No tuvo cierre

La selección uruguaya tuvo que pelear, y pelear mucho ante un conjunto estadounidense que se quedó con la victoria por 70-78. El equipo dirigido por Rubén Magnano llegó a estar arriba en el marcador por ocho puntos en el último cuarto, pero no supo cómo cerrarlo y los norteamericanos aprovecharon su momento.

Uruguay pagó caros sus errores en el primer cuarto. La Celeste tuvo seis pérdidas en dicho período, lo que le permitió a los visitantes aprovechar esas falencias del local para convertir puntos y tomar distancias en el marcador. Así, y con ventaja de altura, Estados Unidos logró despegarse hasta tomar diferencias en los números.

Pero, entre esos errores, los de Magnano tomaban algo positivo, la efectividad en triples, lo que mantuvo con vida a los dueños de casa, con una efectividad de 4/6-67 por ciento (Bruno Fitipaldo comenzaba a ser importante en ese rubro). Esa fue la vía más confiable que tuvieron los uruguayos para ponerse al frente (13-11) en la mitad del primer cuarto.

De todas formas, Estados Unidos logró mantenerse activo en ofensiva, sobrecargó el rebote en ataque, consiguió dobles y triples opciones, estableciendo un parcial de 0-9 para escaparse otra vez 13-20 (máxima) y más tarde cerrar el primer cuarto ganando 17-22.

En el segundo cuarto, los charrúas mostraron su mejor versión. Esto no sólo se notó en la parte ofensiva, sino también en la defensa, controlando por momentos el ataque estadounidense con una defensa zonal, que llevó a los de Van Gundy a caer en los errores y en las pérdidas (3-6 en ese segundo segmento).

La efectividad en triples siguió siendo un alimento de gran valor para Uruguay, que con un 8/15-53 por ciento en la primera mitad logró estar arriba otra vez en el marcador, sumado a las apariciones determinantes de Parodi, Vidal e Izaguirre. Esteban Batista, por su parte, hacía fluir el juego desde adentro hacía las zonas externas para que el equipo anfitrión se fuera acomodando de a poco en el partido.

Sin embargo, Estados Unidos no dejaba de ser un conjunto peligroso, con Eric Moreland y Solomon cargando la zona rival y apoderándose, aunque ya sin tanta comodidad, de rebotes ofensivos. Por su parte, Jenkins, con ocho puntos, era lo más destacado en la visita.

Con ese panorama y con un Fitipaldo abanderado en la ofensiva (diez puntos-3/4 en triples) la selección uruguaya mandó la historia al descanso largo arriba en el marcador 40-39.

A la vuelta de los vestuarios, el partido siguió con fuerte todo de paridad, pero Uruguay empezaba a encontrar protagonistas que generaban más variantes a su juego. Vidal y Parodi pasaron a ser vitales a la hora de generar movimientos para la “Celeste”, mientras que Mathias Calfani, era un punto alto en defensa (dos tapas en el tercer cuarto).

Uruguay no era claro dominador, pero sí parecía sentirse más cómodo a la hora de emprender los ataques y ya no dejaba mover con tranquilidad a la visita. Fitipaldo, con 14 puntos, se mantenía como el más destacado en los números de ataque, pero se cargó de faltas (4 en esos tres primeros períodos).

La selección uruguaya se quedó con el parcial con menos goleo del juego (14-11), sellándolo con una gran tarea defensiva de Parodi, que recuperó una pelota en mitad de cancha, le entregó el pase a Fitipaldo, quien recibió la falta personal y desde la línea dejó el encuentro 54-50 para ingresar a los últimos diez minutos.

En el último acto, otra vez Uruguay pareció encontrar la fórmula que lo dejaba muy cerca de conseguir la victoria. Cerrar los caminos de la ofensiva de Estados Unidos, mover la pelota en ataque y los lanzamientos de tres puntos, eran los puntos en los que se basaba el buen momento local.

Con esa fórmula, los dueños de casa llegaron a tomar la máxima de ocho puntos (64-56) con un triple de Vidal a falta de 5min50seg. Así los dirigidos por Magnano lograban despegarse y parecían tener el factor basquetbolístico y psicológico a su favor.

Sin embargo, un parcial de 1-15 de Estados Unidos llevó todo a otra situación. Hopson, primero desde la línea, un triple de Jenkins y la sentencia desde la línea de libres por parte de los de Van Gundy comenzaron a sentenciar el encuentro a favor de la visita.

Uruguay definitivamente, a pesar de ese gran momento que había tenido en el período final y con lo que le costó mantener el juego a su favor, no logró volver a recuperarse y cayó completamente en la desesperación por un mal cierre y en un pozo del que no pudo salir. De esa manera, la balanza volvió a inclinarse a favor de los norteamericanos que se quedaron con el cuarto 16-28 y con el partido, propinándole un duro golpe al conjunto del cordobés Magnano.

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Crónica: Juan Pablo Casas (@JPabloCasas) - Pick&Roll
Fotos: Fiba.com