En un partido parejo, el conjunto cordobés cantó victoria en Mendoza ante Rivadavia por 90 a 86, con una estupenda actuación de Alejandro Alloati (22 puntos). En el local, Mosley tuvo su mejor noche desde que llegó al club (31 tantos, 13 rebotes).
Una nueva derrota Naranja, similares a las anteriores, donde en algunos detalles se le termina escapando la chance de sumar de a dos y más en casa. Luego de un buen primer tiempo de los dirigidos por Fernando Minelli, hubo una importante sequía en el inicio del tercer cuarto y luego no estuvo fino en el final, para poder festejar ante su gente.
Ameghino también fue bastante irregular. Tuvo más variantes en ofensivas y aprovechó mejor el juego interno. Es para destacar también, que en la mitad del segundo cuarto, Quentin Davis se fue de la cancha tras cometer dos faltas, una antideportiva y la otra técnica, y que por esto, Rivadavia se quedó con una alternativa menos en la pintura. Al margen de esta incidencia, los mendocinos ganaron los primeros cuartos 21-19 y 43-41.
Sin embargo, en el complemento se vio lo mejor del conjunto cordobés, sobre todo en el plano defensivo. Gran trabajo de Alloati en ambos aros, la experiencia del ex Peñarol inclinó la balanza para que Ameghino tomara las riendas del juego. Rivadavia dependió mucho del goleo de Mosley (61-67).
Rivadavia comenzó a correr mejor la cancha y en contragolpe se puso a uno (70-71). Pero como le ha sucedido en los últimos juegos, falló en los momentos más calientes, tiros que coquetearon con el aro y salieron y el León de Villa María aprovechó para castigar y quedarse con la victoria.
Fue final en el este de Mendoza, importantísima victoria de la visita ante un Rivadavia que sigue sufriendo la falta de juego interior.