Los Angeles Lakers regresan a la final de la NBA tras una década sin triunfos. Lebron James guió a su elenco hacia la definición tras frustraciones continúas en los últimos años. Un repaso de la vuelta de uno de los más ganadores buscando otro anillo.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Ver a los Angeles Lakers en una final fue un clásico de épocas pasadas. No por nada es el elenco con más finales (32) y el segundo en más títulos (16) detrás de otro histórico rival como Boston Celtics. Momentos dorados, como por ejemplo de 1962 hasta 1973 ganó 11 anillos o bien desde 1980 hasta 1991 otros nueve anillos y el inicio de la década del 2000 donde brillo con Kobe Bryant a su mando sumado a Shaquille O´Neal para un tricampeonato y cuatro torneos más hasta el 2010. Ahí hay que parar. Nueve años de absoluta sequía hasta llegar al 2020.
Lo que antes fue la normalidad para Lakers ahora parece una rareza. Del 2010 hasta ahora Lakers comenzó a brillar por su ausencia en la Conferencia Oeste y otros lo reemplazaron Mavs, un doblete del Heat, Spurs, Cavs, tres torneos de Warriors y el último Raptors. El primer duro golpe llegó inmediatamente en 2011 donde fue barrido en semis ante Dallas y empezar a declinar año tras año. Contó con dos playoffs seguidos para el olvido, donde cedió ante Oklahoma 4-1 y peor aún en la 12-13 donde perdió en primera ronda ante Spurs 4-0.
De ahí en más, jugar playoffs fue algo imposible para Lakers. Llegaron recambios continuos, entrenadores sin éxito, jugadores estelares que pasaron sin pena ni gloria, cuatro temporadas seguidas donde no superó los 30 triunfos y ni la llegada cirquense de Howard al equipo hizo que llegaran a post temporada. Luego del 2016 y con el retiro de Kobe Bryant todo se empeoró y los resultados siguieron sin aparecer. Incluso con la llegada de Lebron el equipo tampoco logró superar esa barrera y parecía que todo seguiría igual.
Este año las cosas variaron y de que forma. Frank Vogel a cargo sumado a la presencia de otro estelar como Anthony Davis, algunos veteranos aún en buen nivel, otros que explotaron, Rondo y Bradley como laderos y obviamente Lebron James como centro de escena.
El equipo respondió, subió su nivel en todo momento, logró una química de equipo y sus estrellas literalmente brillaron. No solo en la etapa regular, Lakers barrió en la burbuja, demostró su calidad individual y colectiva, ganó 4-1 sus tres series (Blazers - Rockets - Nuggets) enfrentando a diferentes elencos pero siempre arrollando.
Lakers llega a la final y va en busca de otra corona. Intentará igualar a Celtics con más anillos ganados y con una mención especial tras el trágico fallecimiento de Kobe Bryant, lo cual generó en el equipo y sobre todo en Lebron James una situación y misión a cumplir al cierre de temporada. Volvieron los angelinos y lo demuestran cada juego.
Tienen recursos, buena banca, por momentos agresividad defensiva y dominio mental de la situación. Hicieron renacer a un gigante y van por el cierre de temporada. Miami Heat los espera pero el foco que tienen los Lakers es ganar y recuperar esa supremacía perdida, ese hambre de logra. Un gigante que otra vez está de pie.