La serie documental The Last Dance sigue dando mucha tela para cortar. En su nuevo capítulo mostró a un personaje prácticamente sin igual como Dennis Rodman. Un personaje con cáracter, estilo poco usual, descontrol en su andar de vida pero a la vez una pieza esencial para los Bulls en los últimos campeonatos.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
La NBA mostró a lo largo de sus años personajes de todo tipo. Atletas de un altísimo nivel, talentosos, ganando físicamente, usando el denominado thash talker y mostrando su estilo también fuera de la cancha. Ahora bien, difícilmente uno resuma todas las condiciones que tuvo Dennis Rodman para jugar al basquet y vivr su vida diaria. Desde sus comienzos como estudiante, hasta la elección de draft, todos sus problemas fuera de la cancha, su mal paso por Spurs hasta mostrar la gema que era en los Chicago Bulls y convertirse en una pieza vital para lograr otro campeonato. De eso hablaremos.
Mucho se podría decir de Dennis Rodman. Un chico con problemas desde su infancia, con una familia que lo arropó para intentar salvarlo de la delincuencia hasta los 23 cm que creció (llegando a los 18 años) para convertirse en un impactante jugador de basquet. Sin dudas de esos chicos que necesitan figuras paternas para entrar en sus cabales y mantenerse en línea sino desbarrancan en cualquier momento.
Llegó en el puesto 27 del draft a los Detroit Pistons para comenzar a escribir en grande su nombre. Un equipo que lo apadrinó con Chuck Daly, con el cual ganó los campeonatos de 1989 y 1990. Creció en sus números, mostró una madurez para su juego, encajó en la fisonomía de un elenco lleno de estrellas pero muy rudo para jugar. De hecho, se muestran las famosas "Jordan Rules" para detener a MJ con dureza pero en forma escalonada con Rodman a la cabeza.
Hay una reunión privada entre Jackson, Rodman y Pippen cuando el gusano estaba a punto de llegar a Bulls, donde Phil Jackson le dice a Rodman que le pida perdón al propio Pippen por esas épocas y el propio Rodman accede generando la primera caricia hacia su entrenador y equipo para ser parte de Chicago.
Más allá de toda esa gloria concretada, mantuvo sus problemas. Un jugador muy difícil de sostener, con la ira como uno de sus puntos salientes y cuando los Pistons comenzaron a caer, Rodman también cayó. El equipo se disolvió, Daly se fue y esa salida fue un detonante para el propio Rodman.
Sintió que otra vez perdía el eje de su vida, que otra vez estaba en situación de abandono y llegó a tocar fondo. Una noche durante la temporada 1992-93, Rodman fue encontrado sentado en su camioneta con un arma cargada en el estacionamiento de la cancha de los Pistons. Rodman declaró en una de sus autobiografías que esa noche fue cuando asesinó al viejo Dennis y dejó al nuevo Dennis salir.
Llegó a San Antonio Spurs pero fue un verdadero paso en falso. Más allá de compartir juego con David Robinson y terminar los dos en el equipo ideal de la temporada (promedió 17.3 rpp) las cosas no funcionaron. Spurs logró su mejor récord de 62-20 pero sin obtener el campeonato.
Rodman tuvo un affair con la mítica Madonna, lo cual fue muy mal visto en una estado como Texas por la celebridad que era la cantante. El propio Rodman admitió que terminó su amorío por no querer dejarla embarazada. Su estilo colorido en su pelo tampoco fue bien recibido ni tampoco su carácter agresivo. En conclusión, la franquicia lo echó.
Sin dudas que Jerry Krause vio un cristal a desempolvar. Más allá de todos los problemas que podría generar, Dennis Rodman podía ser una pieza vital si lo podían contener fuera de la cancha. Tras la reunión comentada con Jackson y Pippen sumado al regreso de Jordan de su retiro, el panorama podía ser diferente. Rodman llegó en un traspaso por Will Perdue y tras aceptar el salario presentado por Krause a su agente.
Arribó para suplantar la salida de Horace Grant y ser la pieza para darle el salto de calidad a Chicago. Terminó con 14.9 rppp en fase regular y 13.7 rpp en playoffs además de 7.5 ppp para darle el campeonato a Bulls. Se volvió un equipo infranqueable atrás y Rodman encontró en Jackson su padrino y en sus compañeros lo necesario para sostenerse. Más allá de eso, no dejó su vida de vicios atrás. El increíble pedido al equipo de irse a Las Vegas por 48 horas como "unas vacaciones" en medio de la temporada fue el más conocido.
La lesión de Pippen, la enorme presión por obtener el campeonato hizo que a Rodman se le ocurriera semejante idea. Jackson aceptó, fueron 88 horas y no 48 sumado al romance con la excéntrica Carmen Electra. Jordan lo fue a buscar a su departamento, se encontró un lugar patas para arriba y Electra durmiendo en el living. Rodman se volvió a enfocar y de gran forma. Fue todo un estudioso del deporte, el cual reveló su capacidad rebotera.
Un timming asombroso estudiando los lanzamientos de Jordan, Pippen y todo su elenco y saber, dependiendo tal tiro, donde terminaría para posicionarse y ganar el balón (tiene el récord de 11 rebotes ofensivos en el sexto juego de las finales de 1996). Lo propio hizo con sus rivales, estudio sus movimientos, como lanzaban y las probabilidades para tomar esos rebotes sin que nadie pueda sacárselos de las manos.
Logró el respeto en sus compañeros, afición y entrenador sobre todo. Lo que necesitaba para focalizarse y ser quien terminó siendo. También tuvo su último baile en virtus de sus años siguientes, pero nadie le quita el impacto que generó dentro y fuera de la cancha. Una montaña rosa, su vida una balada para un loco.