El muro infernal

Ni el simpatizante más optimista del Bataraz se imaginaba, en la previa, el partido que le iba a regalar Estudiantes a su gente ante de las Fiestas. El Bata jugó, sin dudas, el mejor partido de la temporada. La categoría del rival ameritaba que Estudiantes jugará un muy buen básquet y así fue; el albinegro fue intenso en defensa y efectivo en ataque durante los 40 minutos.

Tras un inicio favorable de la visita, Gustavo Fernández decidió modificar su quinteto inicial apenas pasados los tres minutos de juego y dos minutos más tarde el Bata pasó al frente en el marcador gracias a los triples de Tomás Ligorria y Matías Sesto; quien anotó nueve puntos en ese parcial y contagió actitud. Los dos equipos tuvieron arriba del 50% de efectividad en el ese cuarto inicial, que terminó 28-21.

En el inicio del segundo, Pedro Franco sumaba tres desde la línea ponía a Viedma a cuatro, pero Owens y Brocal se encargaron de frenar la avanzada rionegrina con 6 y 7 puntos respectivamente antes de llegar a la mitad del mismo. Dos triples de Rodríguez y otros cinco puntos de Toti le permitieron al Bataraz sacar una luz de 22 e irse al descanso largo 56-34.

El tercer cuarto fue el único que cedió Estudiantes. El Deportivo regresó con la obligación salir a descontar y con su presión provocó errores que los transformó en puntos. Al parcial de 0-6, Estudiantes lo cortó con un triple de Sesto y la ansiedad por sumar se diluyó. A partir de allí, si bien Viedma había recuperado su capacidad de goleo, el Bata continuó siendo paciente, moviendo la pelota y fueron apareciendo puntos de Owens en la pintura y de Ligorria y Enzo Machuca, a quien no se le notó que era su debut, desde el perímetro.

En el último parcial Estudiantes se dedicó a cuidar lo que había construido y supo estar 24 arriba (95-71), finalmente fue 104-86. El Bata ingresa al receso dejando una imagen de solides, convencimiento y mucho carácter.

Prensa Estudiantes