con parcial 9-0.

El juego del cervecero estaba fracturado, ya que Peñarol había logrado contener casi todo los planes del ataque estacionado del cervecero. El único que se salió del libreto fue el pibe Víctor Fernández que con 5 puntos seguidos descontó para ponerse a 10 (38-28).

Para ese entonces Quilmes ya tenía 5 jugadores con 3 faltas cada uno y el horizonte pintaba muy negro. Maxwell se había encargado con su versatilidad y potencia de sacarle faltas a todos los jugadores de Quilmes y facturar desde la línea de libres. Una bandeja de Juani Marcos puso la máxima diferencia de la noche: 45-29

Para cerrar el primer tiempo apareció otra vez Víctor Fernández con 6 puntos seguidos (3 libres y un triple) y achicó la diferencia a diez: 45-35. Había más distancia en el juego que en el marcador.

El Segundo tiempo abrió con un triple de Juani Marcos pero Sebastián Morales apareció con puntos y acercó a su equipo 55-49 hasta el ingreso de Maciel. Quilmes salió en el complemento con una mejor protección de su canasto y en ataque profundizó la bola en el poste bajo y cargó de falta los internos.

Peñarol empezó a tropezar pero dos dobles seguidos de Lucas Arn le devolvieron la tranquilidad. Luego Juani marco tomó el callejón central de la defensa para anotar un doble más y un triple de Lauría para retomar los 12 puntos de ventaja (64-52).

Parecía que Peñarol volvía a ejercer el dominio del segundo cuarto, pero una vez más Quilmes demostró que no se rendiría y dos triples de Bolivar volvieron a meter la diferencia en un solo digito: 65-57

El cuarto final empezó a puro bombazo entre Valinotti y Bolivar, pero se sumó otro de Maxi Maciel y cerró el juego a apenas 4 puntos (69-65) en lo que fue su última jugada ya que se fue por cinco faltas. Sebastián Morales ya había salida por faltas en la jugada anterior.

Quilmes tuvo como debilidad no mostrar argumentos defensivos valederos y lo terminó pagando, porque cada penetración era un mazazo a las manos o el cuerpo del rival, incluso algunas faltas fueron innecesarias y a destiempo. Por eso iniciado el cuarto con 5-0 de faltas Peñarol se escapó otra vez (74-68)

El problema para el equipo de Leo Gutiérrez era que había perdido el eje. El partido era desprolijo y Peñarol se sumó a esa desprolijidad. Los pibes Marcos y Valinotti fueron correctos para trasladar el balón pero les costó armar juego, y la ausencia de Nico Gianella se hizo evidente.

Otro triple de Bolivar cerró el juego a tres (74-71) mientras Ortiz dejaba la cancha por 5 faltas. Un golazo desde el perímetro de Maxwell parecía ir sellando el resultado (81-74) pero ocurrió la salida de los internos de Peñarol por faltas y la estantería de la solidez se derrumbó.

Se fue primero Tintorelli a falta de 4:40 y luego llegó la quinta de Alloatti. Entonces el entrenador armó el siguiente quinteto: Marcos - Arn – Barovero – Lauría y Maxwell. Los internos contra Cantón y Vasirani.

Peñarol aguantó dos minutos sin convertir pero sin que le convirtieran (81-76) pero llegó un triple de Víctor Fernandez y dos libres de Bolívar para empatar el partido. En la pelota final erró Barovero y Canton se quedó con el tiro del cierre pero su triple no le pegó al aro y el empate en 81 mandó el juego a suplementario.

Peñarol cerró el tiempo regular sin convertir puntos en los últimos cuatro minutos (ganaba 81-74) y sin sus internos el panorama para ir al Suplementario no era el mejor.

Y cuando más complicado estaba apareció un hijo pródigo: Nicolás Lauría con un triple (84-81). Peñarol perdió a Lucas Arn por 5 faltas (86-83) y el equipo se terminó de complicar. Quilmes entendió la debilidad de su rival y tiros libres de Bolívar y Vasirani lo pusieron al frente 86-89 con parcial 2-8.

Pero llegó una jugada exquisita de doble y falta de Lauria que sacó de la cancha a Canton por su quinta falta y el empate en 89 a falta de 2:19.

Luego de una defensa de bloque sólida, la corrida de contraataque terminó con triple de Juani Marcos (92-89). Ese parcial 6-0 dio vuelta las emociones y empujó a Peñarol a la victoria.

Allí la secuencia fue: dos libres de Vasirani (92-91), dos libres de Lauria (93-91 a falta de 1:14) y un golazo de bandeja pasada de Lucho Tantos (93-93)

Para cerrar el juego llegaron dos joyas. Primero una bandeja de zurda de Maxwell. El pibe Agustín Lecona aguantó la presión y metió dos tiros libres para empatar en 95. La segunda joya fue la volcada de Maxwell para ganar el partido. Vasirani cubrió en ayuda el rompimiento de Juani Marcos, el base de Peñarol se la dio al extranjero que se abrió al tiro y cuando la recibió encaró como un toro para abajo. Vasirani ya iba dos metros tarde y lo vio pasar volando. Doble y falta. Y partido.

Un final de emociones en un clásico desprolijo. Es evidente que son dos equipos en formaciones que arrastran sus propias limitaciones y buscan taparlas con actitud. Lo que no hay duda es que por la incertidumbre del resultado regalaron un juego emocionante y lleno de matices que Peñarol volvió a ganar y esta vez gracias a su jugador diferente: Maxwell.

Fotos: Prensa Peñarol
@Pablotosal