Comulgando en el Templo

La reedición entre Centro Español y Estudiantes de Olavarría merecía un “estrado” como el templo del Torito. Los tónica de los juegos que ambos disputaron en aquellas semifinales de la Conferencia Sur, se pareció al que jugaron esta noche, aunque con un Torito implacable en los tiros de campo y en el juego de la mano de Francisco González y Howard Wilkerson.

Los primeros minutos del preámbulo del juego fueron favorables al Bataraz. Una de las cartas más fiables fue Santiago Arese, quien hizo gala de su tiro perimetral y eso hizo que Estudiantes se adelantara en el marcador 5-2. Mario Sepúlveda salió a responder la rebeldía de la visita, teniendo en cuenta que Francisco González tardó varios minutos para entrar en sintonía con el juego.

El Bataraz iba al son de Jeremías Sandrini que buscó variantes en el ataque, acudiendo a Pablo Moya que se hizo fuerte en el canasto, fundamentalmente en los rebotes ofensivos y defensivos, pero con poco caudal en puntos. Aún así Estudiantes se las ingenió para establecer una diferencia (11 a 6).

La entrada de Agustín Pérez Tapia en lugar de Burgos fue muy importante. Cuando ingresó el base neuquino, Nahuel Martínez y Francisco González lastimaron y eso hizo que empaten el partido y se pongan arriba del marcador. Hasta en ese momento brillaba por su ausencia el aporte de Wilkerson que siempre tiene puntos en la mano.

En el segundo cuarto, Francisco González tomó la bandera de la revolución española y permitió que el local se pusiera 24 a 17 en el tanteador. Para bien del equipo de Santángelo, saltó a la cancha el aporte del banco de la mano de Bravo (poner porcentaje del aporte del banco). Luego, el DT neuquino apeló a una doble base integrada por Burgos y Agustín Pérez Tapia que no solo aportó en asistencias sino que éste último se proyectó hacia el aro como una variante más en el ataque.

Este aporte fue sustancioso, a tal punto que Centro Español se puso 28 a 23. Estudiantes siguió al acecho con el juego interno de Moya, aunque sin éxito. Promediando el segundo cuarto, Centro Español sacó una diferencia de 9 puntos (32 a 23) y las preocupaciones llegaron al banco de Olavarría. En consecuencia, Merchant saltó a la cancha y comenzó a tener un protagonismo cuando Centro Español ajustó más el juego.

Los libres llegaron y merchant achicó la diferencia a (32-27). Sin embargo, los locales trabajaron las ofensivas con paciencia y Sepúlveda combinó muy bien con Wilkerson, complicando así a la retaguardia de Olavarría. El cuarto finalizó 38 a 31 a favor de Centro Español.

El complemento fue otro capítulo: Estudiantes afiló la puntería y se acercó en el marcador a través de las intervenciones de Lugli. Estudiantes se acercó 34 a 30 pero un triple de Agustín Perez Tapia y la aparición esperada de Wilkerson en el juego interno le dio aire al equipo de Santángelo: 44 a 36 a favor de los neuquinos. El problema de Centro Español era en la defensa, si bien Wilkerson realizó buenos doblajes defensivos, estuvo vulnerable en el uno contra uno ante Merchant. El hijo del legendario ex jugador de Quilmes y Andino de la Rioja se hizo fuerte y acercó a la visita en el marcador a cuatro puntos: 44-48.

Lo que llamó la atención fue el rol que tuvo Sepúlveda en el juego: no solo se mostró como opción en el perímetro, sino como alternativa en el poste bajo. Wilkerson no tuvo protagonismo en el primer tiempo, pero aportó en asistencias y en el “juego sucio”.

El segundo tiempo fue el despegue de Wilkerson sumado al buen momento de Francisco González que complicó en todo el partido con sus penetraciones endiabladas fueron fundamentales para poner el marcador 57 a 48-El desafío, de ahí en más, fue mantener la diferencia de puntos alcanzada durante ese tramo. Centro español sacó la máxima diferencia 61 a 48. El cuarto finalizó 63 a 50.

El último cuarto fue el pronunciamiento acentuado del buen momento de Centro Español en el juego. El “boom” de Wilkerson y Francisco González fue un golpe en el mentón para Estudiantes de Olavarría. Los dos mosqueteros englobaron poderío en la penetración e influencia en el poste bajo.

Y para colmo de males, Agustín Pérez Tapia hizo de las suyas y estiró la diferencia a 15 puntos (65-50). Los minutos pasaron y el Bataraz seguía en números rojos. A los 4 minutos, la brecha entre ambos equipos fue de 24 puntos. Agustín Brocal y Mariano García descontaron para la visita, pero eso no sirvió porque el partido ya estaba definido a favor del Torito de Plottier.

El aporte del banco de Centro Español fue clave y aportó 32 puntos, a diferencia de Estudiantes que anotó 21 tantos. La otra arista que explicó el triunfo neuquino fue el porcentaje en tiros de campo. Para los neuquinos fue de un 48% y para los de Olavarría fue de 31%

Crónica: Ramiro Garaffa (especial para www.pickandroll.com.ar)
fotos. prensa Centro Español de Plottier