La decisión sobre aumentar o no el número de equipos para la temporada 2020-21
El gran abismo entre el 18 y el 20
La polémica regresa a la ACB de nuevo con ascensos y descensos como punto candente de conflictos. Todas las partes tienen posturas sólidas, comprensibles y alejadas unas de otras. Aumentar el número de equipos a 20 o mantenerlo en los 18 actuales será la cuestión a responder en las próximas semanas o meses
Autor:Daniel Mérida (@baloncestero)
Un nuevo dilema rodea a la ACB y el número de equipos en competición vuelve a ser tema de disputa una vez más. Sin descensos en la temporada ACB y con los dos ascensos decretados por la FEB desde la LEB Oro, se avecinan problemas con Valladolid y Gipuzkoa defendiendo su derecho a jugar la máxima competición, la ACB intentando evitar el aumento de equipos y los equipos de Euroliga clamando al cielo por no aumentar aún más el calendario de la competición nacional.
“El año que viene, por mil motivos, los clubes entienden que ser 20 con la que está cayendo y con la que nos viene encima en la 2020-2021, es una dificultad extrema y lo ideal es que seamos 18 por muchos motivos. La situación en ese sentido no es fácil y con los intereses de las dos partes será difícil encontrar una zona de encuentro, porque la verdad es que pretendemos una temporada 2020-2021 de 18 equipos”
Estas son palabras de Antonio Martín, presidente de la ACB, en una entrevista hace unas horas para la agencia EFE, con toda una declaración de intenciones de no aumentar el número de equipos en la ACB, al igual que es la prioridad para los 18 equipos que actualmente componen el torneo y que ya defendieron en una de las últimas reuniones. Dicha postura es totalmente compresible, únicamente valorando el tema del calendario, ya lo suficientemente cargado con el crecimiento de juegos intersemanales de Euroliga, Eurocup y BCL, como para añadir dos equipos más al tablero de juego.
“El presidente de la ACB se comprometió a que iba a haber dieciocho equipos y por eso llegamos al acuerdo de terminar la competición”, explicaba Josean Querejeta en declaraciones a Onda Cero. “Me imagino que no será fácil, pero ni hay fechas, ni hay economía, ni hay posibilidades para una competición de veinte equipos. Los propios estatutos de la ACB no permiten cambiar la competición cuando durante una temporada ya se ha votado ese posible cambio y no ha salido adelante. Entiendo que si hay dos ascensos debería haber dos descensos”
Desde la Federación, ya establecieron que iban a respetar el número de ascensos previstos en las bases de la competición, bien con una fase de ascenso con los ocho primeros clasificados o bien otorgando esas plazas a los dos primeros en caso de que las condiciones sanitarias no permitan la disputa de la fase de ascenso. Valladolid y Gipuzkoa (estos dirigidos por Marcelo Nicola) son los que cuentan con más opciones de quedarse con esos ascensos y parece que van a pelear todas sus opciones para formar parte de la Liga Endesa 2020-21, siempre y cuando aprueben la exigente auditoría económica a la que somete la ACB a los equipos que buscan el ascenso.
Gipuzkoa, a través de su presidente Nacho Núñez, explicaba hace unos días en el diario As que incluso podía pedir la suspensión de la ACB dentro su estrategia para pelear el ascenso. “Voy a defender mis intereses a muerte y eso es bueno para el baloncesto español porque redunda en mantener los descensos y ascensos. Estamos cumpliendo de forma escrupulosa con todas las normas que nos exigen. Si queremos subir, tendremos que pasar una exigente auditoría que muchos clubes de ACB, incluido algunos grandes, evitarán. Si me toca, pediré la suspensión de la ACB con medidas cautelares”
Por su parte, Ciudad de Valladolid, sucesor del Valladolid que desapareció en 2015 por motivos económicos, busca devolver la capital pucelana a la élite del baloncesto español, aunque su solidez no es tanta para un club que ha logrado un ascenso meteórico en menos de cinco años desde la LEB Plata a asomarse a la ACB. Uno de los caminos en los que está trabajando su directiva con Mike Hansen a la cabeza en búsqueda de lograr ese respaldo económico era la fusión con el equipo de fútbol de la ciudad, donde el ex-futbolista Ronaldo Nazario es máximo accionista y actual presidente.
Lo esperable por el bien del baloncesto español es que el diálogo entre las partes culmine en un acuerdo que evite la judicialización del torneo, como ya ocurriera en años anteriores con equipos como Andorra, Real Betis o Bilbao Basket.