Panamá no pierde la ilusión

El primer parcial fue 21 a 15 a favor de Panamá que supo mostrar, a lo largo del juego, importantes variantes en la ofensiva. Sin embargo, el ex jugador de Hispano Americano Javier Carter no solo aportó 18 puntos sino que también tuvo injerencia en la defensa con 8 rebotes. El reparto de los tantos entre los diversos integrantes del plantel se sintió a través de las intervenciones de Trevor Gaskins y Ernesto Ogilvie con 14 puntos. El talón de Aquiles de los panameños fue de 9 unidades apenas.

Mexico inició el cuarto con intentos hacia el aro por parte de Alex Pérez y de Jonathan Machado, sin embargo Panamá comenzó mejor con el actual jugador de San Martín de Corrientes, Michael Hicks con una granada desde tercera dimensión. En ese interín, México salió de la sequía a los 7 minutos del primer cuarto con un triplazo de Machado. Pero, los cuatro puntos de diferencia que extrajo Panamá fue el punto de partida para una victoria que costó y mucho. En ese tramo del juego, los trabajos en defensa de Gaskins y Tony Bishop Jr le allanaron el camino a Carter que comenzó a mostrar sus credenciales basquetbolísticas. La hemorragia centroamericana fue letal para los mexicanos que no experimentaron ninguna reacción ya que quedaron clavados en tres puntos (triple anotado por Machado).

Durante el segundo cuarto, ambos equipos estuvieron dubitativos y el que tuvo que sacudir la modorra fue Tony Bishop Jr quien, a través de un triple, posibilitó que el marcador quedara 24 a 17 a favor de Panamá. En este período, Panama estableció una diferencia de diez puntos (31 a 21) siendo esta la más grande del partido a los cuatro minutos. Esto fue un disparador para los mexicanos que reaccionaron a la adversidad y comenzaron a achicar las diferencias. El cuarto finalizó 38 a 28 con sello panameño.

En el complemento, y más precisamente en el tercer cuarto, México hizo una buena defensa, puso la barba en remojo y asustó a un intrépido Panamá. La efectividad del 32 % en triples fue letal para los centroamericanos que se fueron tranquilos al descanso. En el rubro de 6,75 aparecieron Lorenzo Mata, Alex Pérez, el trabajo sucio de Jonathan Machado y las asistencias de Juan Toscano que resultaron el combo para atacar a Panamá. La paridad fue dominadora en todo sentido y esa fue la razón por la que el parcial fue 26 a 21 favorable a México, aunque el marcador indicó la hegemonía panameña (59 a 54).

El epílogo del juego era intrigante y generó una jugosa incertidumbre sobre el posible vencedor del juego. En ese cuarto, Panamá demostró consistencia en el juego porque no solamente se solidificó en defensa sino que amortiguó la prolongación de la reacción mexicana. La efectividad de libres de Panamá (70% en desmedro del 55% del conjunto mexicano) y las pérdidas de balón conspiraron contra México.

También es cierto que los panameños mantuvieron, en buena forma, la diferencia de diez puntos que solo estuvo en peligro a los 4 minutos de la finalización del cuarto, cuando México se puso a 7 unidades. Pero las incursiones en la línea de libres de Gaskins y de Ernesto Ogilvie sellaron un triunfo más que importante para seguir con oxígeno en estas nuevas ventanas de FIBA América.

Ramiro Garaffa
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