¿Premio a la vigencia o falta de material?

Argentina llevó a cabo su convocatoria para la doble ventana que se avecina en La Rioja. Ante la falta obligada de algunos jugadores en Europa, hubo cambios significativos en el nuevo roster para encarar ambos compromisos como local. Dentro de la nueva lista, aparece un nombre ultra conocido, pero con 39 abriles encima. Me refiero lógicamente a Paolo Quinteros, el actual escolta de Regatas de Corrientes. Nadie duda de la notable jerarquía y experiencia del entrerriano, sumado a la vigencia que mantiene. Ahora bien, su convocatoria se toma como un premio a todos los atributos mencionados, o bien a falta de escoltas de proyección y calidad en nuestro basquet. Haremos un repaso para evaluar ambas posibilidades.

Es cierto que para Hernandez y Argentina no es tiempo de improvisar. Necesita una victoria al menos que le de el pasaje al Mundial 2019, y ante la falta de jugadores de Europa va a lo seguro. Ahora bien ¿Como tomamos la convocatoria de Quinteros? El entrerriano se mantiene impecable desde lo físico, pero con menor protagonismo y llegando desde la banca. En el Super 20, jugó 12 encuentros con 11.0 ppp, 32% en triples, 3.3 rpp y 1.8 app. Lejos de sus gloriosas actuaciones como bombero para Regatas. Si partimos de la temporada pasada, Quinteros promedió 17.2 ppp, 2.3 rpp y 3.3 app sumado a 33% en triples. Buenos números para toda la experiencia con la que cuenta, y bancando a su elenco en todo el torneo. ¿Alcanza para la convocatoria o el resto no dio un salto para ser llamado?

Paolo Quinteros disputó su último torneo con Argentina en 2011. Es decir hace 7 años, donde el equipo ganó el FIBA Américas en Mar del Plata. De ahí en más no volvió a ser parte de una convocatoria. Luego fue parte ininterrumpida en Regatas, donde se coronó en la Liga Nacional, Liga Sudamericana y un Super 8.

La actualidad marca que la salida de Manu de la selección colocó a Brussino en otro estamento, y provocó que algunos otros escoltas tengan su lugar. Los casos de Lucio Redivo y ahora de Máximo Fjellerup. ¿Hay algo más o nos quedamos cortos? El vació que se generó de varias camadas, provocó que ahora Argentina tenga problemas con recambio, más allá de las excelentes camadas menores que se avecinan.

Sumado a eso, la Liga Nacional cuenta con muchos jugadores extranjeros en la posición de escolta, lo cual complica aún más encontrar jugadores de proyección para anotar y tener en cuenta. Eso también generó, que Argentina disponga de una doble base (Campazzo - Laprovittola, Campazzo - Vildoza) para jugar en determinados momentos.

En la anterior convocatoria, por ejemplo, Hernandez llamó a Luciano Gonzalez (28 años, 1m91). El escolta de Instituto estuvo en la doble ventana anterior, pero sin protagonismo. Un jugador de gran presente, pero también sin exclusividad en la ofensiva de Instituto, y llegando desde la banca. Leonel Schattmann de Quimsa con sus 31 años, y 1m94 hoy parece una alternativa interesante. Tirador puro con velocidad para su lanzamiento saliendo de la cortina y en momentos cruciales. En su caso solo sería presente si pensamos en la edad con la que cuenta, aunque el debate de madurez de un jugador es un punto crucial. Lo mismo para Selem Safar con sus 31 años y 1m91. El marplatense ya tuvo su lugar en la selección, y si bien tiene su vigencia, tendría que analizarse que tan indicado podría ser para un futuro inmediato, y más con los vaivenes y protagonismo en los últimos años.

¿Y a futuro? Además de Fjellerup como pilar dentro de la "nueva" camada, se lo puede nombrar a Iván Gramajo (22 años, 1m93) en franco ascenso con Ferro y gran protagonismo en este Super 20. Eric Flor (25 años, 1m87) también tenido en cuenta en convocatorias podría ser otra opción. Santiago Vaulet (hoy sin saber sobre su futuro) era otra carta para soñar.

Tenemos que pensar directamente en jugadores de menor edad que están haciendo sus primeras armas en gran nivel. Mateo Chiarini (20 años, 1m88), Luca Valussi (20 años, 1m97), José DeFelippo (21 años, 1m86), o bien los clase 2000 que vienen a pasos agigantados. Los casos de Juan De La Fuente (18 años, 1,98) o el propio Leandro Bolmaro (18 años, 2m01) pero en ambas situaciones para convocatorias lejanas. Material hay, eso sin duda, pero no justamente en este momento como reemplazos seguros. Lo cual genera que Quinteros aparezca en escena. Insisto, nadie duda de su calidad y vigencia, pero veamos el otro lado, que es el vaso medio vació.

José Fiebig

@Josefiebig