Hoy se cumple un año del fallecimiento de Kobe Bryant a causa de un accidente en helicóptero, en el que también viajaba su hija. Además de haber sido uno de los mejores jugadores de su época, se trató de un atleta que trascendió los límites del básquetbol para transformarse en un símbolo del deporte alrededor del mundo.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
A lo largo de la vida transcurren hechos, de los buenos y los malos, que contienen una trascendencia mayor a la del resto, que puede llamárselos “cotidianos” o “comunes”. Es tal la magnitud que cobran estos sucesos que uno bien puede acordarse qué era lo que estaba haciendo, dónde estaba y en qué situación justo en el instante en el que la historia adquiere una marca indeleble.
Hoy se cumple un año del fallecimiento de Kobe Bryant, una noticia que estremeció al mundo entero a la velocidad con la que viaja la información en esta era. La tragedia, que también involucró a su hija Gianna (13) y a otras siete personas, generó un gran impacto en el ambiente del básquetbol en particular, pero también en el del deporte en general y en todos aquellos que no son seguidores de los deportes.
Seleccionado en la posición número trece del draft de 1996 por los Charlotte Hornets, su vínculo con los Lakers comenzaría pocos momentos después, cuando la franquicia de North Carolina oficializaba su traspaso a Los Ángeles a cambios de Vlade Divac. Allí comenzó una de las relaciones más importantes de un jugador con un equipo a nivel mundial.
En total Bryant vistió la camiseta púrpura y oro en 1.566 partidos de temporada regular y playoff a lo largo de 20 años en la NBA; La “Black Mamba” tuvo una media de 25 puntos, 5.2 rebotes y 4.7 asistencias durante los encuentros de fase regular y de 25.6 tantos, 5.1 tableros y 4.7 pases gol en postemporada.
El oriundo de Philadelphia llevó a los Lakers a la obtención de cinco campeonatos: La trilogía de 2000, 2001 y 2002, y más tarde el bicampeonato de 2009 y 2010, en el que se llevó para su vitrina personal la estatuilla de MVP de ambas finales.
Asimismo, fue el jugador más valioso en la temporada 2007/2008, lideró la NBA en puntos en 2006 y 2007, y participó 15 veces del juego de las estrellas (en 4 fue MVP); Además de integrar el quinteto ideal en 11 ocasiones y el mejor quinteto defensivo en 9.
Para aquellos que tenemos una relación cercana con el básquetbol y seguimos de cerca el mundo de la NBA, la partida de Kobe significó un cimbronazo, aunque confieso haberme sorprendido a raíz de la repercusión que generó desde todos los ambientes, y sobre todo el cariño que demostrado hacia la leyenda de los Lakers. Eso lo eleva a la figura de ícono popular, y nadie puede olvidarse de aquella persona que le generó un mínimo gesto de felicidad.