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16/05/2020 11:45 | NBA

Maggi: "Nos enfocamos en asistir a los jugadores en cuestiones dentro o fuera de la cancha"

El joven marplatense Iván Maggi, quien se desempeña en la NBPA, el sindicato desde el cual asiste a los basquetbolistas internacionales en la NBA dialogó con Pick&Roll. “Todos los jugadores son distintos. Me han venido con consultas súper simples, súper locas y de todo tipo”, contó quien actualmente está en Argentina a la espera de que pase la pandemia y se reanude la actividad.
Autor:Emir Diamante (especial para www.pickandroll.com.ar)
Maggi: "Nos enfocamos en asistir a los jugadores en cuestiones dentro o fuera de la cancha"

Iván Maggi no trabaja en la NBA sino en la NBPA, el sindicato que asiste a los jugadores de la liga más importante del planeta. Desde Mar del Plata, donde está atravesando la cuarentena por la pandemia de coronavirus.

El joven hijo de Diego, exjugador de la Liga Nacional y Selección Argentina, brindó una entrevista a Pick&Roll en la que explicó en qué consiste su tarea como manager de relaciones internacionales y cómo se relaciona con los basquetbolistas. Además, contó cómo fue la etapa en la que dividió su tiempo entre básquet y universidad hasta que se graduó en finanzas y logró ingresar en el deporte desde un lugar diferente al común denominador.

- ¿Te volviste a Mar del Plata por el contexto de coronavirus?

-Claro, cuando noté que la situación comenzaba a agravarse decidí venirme a Mar del Plata por un tiempo, nunca pensé cuánto podía ser. Estoy esperando que se solucione todo, pero sigo trabajando desde acá.

- ¿Ni bien se complicó la situación decidiste volverte enseguida?

-Sí, lo decidí enseguida. Había estado en enero acá, estuve sólo dos meses en Estados Unidos. La idea era volver en abril pero con esta situación cambié el pasaje de un día a otro y a las horas me estaba subiendo al avión.

Maggi:

- ¿Qué haces exactamente en la NBPA?

-Mi rol es manager de relaciones internacionales. Lo que cubre la mayor parte de mi trabajo es la asistencia a los jugadores internacionales actuales de la NBA. No hay límites a qué es lo que debería hacer y qué es lo que no. Hablando en criollo sería como un solucionador de problemas o ataja penales. Tengo que estar dispuesto y preparado para cualquier tipo de pregunta, duda o consulta que puedan tener los jugadores. Para eso obviamente tengo que desarrollar una relación con ellos.

Los jugadores, por ser quienes son y por estar en el entorno que están, están rodeados de un bastión de personas que está dispuesta ayudarlos pero siempre queremos que aprovechen los servicios de la NBPA porque estamos para eso. Me han venido con consultas súper simples, súper locas y de todo tipo. Hay una serie de departamentos en la NBPA con la que ofrecemos ciertos servicios más personalizados, si no tenemos un departamento designado a eso intento resolverlo por mi cuenta a través de mi red de contactos.

- ¿Cuáles son las principales funciones de la NBPA?

-La NBPA se divide en tres ramas. La parte de básquet, o sindical, que es en la cuál estoy yo. En ella nos enfocamos en asistir a los jugadores en cuestiones dentro o fuera de la cancha. Algunos ejemplos son ayuda legal, inmigratoria o la apelación a multas entre otras cosas. También ofrecemos programas para que los jugadores descubran su pasión fuera de la cancha. Y tal vez la parte por la que se nos conoce más en todo el ambiente del básquet es por la negociación del convenio colectivo de trabajo con la NBA.

Si escuchaste hablar del lockout alguna vez, es porque la NBA y la NBPA no se pueden poner de acuerdo en esa mesa de negociación. La segunda rama es la fundación, la parte que se enfoca en el lado filantrópico de la NBPA y sus jugadores. La fundación genera sus ingresos en base a las multas y las faltas técnicas de los jugadores. Todo el dinero proveniente de allí se divide en partes iguales entre NBA Cares y la NBPA Foundation. Este dinero es luego reinvertido a través de las acciones filantrópicas de los jugadores.

Algunos ejemplos de este año son la donación conjunta de 750 mil dólares por los incendios en Australia entre todos los jugadores de ese país, la NBPA y la NBA, o las múltiples donaciones alrededor del mundo por el coronavirus. La tercera rama es la parte comercial. Esta parte se caracteriza primordialmente por negociar los derechos colectivos de imagen de los jugadores. Para graficarlo de forma simple, sería imposible que los videojuegos negocien contratos con los jugadores uno por uno, por eso se negocia un monto total por el uso de la imagen y nombre de todos.

Maggi:

- ¿Cómo se genera el contacto con el jugador?

-Yo debo generar el vínculo con ellos. Cuando un jugador llega a la liga lo que quiere es jugar al básquet y no preocuparse por nada más, lo cual es entendible. Por eso también estamos nosotros, para tratar de resolverles la mayor cantidad de cuestiones posibles. Depende de cada jugador el momento en el cual se genera el vínculo, pero, por ejemplo, con los jugadores que entran en la liga se hace en el Draft, Summer League o Top100 Camp que organiza la NBPA, y para el cual tengo la tarea de reclutar jóvenes promesas. Así, uno empieza a ser una cara más reconocida, incrementa el vínculo y cuando llegan a la liga lo ideal es que sepan quien es uno, pero más importante aún, que sepan qué es la NBPA.

