Y dios no los ayudó

En el primer cuarto, los serbios dominaron a su antojo un partido que los tuvo como claros dominadores y que Estados Unidos padeció y no logró encontrarle la vuelta para dar vuelta la situación. La efectividad desde sectores externos terminó marcando el camino de los diez primeros minutos del juego.

El bando serbio llegó a ganar por 25 puntos de diferencia en el primer cuarto, basando de manera central esa ventaja en las conversiones de larga distancia al punto tal de anotar ocho de sus nueve intentos de larga distancia. El seleccionado se quedó con el primer segmento de ese partido con un marcador claro a su favor de 32-7, un golpe durísimo para un seleccionado estadounidense (peor período de en la historia de Estados Unidos en la historia de Mundiales o Juegos Olímpicos) que no se encontró en ese primer período.

Estados Unidos apenas anotó dos triples y un simple en el primer parcial y estuvo prácticamente ausente den ese cuarto, ya que su producción era nula en ambos sectores de la cancha, sin la capacidad para vencer a la defensa serbia, pero tampoco tuvo ideas para controlar la ofensiva de un rival que se sintió cada vez más cómodo en el primer cuarto a medida que avanzaban los minutos. Bogdan Bogdanovic (14 puntos en el primer tiempo) era el goleador del cotejo.

En el segundo parcial, Estados Unidos pareció acusar el duro golpe que representó el cuarto inicial y salió con otra idea. Principalmente, la de contener el goleo externo de una selección serbia que estuvo intratable desde ese sector ofensivo, y así lo hizo el equipo de Greg Popovich, pero, además, fue con la mentalidad puesta en mejorar su producción en ataque tras el descanso corto.

Esas premisas para el juego de los norteamericanos básicamente se cumplieron en dicho cuarto. La historia fue completamente opuesta, ya que los dirigidos por Popovich intensificaron la defensa y atacaron el aro rival con más decisión. Khris Middleton con 10 puntos y Myles Turner con 9 fueron los encargados de realizar un trabajo más fuerte para acercar a su equipo.

De esta forma, Estados Unidos fue encontrando lentamente su rumbo en el partido y salió después de esos primeros diez minutos fatídicos de un partido con trámite totalmente cambiante en su desarrollo. Lo que fue un dominio totalmente favorable a Serbia, cambió en los segundos diez minutos y con un parcial 33-12, USA se fue apenas cuatro puntos abajo al descanso largo: 44 a 40.

El tercer parcial mostró un trámite mucho más parejo, pero el juego se reanudó con conversiones de Stefan Jovic y Donovan Mitchell y un buen comienzo de cuarto para Nikola Jokic, quien primero asistió para la volcada de Milutinov y después anotó un doble. Así, Serbia pisó otra vez el acelerador con dos triples consecutivos de Bogdanovic que sumaba a esa altura 20 puntos.

Al margen de esto, logró reaccionar Estados Unidos de la mano de Kemba Walker. Cinco puntos y una asistencia del base para el triple de Donovan Mitchell dejaron a los norteamericanos a tan sólo dos puntos con un parcial de 0-9. Esto dejó la historia mucho más pareja y la selección norteamericana quedó definitivamente en juego, aunque pareció faltarle el toque final para revertir la situación.

Aunque tuvo opción Estados Unidos de empatar el partido, otros dos triples de Serbia, obra de Bogdanovic (23 puntos y 7/13 triples hasta ese instante) y Vladimir Lucic le dieron un respiro a los balcánicos que se fueron al último descanso del partido ganando 71-68.

En el segmento decisivo, Serbia comenzó marcando un parcial de 7-0 que lo llevó a tomar una ventaja de 78 a 68 y a alejarse nuevamente en los números de un partido que lo tuvo siempre arriba en el marcador. Los primeros puntos de Estados Unidos recién llegaron pasados los cuatro minutos de juego en ese segmento del encuentro.

Al margen de esta situación, los de Popovich siguieron peleando e intentando dar batalla en el partido, aún sabiendo que en el último tramo del partido la situación se hizo más cuesta arriba. Con el tanteador 91 a 81 para Serbia, Estados Unidos marcó un parcial de 6-0 y se acercó otra vez en los números y se puso en partido 91-87 con 42 segundos para el final.

Sin embargo, el bando norteamericano no pudo mantener ese ritmo y Nikola Jokic sentenció el partido desde la línea de libres a 20 segundos para el final echando por tierra las posibilidades de un rival golpeado.

Serbia se llevó de esta manera el partido y por tanto Estados Unidos registrará el peor resultado de su historia en los Mundiales. A pesar de reaccionar al 32-7 del primer cuarto, los norteamericanos nunca lograron ponerse por delante. Ahora los de Djordjevic se jugarán el quinto puesto con el ganador del partido entre Polonia - República Checa.

Juan Pablo Casas
Pick&Roll