Envión para lo que se viene

El partido inició de manera intensa, pero errática. Ambos equipos desconcentrados en ataque, perdiendo pelotas de manera casi fortuita. El score estaba parejo hasta que el pívot Thomas se cargó rápidamente de faltas y tuvo que ser reemplazado. Con White en el poste bajo y Mosley capturando todos los rebotes, se le allanó el camino a la visita, que desenfundó desde la línea de 6,25. Con una buena participación de Tambucci (3/3 en triples) y Silva (idéntica eficacia en triples) el equipo mendocino despegó en el marcador y terminó el cuarto con una diferencia de 16 puntos.

En el segundo cuarto, América volvió a las bases y pese a seguir peleado con el aro, redobló esfuerzos en defensa y recortó la diferencia a 8. Buenos ingresos de Zuccali y de Gauna, algunos rebotes de Chorvat y el regreso de Thomas le permitieron ponerse en partido a pesar que Fumaneri siguió manejando los hilos en la visita

Durante el inicio de la segunda mitad continuó la levantada del verde. Thomas y Meinero se lucieron en el ataque y lograron equiparar el marcador. La visita sintió el cansancio y comenzó a rotar jugadores. Pero en el último minuto, una pelota que parecía perdida cayó en las manos de Tambucci, este lo asistió a Arancibia que acertó de tres, y dicha jugada cambió el rumbo del partido. El local se desconcentró y antes que terminara el cuarto, la visita encajó una corrida de 10-0 para irse al descanso por 12.

En el más que entretenido segmento decisivo apareció la gran figura del encuentro, Latraus Mosley. Dominante en los tableros (12 rebotes) pero también muy efectivo (55% en TC) sobretodo en los momentos calientes, fue demasiado para el esfuerzo del local. La baja efectividad en libres fue demasiado tormento para el local. Cada vez que los de Hugo Luna se acercaban en el marcador, la visita volvía a sacar diferencias con tiros de larga distancia para cerrar el partido.

Informe: Prensa Sportivo América Foto: Prensa Rivadavia