- ¿El vínculo se construye cara a cara o por intermedio de la tecnología?

-Cuando uno comienza lo mejor es cara a cara, obviamente, como cualquier tipo de vínculo personal. Dadas las circunstancias actuales es más difícil y hay que improvisar. Generalmente es cara a cara y en una cancha de básquet que es donde nosotros y los jugadores convergemos.

- ¿Cómo es la respuesta promedio del jugador al tener el primer contacto con vos?

-Es difícil, no hay una respuesta promedio. Todos los jugadores son distintos, en algún momento al principio del trabajo pensé que podíamos agruparlos por nacionalidad o universidad, pero no, es imposible. La respuesta de cada uno va variando de caso a caso. Depende de la circunstancia y del lugar donde estés. No es lo mismo estar en un lugar solo con tiempo o con el jugador corriendo al bondi para ir a entrenar; o en un lugar lleno de periodistas rodeándolos o que les estén sacando fotos. Depende las circunstancias del momento y de cómo se dé la situación.

- ¿Con cuántos jugadores tenés contactos asiduamente?

-Los jugadores que consideramos internacionales son unos 120, pero depende porque hay jugadores que firman contratosde diez días, otros que van entrando y saliendo de la liga y otros que pasan de la G-League a la NBA. Si bien asistimos a todos por igual, te diría que tengo contacto asiduo con unos 70 u 80.

Maggi:

-Son muchos jugadores, imagino no te debe alcanzar el día para atender los pedidos de todos…

-Sí, hay de todo. Por suerte al ser jugadores de la NBA hay mucha gente a su disposición. No solo estoy yo sino también sus representantes, la gente que los rodea, familiares, asesores de negocios, finanzas, impuestos, imagen, etc. De cada jugador depende la clase de círculo que arme. Yo no soy su único punto de contacto, sí me gustaría ser el principal en todos los casos pero es entendible por el grado de relación de cada jugador con su círculo. Hay días que sí, que me sobrepasa porque hay cuestiones que llevan mucho tiempo pero en líneas generales se puede hacer muy bien sirviendo a todos porque no todos tienen un problema a la vez. Hay jugadores que llaman una vez por año y otros te llaman todas las semanas.

- ¿La NBPA asesora al jugador en el tema contratos?

-No. La NBPA certifica y regula a los agentes. Los agentes de jugadores NBA están autorizados por la NBPA para que negocien el tema contratos con los equipos. Nosotros no tenemos injerencia sobre esa negociación.

- ¿Qué fue lo más loco que te pidió un jugador?

-Sin dar nombres para mantener la privacidad, algo que me piden comúnmente y que hago muy seguido, no es loco pero sí interesante, una vez que las cuentas en Instagram están verificadas no pueden cambiarse los nombres. La mayoría de los jugadores crearon su cuenta cuando eran adolescentes y cuando empiezan a ganar popularidad sus perfiles son verificados, de esta forma se quedan con el nombre viejo pero les gustaría tener algo más marketinero y me piden ayuda para eso, para que les consiga un nombre más personalizado.

Me ha pasado mucho eso. Una vez un jugador en Las Vegas, durante la Summer League, me pidió que le consiga un barbero para ese mismo día, yo no conocía a nadie porque era mi primera vez en Las Vegas. Tuve que conseguir uno que vaya hasta el hotel y le corte el pelo. Generalmente todo depende de la relación que tenga con cada jugador ya que uno que acabo de conocer no me va a hacer un pedido así.

Maggi:

-Depende de la confianza que se genera entre vos y el jugador…

-Claro, una vez que uno desarrolla esa confianza, el jugador te puede dar la oportunidad de probarte de que podés, además de generar un vínculo, probar que podés agregar valor en lo personal y profesional. Es como abrir una puerta nueva con el jugador, para eso estamos.

- ¿Cómo llegaste a la NBPA?

-Cuando estaba en Mar del Plata empecé a mirar con otros ojos la posibilidad de jugar al básquet y estudiar a la vez. Sabía que en Argentina era casi imposible y empecé a mirar a Estados Unidos. Después de golpear muchas puertas, pude conseguir una beca para jugar en una universidad de Nueva York cerca de Manhattan. Esa época, a pesar de que fue hace sólo diez años, era época de YouTube y tuve que mandar copias de DVD o VHS a entrenadores por correo y así fue el inicio.

Después, jugué dos años en la universidad, una vez recibido mis ojos estaban puestos en lo que eran las finanzas y no me interesaba tanto jugar al básquet más que nada porque me di cuenta que no iba a ser un gran destacado. Entré en el mundo de las finanzas, trabajé unos años en el banco J. P. Morgan, después cambié a Morgan Stanley y ahí me llegó la oportunidad de la NBPA a través de contactos en común y ni lo dudé. Cuando se presentó la oportunidad, salté directamente.

