Kwame Brown llegó a la NBA en el Draft del 2001 escogido en la primera posición por Washington, que tenían a Michael Jordan como presidente de la franquicia. Hubo varias notas de que la leyenda de Chicago Bulls hacía llorar al joven pívot con reclamos sobre su juego y hasta llegó a lanzarle insultos homofóbicos, pero Brown negó todo.
Kwame Brown llegó a la NBA en el Draft del 2001 escogido en la primera posición por Washington Wizards que tenían a Michael Jordan como presidente de la franquicia capitalina por aquel entonces. Hubo varios reportes de que la leyenda de Chicago Bulls hacía llorar al joven pívot con reclamos sobre su juego y hasta llegó a lanzarle insultos homofóbicos pero negó todo eso.
Brown no cumplió las expectativas que tenían puestas en él y rápidamente todo se fue abajo en unos Wizards que no encontraban la fórmula para ser protagonistas de la NBA y en su primera temporada promedió apenas 4.5 puntos por partido. A partir de allí llegaron comentarios sobre los reclamos que MJ le hacía al pívot abusando emocional y verbalmente pero él mismo desmiente todo y dice que eran exagerados los chismes.
“Alguien escribió que mi papá causó mi cicatriz con cigarrillos, pero eso no es cierto. Mi papá estaba en prisión cuando recibí la cicatriz. Un amigo me mostró que si buscas mi nombre completo en Internet, dice que mi nombre es Kwame James Brown. Mi segundo nombre es Hasani. Hay tanta desinformación por ahí que ni siquiera pueden obtener un nombre correcto. Hubo un reporte de que Michael Jordan me hacía llorar en el frente del equipo (risas). Un tipo que creció como yo, realmente no llora mucho. El informe sobre él que me dice un insulto homofóbico tampoco es cierto”, indica el pívot de 35 años.
“Lo curioso es que todas las personas que escriben estas cosas nunca estuvieron allí, lo que significa que estaban haciendo estas cosas para vender periódicos o lo escucharon de alguien que estaba equivocado o que lo inventó. Eso es simplemente viejo chisme, y es triste que los medios de comunicación escriban cosas que no tienen ni idea. Pero supongo que lo entiendo. A veces una mentira suena mejor que la verdad y vende más periódicos o revistas. Pero es a costa de alguien más”, continuó Brown en referencia a las mentiras que inventaron sobre Jordan y él en su llegada a la NBA.
Queda entonces desmentida una de las acusaciones que tuvo su Majestad en los inicios del nuevo siglo y su forma de tratar a un novato que no cumplió con lo esperado.