The Last Dance: el lado B de Michael Jordan

The Last Dance hizo entrega del quinto y sexto capítulo donde se observó un lado menos conocido, por aquel entonces, de Michael Jordan, uno vinculado con su costado más extradeportivo: las apuestas.

El documental hizo hincapié en la serie final de la Conferencia Este frente a New York Knicks, quienes eran vistos como los nuevos Detroit Pistons y gran candidato a luchar ante Chicago Bulls. La serie favoreció en sus inicios a los neoyorquinos, liderados por Pat Riley, por 2 a 0. El punto de quiebre fue cuando la prensa adujo que MJ se sintió cansado en el cierre del partido y no pudo darle el empate en el segundo punto. En ese sentido, salió un artículo en el cual se nombró que Jordan había ido junto a su padre a Atlantic City, un lugar de apuestas.

A partir de allí, la prensa comenzó a atosigar al 23 de los Bulls. Eso, junto a un libro llamado “Jordan Rules”, de Sam Smith, terminó por quebrantar por unas semanas la relación entre los medios y MJ. Las entrevistas y las ruedas de prensa no tenían otro foco más que investigar más sobre el lado B de Michael Jordan. Incluso, el documental se apoyó en un caso con Slim Bouler, al cual Jordan le dio un cheque por una suma de 57.000 dólares en una apuesta.

Luego, Chicago dio vuelta la serie con un determinante juego de Jordan y sobrevivió. Ganó 4-2 las Finales del Este y se cargó en las Finales a los Phoenix Suns de Charles Barkley y Danny Ainge para alcanzar el primer tricampeonato.

El “three-peat”

Dicho sea de paso, el tricampeonato de Michael Jordan fue una persecución para el jugador y el equipo. Dejaron atrás las derrotas con los “Bad Boys” de Detroit al vencerlos por un contundente 4-0 y arrasó en las finales de 1991 destrozó a Los Angeles Lakers, con Earvin “Magic” Johnson incluido, por 4 a 1.

Al año siguiente, la franquicia de Illinois se sacaron de encima a Miami Heat, New York Knicks –en siete juegos-, y ganó el Este ante Cleveland Cavaliers (4-2). En las Finales, se enfrentaron a un equipo duro como Portland Trail Blazers, liderados por Clyde Drexler, en seis juegos.

Por último, se vio a un Jordan enfocado en ganar su tercer campeonato de la NBA. Los periodistas mencionaron los casos de Larry Bird, Isiah Thomas y Magic Johnson, quienes solo tuvieron dos títulos y el hecho de obtener el tercero alzaría aún más su imagen. Para MJ, incluso, era un desafío por enfrentarse a Barkley, el MVP de la temporada, por lo cual él se encontraba molesto por no ganarlo. Pero los Bulls se convirtieron en la tercera franquicia en obtener un tricampeonato, en gran medida, por el nivel descomunal de Jordan y el triple clave de John Paxson en el cierre del juego.

Su paso por el Dream Team

Asimismo, el documental hizo referencia a la unión de Jordan al seleccionado estadounidense de cara a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, donde se forjó el selecto Dream Team.

Allí se tocó el tema de Isaih Thomas, guardia de los Pistons, que quedó afuera del equipo. El armador tomó la palabra y expresó que tenía los pergaminos necesarios para ser parte de la escuadra. No obstante, cuando le tocó el turno de MJ, habló de la gran relación que se forjó durante los JJ.OO. Y para terminar de dejar los rastros de enemistad, expresó que en ese plantel la química no hubiera sido la misma sin el base debido a las peleas con Bird, Magic, Scottie Pippen y él.

El espacio a Kobe Bryant

Por último, cabe destacar que el quinto capítulo en sus primeros minutos se dirigió al último All Star Game que disputó Michael Jordan, donde fue el MVP (recibió el premio en manos del fallecido David Stern) y enfrentó a una leyenda como Kobe Bryant, quien murió a principios de año en un accidente con su helicóptero.

Kobe, el más joven en aquel entonces en disputar el Juego de las Estrellas, expresó que nunca hubiera sido lo que fue si no hubiera sido por Michael Jordan. Un duelo para la historia entre MJ y Kobe, quien trató como un hermano mayor al 23 de Chicago Bulls.

Juan Ignacio Alburquerque

@JuaniA10

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