- ¿Te veías previamente haciendo este trabajo?

-No, ni sabía que existía este trabajo. A la gente que se lo cuento también le es difícil entender que existe este trabajo. A mí me cuesta a veces caer en lo que hago, pero no, lógicamente nunca me imaginé que podía estar haciendo esto. Mi sueño era poder entrar en algún momento en el mundo del básquet de la forma que sea. Cuando entre en las finanzas era como que estaba encarrilado en eso y no iba a poder salir. En Estados Unidos es difícil cambiar de industria una vez que uno ya está metido, como en Argentina. Cuando me salió esta oportunidad, si bien en papel, por mi curriculum, por ahí no cumplía con los requisitos, por mi experiencia y la gente que conocía terminó siendo un combo perfecto.

Maggi:

- ¿Cómo lograste la confianza en la gente que te contrató para este puesto teniendo en cuenta que no tenías el Curriculum ideal?

-Creo que fue una suma de cosas. Cuando conocí al que hoy es mi jefe empecé a desarrollar un vínculo, nos juntamos a almorzar y charlar. Mi intención no era conseguir un puesto, incluso cuando lo conocí no sabía lo que era la NBPA, no lo entendía. Cuando me dijo que trabajaba para la Asociación de Jugadores cometí el mismo error que comete la gente conmigo de decir ‘trabajas para la NBA’.

Si bien es un poco molesto, por otro lado los entiendo porque cometí el mismo error, y eso que yo era una persona metida en el mundo del básquet. No es un error difícil de cometer. Empecé a desarrollar un vínculo y cuando empezó a ver las características que tenía para establecer relaciones con gente que no conocía, que tenían un perfil muy alto y que a la vez los trataba con normalidad empezó a fijarse en mí. Eso sumado a las conexiones que yo tenía dentro del básquet sirvieron de trampolín para que me llame cuando se abrió la posición. Después de una serie de entrevistas y pedir referencias en el básquet sobre mí, pude entrar.

-No pudiste llegar a ser jugador profesional de básquet pero lograste llegar a un lugar al que muchos les gustaría estar…

-Mi anhelo era entrar dentro del mundo del básquet, de cualquier forma. Entré en el mundo de las finanzas de la forma que pude, sin ser el lugar exacto que yo quería, y hubiera entrado en el mundo del basquet de cualquier forma, pero tuve la fortuna de entrar en el lugar correcto. En un rol que se adapta perfecto a mí. No sé si hay otra ubicación que se adapte tanto a las características que tengo hoy. Eso esta bueno para mí carrera porque no estoy haciendo un trabajo en el que piense que después pueda cambiar a un rol que se parezca a lo que me gustaría hacer. Eso es el lado bueno de haber entrado directamente acá.

- ¿Parte de tu trabajo es cada noche ir a ver partidos?

-Sí, ahora ame resulta raro porque hace varios meses que no voy a ningún estadio. Veo entre 80 y 100 partidos por año de la temporada, tengo que estar presente, verme con los jugadores, conectarme o presentarme con alguno que no conozca. Es parte de la conexión con el jugador que hablábamos al principio.

- ¿Los partidos son sólo en Nueva York?

-No, yo vivo en Nueva York que es una ciudad bastante estratégica por un lado, pero no tanto por otro para mi trabajo. Lo bueno que, al tener dos equipos, vienen equipos todo el tiempo. Lo malo es que cuando un jugador llega a Nueva York, quiere disfrutar Nueva York. Lo mismo pasa con Miami o Los Ángeles, es lógico. Un jugador que vive en el medio del país, quiere salir a un restaurante lindo, recorrer la ciudad y por ahí no tienen tanto tiempo de conectar dentro o fuera del estadio. Por eso a veces me toca a ir a otras ciudades consideradas mercados chicos como Detroit, Cleveland, Milwaukee o Minneapolis y conectar con ellos ahí. Generalmente termino conectando con ellos ahí de un modo más personal en estas ciudades.

- ¿Teniendo en cuenta que hace varios años que estás allá, se extrañan las costumbres?

- Se extraña la cultura y las relaciones personales. Uno cuando viene a Argentina se siente en casa y en Estados Unidos no se siente eso, las pequeñas cosas cuando uno no se da cuenta. La primera vez que volví de Estados Unidos, hace muchos años, me senté en un café y me resultaba raro escuchar la gente hablar en argentino, era lindo pero me había desacostumbrado. Se extraña la cultura, sentarse en un café a charlar dos horas, en Estados Unidos vienen y te tiran la cuenta por la cabeza. También juntarse a comer un asado con amigos, esas cosas no existen tanto allá y se extrañan.

-Con tu papá, Diego, ¿seguís siempre en contacto?

-Sí, igual que siempre. El estando en España, da igual si yo estoy en Argentina, Estados Unidos o China. Hablamos por teléfono, cuando podemos nos visitamos mutuamente, pero la tecnología nos puede acercar bastante.

Emir Diamante
Pick&Roll

»Antimusicale16/05/2020 21:49
¿Quienes son los de la foto ?
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